Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

¿Nos conviene a todos?

 El eslogan del candidato de la alianza, el diputado federal con licencia, Ernesto Rodríguez Escalona, “Porque nos conviene a todos”, vale analizarlo para saber a quienes les conviene y a quienes no. Empecemos por anotar que le conviene al propio Ernesto, a quienes lo impulsan y a quienes le rodean. Ernesto, como parte del Partido Revolucionario Institucional, aspira a gobernar este municipio y trata de convencer al electorado de que él es diferente a los miembros de su partido y, apoyado por un partido de utilería, toma distancia, en el discurso, de sus correligionarios, aunque en la práctica sigue comportándose como siempre, ofreciendo, con tal de ganar, lo que nunca podrá cumplir, propuestas cargadas de demagogia que a pocos engaña: no cobrar impuestos, regalar fertilizante, abrir guarderías en establecimientos sindicales, permitir el paso gratis por el Maxitúnel, basificar a los empleados del ayuntamiento, equipar los recintos universitarios y un interminable etcétera.

Le conviene que Ernesto Rodríguez sea presidente municipal de Acapulco, al gobernador del estado para tener en esta alcaldía a un subordinado que esté al pendiente de atender sus instrucciones y servir a sus intereses, aunque éstos sean diferentes a los de la sociedad acapulqueña a la cual Ernesto dice que servirá. No puede ser de otra manera, pues el legislador con licencia, lo sabemos, es candidato del PRI, gracias a la decisión de Juárez Cisneros, después de la realización de una encuesta amañada que ni a los propios priístas convenció, no obstante su ancestral sometimiento a las indicaciones del priísta número uno de Guerrero.

Ernesto forma parte de un partido que considera a los recursos públicos de su propiedad para hacer con ellos lo que les convenga, así está demostrado cuando los priístas han tenido la oportunidad de gobernar, al no rendir cuentas del uso del dinero obtenido con el pago de impuestos de los ciudadanos. Como es del conocimiento de los acapulqueños es la fecha, a dos meses y medio de la conclusión de la gestión del actual gobierno, que no nos han informado del ejercicio presupuestal de más de mil 200 millones de pesos que tuvo bajo su responsabilidad la administración municipal precedente que inició el hoy diputado local Juan Salgado Tenorio, continúo el actual diputado federal plurinominal Manuel Añorve Baños, pasó brevemente por las manos de César Varela Blanco y concluyó la subsecretaria administrativa en funciones de la Secretaría de Salud, Ana María Castilleja Mendieta. No está por demás recordar que este incumplimiento de rendición de cuentas ha contado con el solapamiento del Congreso local, en donde los priístas tienen mayoría calificada y uno de sus últimos reductos para seguir disfrutando de impunidad.

A quienes no nos conviene que Ernesto Rodríguez sea el próximo alcalde de Acapulco, es a la mayoría de los habitantes de este municipio que veríamos frustradas nuestras posibilidades de aspirar a vivir en mejores condiciones, es decir, seguir viendo que la obra pública nos ofrezca calles y avenidas cubiertas con concreto hidráulico de la mayor calidad y con las especificaciones técnicas que garanticen una larga duración y no arterias deterioradas como la avenida Pie de la Cuesta, recientemente construida. La posibilidad, por otra parte, de tener servidores públicos más preparados, con mejores salarios y prestaciones que disminuyan sensiblemente los actos de corrupción que ya no queremos ver y que con los priístas en el gobierno los tendremos de vuelta.

Asimismo, tendremos mayores oportunidades, sin el PRI en el gobierno municipal, de contar con una moderna red de agua potable que nos asegure el abasto de agua en los próximos años y las necesarias plantas de tratamiento para las  aguas residuales que mantengan saludable a nuestra bahía. También, sin la clase política priísta administrando el presupuesto público, tendremos mejoras en la prestación de los servicios públicos de recolección de basura, alumbrado, áreas verdes, registro civil como ha quedado demostrado por el desempeño del actual gobierno municipal.

Si aspiramos a que el rezago en el cual hemos vivido muchos años en el municipio de Acapulco –conformado por más de 200 comunidades y 400 colonias–, bajo la dirección de los llamados gobiernos “revolucionarios”, sea superado de manera definitiva, como lo estamos atestiguando hoy con el gobierno encabezado por Zeferino Torreblanca, no nos conviene que vuelva al ayuntamiento de Acapulco, el candidato postulado por el PRI. Este 6 de octubre, refrendemos con nuestro voto el interés por conformar una mejor sociedad acapulqueña.

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