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Samuel Gutiérrez Solís, dueño de un récord que nadie ha intentado superar

 Adalberto Valle * Hace casi 46 años, Samuel Gutiérrez Solís consiguió la hazaña de cruzar a nado desde la torre del aeropuerto militar (en Pie de la Cuesta) hasta el club de esquís en Manzanillo.Fueron alrededor de 30 kilómetros en un tiempo de 5 horas, 32 minutos y 6 segundos.Esto ocurrió el 15 de diciembre de 1956 y desde aquel entonces, nadie más ha vuelto siquiera a intentar tal travesía.A las 7 horas de ese día, el joven Samuel Gutiérrez de 20 años de edad, salió del punto antes mencionado con un solo objetivo: romper la marca que poseía Damián Pizá Beltrán que era de 6 horas, 52 minutos y 7 segundos.Era la clausura del X Torneo Internacional de Esquí Acuático y todo estaba preparado para que Samuel cerrara el evento con ese acontecimiento.La ruta era todo un reto: iniciar en el aeropuerto militar en Pie de la Cuesta con rumbo al panteón de ese lugar, tomar el canal hacia la isla de La Roqueta para adentrarse por la piedra del Elefante y enfilarse al Club de Esquís, que en aquel entonces se ubicaba en la playa de Manzanillo.Las dificultades también intimidaban: la fauna marina que se encontraría durante el recorrido, las fuertes corrientes, la temperatura del agua y sobre todo, el gran esfuerzo físico requerido para cubrir el tramo y hacerlo en un tiempo menor al de Damián Pizá.“Llegué a ver dos ballenas. Había mucho tiburón, cornudas, pez martillo, mantarraya. Me pasaban aquí cerca”, narró Samuel Gutiérrez al recordar ese día. “Parece que fue ayer”, recordó.Por ello, un grupo de personas –encabezados por su entrenador Apolonio Castillo Díaz, uno de los más grandes tritones guerrerenses de la historia– a bordo de lanchas lo acompañaron durante el trayecto, principalmente para guiarlo y ahuyentarle a las diversas especies que pudieran ocasionar algún daño al nadador, especialmente, el tiburón.“Me iban diciendo: a la derecha, a la izquierda. Porque las corrientes eran fuerte y me desviaban. Me pasaban agua, pero no podían ni tocarme”, porque se anularía el intento por conseguir la marca.Comentó que las corrientes son muy cambiantes. “La más fuerte fue de la (colonia) Jardín a Caleta. Me jalaba hacia las piedras. Ahí por la Roqueta era más suave. Ya me sentí como si fuera de bajada”.

 La preparación previa

 Para conseguir este reto, Samuel Gutiérrez se preparó seis meses y medio. Desde el 1 de junio hasta el 12 de diciembre, tres días antes de su hazaña, entrenó bajo el mando de Apolonio Castillo.Consistía en nadar de lunes a sábado desde el Comando Submarino en La Base Naval hasta el Malecón Fiscal. Un total de 6 kilómetros y 200 metros. Por la tarde nadaba otros 6 kilómetros en la alberca del Club Papagayo. Así hasta tres días antes del día del evento.Recordó que para nadar ese 15 de diciembre de 1956, se untó en el cuerpo un kilo de grasa lanolina blanca para contrarrestar el frío del agua, además de ponerse en las axilas, cuello y entrepiernas, para evitar rozaduras por todo el tiempo que estaría en movimiento.“Me pinté las plantas de los pies de negro para no blanquear en el agua y despistar a los tiburones. Me tuve que cambiar tres veces los visores porque me ceñían”.“Cuando llegué al Club de Esquís había mucha gente esperándome porque era la clausura del torneo. Fue algo impresionante y eso me dio más fuerza para terminar porque era algo muy difícil de lograr. Desde ahí nadie más lo ha intentado. Tal vez por miedo a los tiburones y porque es muy largo”, platicó.

 Meses después de la hazaña falleció Apolonio Castillo

 Apolonio Castillo Díaz, uno de los dos maestros que tuvo Samuel Gutiérrez, junto a Joaquín de la Peña y Castillo, falleció casi tres meses después. El 11 de marzo de 1957, Apolonio, una gloria de la natación de Guerrero se marchó de este mundo.“Parece que nada más me esperó a que nadara esto para irse”, dijo Samuel, quien optó por retirarse temprano, a los 23 años, en 1959.Todavía en 1958 quiso intentar cruzar el conocido Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia, con un total de 40 kilómetros, pero aseguró que no tuvo el apoyo económico del entonces gobernador, el general Raúl Caballero.Samuel Gutiérrez Solís nació el 16 de febrero de 1936 en el barrio de Petaquillas, en Acapulco. Sus padres fueron Emilio Gutiérrez Lozano y Paula Solís Ramírez, quienes además de Samuel tuvieron otros siete hijos, de los cuales sobreviven Romualdo, María Antonia, Emilio, Juan y Celia, mientras que Rosa María y José Luis ya fallecieron.Tres años después de que abandonó la natación, Samuel Gutiérrez se inclinó por la crónica deportiva, laborando en periódicos como La Tarde, Unidad, Presente y Revolución –hoy El Observador–, donde ha trabajado desde hace 40 años.

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