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Exhiben en Taxco más de cien grabados de Amador Lugo

 Claudio Viveros Hernández, Taxco de Alarcón * Durante todo el mes patrio, el Centro Cultural Taxco-Casa Borda presenta la exposición-homenaje al recién fallecido artista plástico taxqueño Amador Lugo Guadarrama, con más de cien grabados de su autoría donados al pueblo de Taxco, Además se puede también apreciar dos muestras de fotografía de jóvenes artistas de Taxco y Acapulco.Las exposiciones fueron inauguradas el fin de semana, con una ambientación musical a manera de happening con música clásica y electrónica interpretada al piano y órgano por el joven taxqueño Jesús Campuzano, luego hubo un brindis y una mesa dispuesta con pan, quesos, vinos y uvas al alcance de todos.La directora de la Casa Borda, Rosario Cambray García expresó a El Sur: “La fusión de las artes plásticas con la música, la danza, el teatro y otras expresiones no tiene límites, así continuaremos porque ya comprobamos la capacidad de respuesta y motivación que provoca entre los artistas y el público; la comunicación es de mayor alcance y estamos satisfechos de lograr un esfuerzo conjunto, que todos, junto con nosotros, participen en los preparativos, el montaje, la realización y la difusión, de su quehacer artístico. Y si lo vemos como producto, el impacto es doblemente positivo”.

 La colección  

La primera muestra del extinto pintor y maestro taxqueño Amador Lugo (quien falleciera el pasado 26 de junio de este año) son 116 grabados, parte de su trabajo creativo más uno del famoso artista Alberto Durero, que donó a Taxco el año pasado mediante convenio suscrito con el gobernador del Estado, René Juárez Cisneros, y la titular del Instituto Guerrerense de la Cultura, Sonia Amelio.El acervo del pintor se encuentra actualmente en resguardo y bodegas del Museo de Arte Virreinal de la ciudad y se exhibe por segunda ocasión en la Casa Borda, donde a mediados de los años noventa se le ofreció un merecido homenaje en vida por medio de una muestra retrospectiva con la mayor parte de su obra en diferentes técnicas, la que incluyó también buena parte de los catálogos y postales, más una serie de reconocimientos que recibió en su carrera y en donde él aparece pintando o posando para la cámara.

En una de sus constantes preocupaciones, ante la apatía de las autoridades locales y del Estado, organizó durante los años ochenta tres mesas redondas sobre el tema La conservación del patrimonio artístico y cultural de México, fue invitado a participar en una magna exposición en Japón, donde además de exhibir obras de su primera época dictó conferencias sobre cultura y el arte prehispánico de México, y recibió el reconocimiento Juan Ruiz de Alarcón otorgado por el gobierno estatal.Todavía, en marzo pasado el pintor finalizó con una veintena de taxqueños inscritos en los talleres del Diplomado en Promoción Cultural, que se llevaron a cabo por varios meses. Luego, su salud se agravó y tuvo que estar en continuas consultas y tratamientos médicos hasta el día de su deceso, del que irónicamente la directora del Museo Virreinal, Carlota Von Wuthenau –en el que se encuentra en resguardo la obra que donara el artista– se enteró de su fallecimiento después de casi un mes, esto debido a las continuas ausencias de su trabajo en esa dependencia del Instituto Guerrerense de la Cultura.

 Las exposiciones fotográficas

 En cuanto al arte fotográfico la Casa Borda muestra las propuestas visuales Concierto de Imágenes, con trabajos de alumnos y la instructora del Taller de Fotografía de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM en su Centro de Extensión Taxco, y Vivencias en Gris del fotógrafo autodidacta acapulqueño Héctor Durán Vega.En Concierto de Imágenes, la responsable del taller, Adriana Romero, explica que la exposición que consta de 24 imágenes “está conformada por una escala de ejercicios que van desde el Do Re Mi de la fotografía, hasta alcanzar las notas más elevadas, el Fa Sol La Si de la imagen, al lograr este coro de fotógrafos (Miriam Bendejam, Tonatiuh Delgado y Manuel Rangel) plasmar sus visiones personales con el sólo fin de interpretar una sola melodía la de la luz”, y es así como presentan una obertura, una vals, arreglo coral, sonata, marcha y variaciones sobre un tema hasta llegar a un réquiem de una serie variada, todas en la técnica de plata sobre gelatina y en pequeño formato en la búsqueda del universo creativo.

A su vez, otro de los expositores y autor de Vivencias en Gris, Héctor César Durán Vega, se sincera al decir que hace 15 años, de los 29 que tiene: “Descubrí que el aprendizaje sí podía realizarse de manera autodidacta, fue un proceso de aprendizaje basado en la fotografía–revelado–aprecia tu error”.De su muestra agrega que “independientemente de la técnica, la tecnología, la cámara o el lente, lo importante es la fotografía. Lo que quiero mostrar o decir con ella, el sentimiento que quiero compartirte o el sitio o el personaje que quiero mostrarte, que no quede abandonado u olvidado, si no que lo vivas conmigo y con otros al ver la fotografía”, puntualiza Durán de los paisajes, retratos, detalles y hasta cirujanos, como la profesión que tiene, y se aprecia en la que viene a ser su primera exposición y de la ya tiene invitaciones para mostrar sus trabajos en la ciudad de México y otros puntos del país.

Explicó que sus fotografías, resultado de varios viajes, experiencias, anécdotas o vivencias, estuvieron algún tiempo guardadas, sin mostrarse, excepto a amigos quienes lo exhortaron a que fueran compartidas. “Las muestro sin el afán de sentir si son resultado de un buen fotógrafo, no me considero así, si no más bien un fotógrafo cualquiera que Dios designó para estar en el lugar adecuado con una cámara, y saber qué botones apretar y cómo encuadrar en ese momento”.Con poco más de 30 fotos de Vivencias en gris, dijo que la exposición es una selección de otros quince años de experiencias, muchas se quedaron en el negativo y “sé que algunas serán mostradas posteriormente. Aprecio los puntos de vista distintos, realmente los disfruto y me son importantes”, luego de confiar que la primera cámara que conoció fue una Minolta reflex manual ( de su padre) y a partir de ahí descubriendo los conceptos básicos como la “f” o apertura, la relación inversa del número y tamaño del diafragma, la velocidad, el asa o sensibilidad, e incluso montar el rollo sin velarlo.

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