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Mantienen autoridades en el abandono la escuela bilingüe Be savi, en la capital, de la que salen alumnos destacados

 

*Las paredes de algunas aulas están construidas de pedazos de madera cubiertos con cartones y, otros, con bloc de cemento sólo sobrepuestos, y todos tienen piso de tierra y techo de lámina galvanizada

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Be savi, o Casa de la Lluvia en mixteco, es una primaria bilingüe que está ubicada unos 500 metros atrás del Palacio de Gobierno, en la colonia Las Torres, en plena zona que el ex gobernador René Juárez Cisneros bautizó como “la ciudad de los servicios”, al suroeste de la capital.
Por su ubicación y porque la generación 2012-2013 la “amadrinó” Rosalinda, la hermana del gobernador Ángel Aguirre Rivero, pareciera que es una escuela privilegiada, pero no; las paredes de algunas de sus aulas, donde estudian los 90 niños de primero a sexto grado, están construidas de pedazos de madera cubiertos con cartones y, otros, con bloc de cemento sólo sobrepuestos, y todos tienen piso de tierra y techo de lámina galvanizada, que al mediodía produce un calor que abochorna tanto a estudiantes como a maestras.
En estas condiciones, a simple vista, los salones se asemejan más a caballerizas que a aulas escolares. Sin embargo, allí se forma la alumna de quinto grado, Rosa Icela Santiago Reyes, quien obtuvo el primer lugar de la zona en el Parlamento Infantil, con el tema La Violencia.
Además, otras tres alumnas, de primero, segundo y tercer año, obtuvieron los tres primeros lugares en el concurso académico organizado este año por la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).
Aquí, los 90 niños son atendidos sólo por tres maestras: la indígena mixteca, licenciada en pedagogía, Odilia Maldonado Ayala; la indígena nahua, licenciada en pedagogía, Marcolina Neri Pineda, y la directora, indígena amuzga, Onorina Grandeño García, quien está por terminar su maestría en Ciencias de la Educación.
Be savi se fundó el 18 de agosto de 2012, desde cuando funciona con la clave CT 12DPB112T1, de la escuela bilingüe Emperador Cuauhtémoc, ubicada en el puerto de Acapulco. Pero no solamente funciona con una clave prestada, también sus desvencijadas instalaciones están sobre un terreno que le prestó la colonia Las Torres.
El predio destinado para las instalaciones de la escuela, se encuentra al otro lado de la calle.
La directora Onorina Grandeño, entrevistada el mediodía del 29 de mayo, dijo que funcionarios de la SEG emitieron un dictamen el año pasado, en el sentido de que no es factible construir allí porque es de alto riesgo. Sin embargo, agregó que otros funcionarios del área de Planeación de la misma dependencia, revelaron recientemente que el problema es que se tiene que construir un muro alto en la parte de abajo, para aplanar el terreno, y que eso “no está considerado dentro del presupuesto”.
Mientras la maestra atiende al reportero, los niños juegan y gritan, indiferentes a las condiciones de su escuela. Su aula se encuentra dentro de un amplio galerón delimitado por pedazos de madera. La pintura descolorida de algunas tablas evidencia que alguna vez fueron puertas de alguna casa.
A las 11 de la mañana, la lámina galvanizada reproduce el calor, aún bajo la sombra, y el reportero suda a chorros mientras escucha a la directora Onorina.
“Abrimos la escuela a petición de los padres de familia de toda esta zona, quienes llevaban seis años pidiendo a la SEG una escuela por aquí, pero siempre se las negaron, por eso tenemos que trabajar como una extensión de la escuela de Acapulco, que nos presta su clave”.
La maestra agregó que en esta escuela, con clave de escuela bilingüe, el 70 por ciento de los 90 niños son hijos de padres que provienen de pueblos nahuas, mixtecos o amuzgos y que ahora radican en las colonias de los alrededores: Paraíso del Sol, Ciénega I y Ciénega II, la Sarh, 12 de Diciembre, La Esperanza, Agua Potable, Atlitenco de Altamira y Las Torres, que se encuentra en un punto céntrico del resto de los asentamientos.
“Aquí, con todas las limitaciones, les estamos preparando a sus hijos”, agregó la profesora, mientras voltea a ver a su grupo de alumnos que se mueven gritando de un lado para otro entre sillas, bancos y butacas viejas, donadas por los padres de familia y otras por el comité de desarrollo de la colonia.
“Fíjese que yo solicité unas butacas, que se están echando a perder por el sol y el agua afuera de una bodega que está por allá abajo (por el Bulevar Vicente Guerrero, cerca de la Procuraduría de Justicia), pero no me quisieron dar ni una, me pidieron muchos documentos que lamentablemente no tengo, porque son de la escuela que tiene la clave, pero las butacas se están echando a perder”, dijo desconsolada.
Agregó que estas cosas, igual que los pretextos que le han dado a ella y a los padres de familia para no construir la escuela, ya la están decepcionando, pues dijo que incluso el jefe del departamento de Planeación de la SEG, Javier Carranza Martínez, en una ocasión hasta les reprochó a las tres maestras, que qué hacen aquí, que quién las trajo y que mejor se regresen a los lugares de dónde vinieron.
“Pero nosotros no estamos aquí, como dijo él (Javier Carranza) por nuestros propios intereses, nosotros fuimos seleccionadas, cumplimos con la evaluación para poder venir aquí, y no somos improvisadas, tenemos la capacitación necesaria”, aseguró.
Dijo que, por ejemplo, la maestra Odilia Maldonado Ayala, indígena mixteca de Tlapa, es licenciada en pedagogía; Marcolina Neri Pineda, indígena nahua de Zitlala, es también licenciada en pedagogía, y ella, la directora, indígena amuzga de Ometepec, está por terminar su maestría en Ciencias de la Educación.
De la escuela Be savi, el año pasado egresó la primera generación 2012-2013 y fueron seis de un total de 51 niños inscritos en diferentes grados. Mientras que este año egresarán 10, de un total de 90 inscritos de primero al sexto.
La generación 2012-2013 fue “amadrinada” por Rosalinda, la hermana del gobernador Ángel Aguirre. La directora contó que cuando estaba por finalizar el ciclo escolar, primero buscó a la diputada local del PRD, Avelina López Rodríguez, pero que nunca la encontró.
“Entonces yo veía que por aquí (por la calle) pasaban carros con el logotipo del DIF, pregunte por qué y me dijeron que por allá arriba vivía la hermana del gobernador. Fue entonces que le dije al presidente de la sociedad de padres de familia que me acompañara a verla, total si nos dice que no, ni modo, le dije; pero sí, aceptó y aquí estuvo el día de la clausura”, dijo señalando el patio de la escuela.
Explicó que Rosalinda Aguirre entregó mochilas y paquetes de útiles escolares “muy completos” a los egresados, que después mandó láminas galvanizadas para el techo de la escuela, “porque antes tenían lámina de cartón”, además dijo que mandó un albañil para que fuera a colocar unos bloc de cemento a los salones que estaban sin paredes.
Pero hasta allí llegó la ayuda.
A pesar de las condiciones materiales en que reciben clases, los niños de Be savi han logrado obtener primeros lugares de aprovechamiento en el sector y zona, en la modalidad de educación indígena bilingüe. La zona comprende los municipios de Acapulco, Marquelia, Zihuatanejo y Chilpancingo.
La maestra Onorina Grandeño, informó que por ejemplo, la niña de quinto año, Rosa Icela Santiago Reyes, obtuvo el primer lugar en el Parlamento Infantil en el sector, con el tema La Violencia.
Mientras tanto, la niña Aurora Nathaniel Durán González, de primer año, obtuvo el segundo lugar en aprovechamiento académico de la zona. A su vez, Sabine Portillo Alvarado del tercer año, obtuvo el primer lugar, y Jeidi Yaretzi Solís Cástulo de segundo año, obtuvo el tercer lugar.
“A pesar de las malas condiciones materiales en que trabajamos, esto (el aprovechamiento académico) es lo que nos ha dado satisfacción y por eso decidimos seguir adelante, porque estamos viendo reflejado nuestro esfuerzo”, dijo la joven profesora.
Explicó que otra de las características de esta escuela, es que forman a hijos de indígenas migrantes, “por ejemplo, en marzo se nos fueron tres niños con sus padres a Michoacán, y allá en otra escuela como ésta van a seguir estudiando y nosotros los vamos a volver a recibir en junio, aquí les vamos a dar sus boletas de calificaciones”, explicó.
Sin embargo, a pesar de que la escuela se encuentra en una zona ampliamente poblada, el número de niños no es alto, pues algunos de los padres no aceptan que sus hijos vayan a una escuela bilingüe, donde la mayoría de los niños son de padres indígenas.

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