Rosario Herrera Ascencio

Problemas reales ¿soluciones reales?

El candidato del PRI, Ernesto Rodríguez Escalona, para desgracia del tricolor y para fortuna del PRD, carga sobre sus espaldas la losa de la corrupción, el atraso social, las promesas incumplidas de gobiernos anteriores que poco hicieron por los acapulqueños y el haber sido presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados en actual Legislatura y no haber logrado la aprobación de una sola iniciativa de ley que beneficiara a los turisteros del puerto y a los del resto del país.

Rodríguez Escalona hoy se enfrenta a una realidad distinta y aunque no lo quiera reconocer, Zeferino Torreblanca Galindo llegó por el PRD y se asume y actúa como él mismo lo dice “con su corazón amarillo”. De acuerdo con los principios del partido su gobierno es honesto, plural, incluyente y ha sido de todos y para todos. Ernesto reconoce el trabajo del alcalde Zeferino y promete continuar con su obra, pero está comprobado que los priístas no cumplen con sus promesas de campaña, una vez que llegan al cargo, la inmensa mayoría se enriquecen mediante la corrupción o el desvío de los recursos.

Las promesas de campaña de Ernesto son de “gran impacto”, seguramente que sus asesores lo concibieron de ese modo como una estrategia para poder ganar, pero se olvidaron del bienestar común. El Maxitúnel gratis supuestamente beneficiaría directamente a colonias y comunidades como la Zapata o Ciudad Renacimiento, donde el nivel de vida es bajo, en su inmensa mayoría son pobres y extremadamente pobres, ¿cual sería el beneficio de esta población de no pagar la caseta si no cuentan con vehículos?

La nueva Costera que plantea el abanderado del PRI, el circuito exterior, que le ha llamado, corrigiendo lo que en principio planteó, de ampliar un carril en 18 kilómetros, es otra de sus “grandes ocurrencias”. ¿Estará pensando Rodríguez Escalona en demoler alguno de los grandes hoteles o negocios de compañías transnacionales, o pensará desaparecer sus negocios y autoindemnizarse para poder cumplir? En la última aseveración ganaría perdiendo, en sus negocios es donde se producen los embotellamientos de tránsito.

El agua en pipas. En su desesperación por conquistar la alcaldía también ofrece continuar regalando agua, pero no se compromete a construir redes hidráulicas. El reparto del agua en pipas desde ahora ya se convirtió en negocio de líderes priístas que actúan de manera clientelar para coaccionar el voto y lo seguirán haciendo, porque no olvidemos que en ocho meses comienza la campaña constitucional para las diputaciones federales y en dos años la contienda para la gubernatura, y a quien le aseguran el agua es a los priístas, o a los que se comprometen con ellos.

Pero eso no es todo, en algunas colonias del distrito 13 Rodríguez Escalona ya convirtió el reparto del agua en negocio, muchos líderes priístas la acaparan en tambos y están vendiendo a peso la lata, esto es sólo una prueba de lo que se podría generalizar. Actualmente en colonias como la Nopalitos, la Izazaga, y las de la periferia, existen tomas de agua que controlan priístas y venden hasta en 50 pesos la hora del reparto de agua.  ¿Que será de ellos con más poder si llega a la alcaldía Rodríguez Escalona?

Sobre el problema del tránsito vehicular, ahora el candidato priísta reconoce que es un mal negocio para todos los permisionarios de camiones y todo tipo de taxis, pero se le olvida a Ernesto que ese problema lo han ocasionado gobernantes del PRI, porque es del dominio público que se han vendido los permisos, han caído en actos de corrupción, sin importarles los derechos de antigüedad de los trabajadores del volante, y cuando menos más de tres priístas de la elite se sabe que tienen arriba de 25 vehículos, y para el colmo de males, el gobernador no da señal alguna para otorgar al municipio libre este derecho que le corresponde en los términos del artículo 115 constitucional, para poder frenar esta ola de corrupción. Los gobiernos estatales de los priístas son los responsables directos del congestionamiento vehicular en el puerto.

En materia de seguridad pública, Rodríguez Escalona propone que va a diseñar un plan integral de seguridad pública que involucre a los marginados, a los ciudadanos (separa la categoría de marginados con la de ciudadanos como si éstos no lo fueran), y propone reclutar y capacitar a los policías con perfil adecuado. ¿Piensa Rodríguez Escalona despedir a todos los que actualmente laboran y violar sus derechos como trabajadores supernumerarios? Plantea un equipo moderno y un cuerpo especializado de inteligencia que actué dentro y fuera de la corporación. Si lo va hacer al estilo de la Policía Judicial donde varios de ellos han sido señalados como los responsables de secuestros y tortura estaríamos perdidos.

El gobierno priísta debe empezar a sanear lo que ya tiene en la PJE para demostrar que puede resolver el problema de la seguridad pública. Hay algunas coincidencias de Ernesto Rodríguez con López Rosas, el candidato del PRD destaca los ejes viales y la continuidad de la obra del actual alcalde. Pero estas coincidencias bien vale la pena valorarlas en los términos en que afirma Felipe González: “La mercadotecnia está haciéndonos asumir el riesgo de la banalizacion de la política. Todo el mundo ofrece el mismo producto ¿por qué? Porque el objetivo y el instrumento se confunden. Somos esclavos de una técnica de marketig que cuesta mucho dinero, un dinero perfectamente inútil porque no permite a los ciudadanos el mínimo discernimiento entre la oferta A, B o C. Por tanto, un gasto innecesario que crea numerosos niveles de colusión de intereses entre el que da y el que recibe”.

Muchas veces escucho decir: vote usted con racionalidad pero el voto no es solo razón, el voto es identidad histórica, el voto es sentimiento. Las razones son las mismas, pero la credibilidad es distinta. Por tanto no es la razón. El PRD ya demostró que sí sabe y puede gobernar y Alberto López Rosas garantiza la continuidad de un proyecto de gobierno para, como él dice, “seguir avanzando” y esta es una razón que genera confianza y credibilidad.