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En la Zapata participan vecinos contra el dengue; una renuente

 * La basura y las gotas de agua, medio para la reproducción de moscos

 Alfredo Mondragón * En un recorrido por la colonia Simón Bolívar, parte alta de la Zapata, en el área suburbana de Acapulco, como parte del plan emergente e intensivo contra del dengue, la secretaria de Salud, Verónica Muñoz Parra, encontró una vecina renuente, que impidió el acceso a las brigadas de descarrización a pesar de tener en su domicilio cientos de cacharros y vecinos con síntomas febriles.Muñoz Parra comentó que de cada 100 viviendas que visitan en el plan emergente contra el dengue, el 10 por ciento las encuentran cerradas y en algunos casos los vecinos se muestran renuentes e impiden el acceso a las brigadas. Sin embargo, dijo “esto no me desalienta” por ello, indicó que el problema se combatirá en la medida en que participe la población.En el Instituto Antirrábico de la popular colonia Renacimiento, el encargado del área en el plan emergente, Martín Muñoz Chávez, informó a la secretaria de Salud, que tan sólo en esa colonia en un día recolectaron 80 toneladas de cacharros.Más adelante en un taller mecánico en la calle José María Izazaga de la misma colonia, el personal de descacharrización recogió cerca de un cuarto de tonelada de objetos y recipientes en que se puede generar la larva del mosquito del dengue, y la vecina Laura Alicia Guevara Arroyo pidió apoyo para que fumigaran su casa.

Luego de haber acompañado al gobernador René Juárez Cisneros en su gira de trabajo por Acapulco, la titular de Salud acudió a la colonia Simón Bolívar a participar en las brigadas de descacharrización, abatización y fumigación, aunque encontró participación de la mayor parte de las amas de casa, una vecina le negó el acceso.La titular de Salud estatal estuvo acompañada del director del Laboratorio Estatal de Salud (LES), Aureliano Castillo Solana, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 07, Silvio Cortés Chavelas, y en la parte alta de la colonia Zapata, medio centenar de militares se unieron a la campaña contra el dengue, repartiendo el abate, que elimina la larva del mosco causante de la enfermedad.La vecina Jovita Merlín Villegas con domicilio en calle Bogotá número 5, no permitió el acceso a su casa a los brigadistas –incluida a la propia secretaria– a pesar de que sus vecinos denunciaron que en el interior de su vivienda tenía cientos de cacharros, caldo de cultivo para la generación del mosco del dengue, argumentando que es “propiedad privada y no quiero”.Muñoz Parra intentó persuadirla al explicarle los efectos del dengue que podría causar problemas. “Hágalo por los niños, hemos detectado que hay un serotipo un poco más agresivo que en otros años”, le dijo. Fue en vano, la vecina Merlín Villegas se negó: “Ya le dije que no quiero, cada quien manda en su propiedad”.El director del laboratorio Castillo Solana mostró a Muñoz Parra el nacimiento de un mosquito aedes aegypti que se gestó en un pequeño estanque de agua de lluvia en la envoltura de una bolsa vacía de Sabritas precisamente que recogió cerca de la casa de la vecina renuente.Castillo Solana explicó la importancia de recolectar los cacharros porque “el mosco tiene dos características principales, uno vive dentro de las casas o en el peridomicilio; la hembra deposita el huevecillos en los bordes de los recipientes, no en el agua, y aunque se tire no se cae, por eso es necesario que la población escobille los bordes porque ahí están”.

Consideró que el problema de la basura aunado a la temporada de lluvias sí propicia la reproducción del dengue: “Una tapa rosca, una corcholata, un cascarón de huevo, un bote de leche, cualquier recipiente por pequeño que sea es suficiente para que se desarrolle la larva del mosco porque no necesita una cantidad mínima de agua, con una gota la hembra puede depositar los huevecillos”.Otra vecina, Alma Ramírez, permitió el acceso de las brigadas de salud, quienes tras haber embrocado los cacharros –colocarlos boca abajo– aplicar el abate en las pilas de agua y agradecer a las autoridades el apoyo, consideró que es responsabilidad de los propios vecinos mantener limpias sus viviendas.En la misma área, la secretaria de Salud, persuadió a la vecina Irma Marín Nolasco para que permitiera el acceso a las brigadas, misma que aceptó porque hace unos días ha sentido “el cuerpo frío, con calenturas, en el Hospital General de Renacimiento, me dieron pastillas pero ahora mi hija (Martha Yaneth Castro Nolasco) se siente mal”.La secretaria recomendó a la ama de casa Marín Nolasco que no desatendieran su salud y pidió al jefe de la jurisdicción sanitaria Cortés Chavelas atendiera personalmente este caso y lo canalizara al centro médico más cercano, a unas cuatro cuadras del lugar y el personal hizo los trabajos de descacharrización y abatización.

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