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Cierran en 300 los alumnos de nuevo ingreso en la Facultad de Medicina

  * Encabeza el rector la sesión de Consejo Académico * Según la lista de promedios se otorgaron 24 nuevos lugares

 Raquel Santiago Maganda * A pesar de las presiones de los padres de familia de los aspirantes rechazados de la Facultad de Medicina de la UAG al impedir el acceso a los alumnos al plantel, para lograr que sus hijos fueran aceptados, el Consejo Académico de la Facultad de Medicina determinó que los 24 espacios de los aspirantes aceptados que no se inscribieron serán otorgados al mismo número de personas que continúen en la lista de los promedios generales.Con esto se cierra la matrícula escolar a 300, esto porque fueron aceptados 302 debido a un empate técnico, y al haber 26 espacios libres entonces se optó por aceptar a los 24 que siguen en la lista.El Consejo Académico empezó a sesionar cerca de las 5 de la tarde encabezado por el rector Nelson Valle López; mientras la sesión se desarrollaba los más de 20 padres de familia con sus hijos cerraron el portón principal como medida de presión para que los espacios fueran otorgados “a los (aspirantes) que estamos en la lucha”.Después de una hora, Nelson Valle dialogó con los padres de familia y alumnos, quienes le reclamaron que durante su campaña política haya ofrecido el pase automático a los alumnos para que votaran por él.Valle López explicó que durante la campaña no se sabía de la falta de acreditación de la Facultad de Medicina, y uno de los principales requisitos fue la reducción de la matrícula.Sin embargo, los reclamos continuaron, y el rector precisó que la máxima autoridad para determinar si los espacios son ocupados es el Consejo Académico.

Hubo un momento en que la conversación devino en confrontación, sobre todo cuando los padres de familia se quejaron del supuesto trato despótico de los administrativos.Nelson Valle reiteró que no se podía aceptar a más alumnos de los 300, porque hasta el momento hay 37 estudiantes que no tienen lugar para hacer su internado por la carencia de campos clínicos, y señaló que en Guerrero no existe la infraestructura hospitalaria para que los estudiantes realicen su internado.El dirigente de la FEUG, Carlos Pacheco insistió en que existen “errores técnicos” y supuestas irregularidades. Secundado por los padres y alumnos rechazados recrudecieron los reclamos.Después el rector autorizó a Carlos Pacheco a que presenciara la sesión del Consejo Académico, y dijo que de detectar algún problema, el miércoles “voy a estar aquí”.La madre de familia Elsa Lezama denunció que la alumna Cinthya Magaña Cabrera “tiene dos fichas y está en los grupos 105 y 104 ¿Cómo se explica usted que tenga dos números de ficha?”, a lo que el rector contestó con “un no puede ser” y comisionó al coordinador de la región Sur, Félix González Figueroa para revisar el caso.Valle López reiteró que como rector es el principal responsable de que se acredite el programa de la facultad, porque de no lograrse entonces “no van contra Carlos (Pacheco), ni el director, ni el maestro”. Dijo que como rector, entonces, tampoco “voy a permitir una sola irregularidad”Después en entrevista mencionó que dirimir esos asuntos “no es a los que se dedica un rector de la universidad”.Valle López precisó que los padres de familia “con chantajes y presiones no van a resolver los problemas, sino por medio del diálogo”.

 Alumnos molestos por la medida de los padres

 Durante las más de tres horas que estuvo cerrado el portón, se suscitaron diálogos entre los alumnos del plantel y los padres de familia.Mientras los alumnos reclamaban el respeto a sus derechos “porque no nos dejan entrar a la escuela”, los padres de familia solicitaban la comprensión por la medida.Sin embargo, el dirigente de la FEUG también fue cuestionado porque “¿cómo defendía los derechos estudiantiles de unos cuantos, cuando se perjudica a los que ya estamos inscritos?”.Afuera de la escuela, varios estudiantes se quejaban y reclamaban su derecho a estudiar, como lo especificó un alumno que reiteró que la UAG necesitaba a gente que estudiara y que dejara la grilla.La molestia continuó para los que querían ingresar a la escuela o salir de ella. No faltó el alumno que recomendara a los padres de familia que sus hijos presentaran el examen el próximo año escolar y que dejaran de ejercer presión “porque también nos perjudican y estamos en proceso de acreditación”.

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