Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Alfredo Arcos Castro

Ciudadanía participativa y responsable

 Una sociedad es justa, humana y generosa, si nosotros somos justos, humanos y generosos. El futuro de la sociedad depende directamente de la forma de actuar, individual o colectivamente. Todo proyecto político que tenga como fin el cambio, debe comprometer responsablemente a todos aquellos interesados en la transformación de su país o entidad federativa.

Todo proyecto político empieza con la vida personal, congruente y por lo tanto orientado por la conciencia. Al principio se tiene miedo frente a las dificultades ocasionadas por la amenaza de grupos o camarillas que sólo persiguen el lucro y dominio sobre los demás.

Después la conciencia, el aprendizaje, la lucha constante preparan al ciudadano o ciudadana que con conocimientos de causa y con acción quieren participar para el logro del bien general. La esencia de la vida en sociedad es la participación de cada uno en el interés público, el deseo de contribuir individual y colectivamente para el bien de la comunidad. Aunque estamos claros que existen fuerzas, grupos, personas y actitudes culturales que impiden dicha participación.

Para tratar de influir en el avance y desarrollo de la sociedad, las personas no necesitan ser agresivas, cerradas, autoritarias, posesivas o manipuladoras. La vida en sociedad y la política no deben considerarse como una arena de combate, como una lucha en un cuadrilátero, si esto es así, entonces la vida en sociedad será una pelea, un combate entre buenos y malos, en donde se culminará con un fin fatal, la eliminación del otro, del diferente.

No podemos seguir manejando la idea maniquea del mundo que desprecia a quienes tienen una idea o concepto diferente de la vida y la política. En donde el héroe sólo exige de los demás heroísmo pero sin ningún fin, sin ningún compromiso, sin ninguna obligación hacia los otros. Estas visiones lo único que crean es el odio hacia los demás. El fin último de este pensamiento es la pérdida del futuro.

Vivimos en una sociedad en donde el conflicto político y social constituye el fermento de la libertad entre las relaciones entre los hombres y mujeres. Miles de facciones luchan por sus intereses especiales, donde pareciera ser que el interés general no cuenta. Una sociedad donde el compromiso es la ley de la supervivencia. En ocasiones para no tener problemas nos separamos de la esfera pública, nos restringimos a la vida privada, nos alejamos del interés general, dejamos en manos de los que tienen más poder los destinos del país y esto no es correcto.

Para contrarrestar esta tendencia universal es necesario formar ciudadanos y ciudadanas activos que sientan responsabilidades frente a los demás en la sociedad. Ciudadanos tolerantes, activos, participativos y responsables. De estos ciudadanos requiere hoy México y Guerrero. Vale.

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