Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Señalan falta de atención médica en el segundo muerto por dengue hemorrágico

* El carpintero habitante de una colonia de la periferia del puerto falleció en Acapulco, en el Hospital General de la Secretaría de Salud

Alfredo Mondragón * El ama de casa Patricia Santiago Jaimes, esposa del carpintero Félix López Jiménez, la segunda víctima del dengue hemorrágico en Acapulco, que murió la madrugada del viernes en el Hospital General de la Secretaría de Salud, denunció “irregularidades” en la expedición del acta de defunción y que los médicos insinuaron que era drogadicto.

La desgracia llegó a la familia López Santiago debido a que el 3 de agosto falleció el padre del carpintero, Félix López Benito, de 57 años, quien según su nuera tuvo los mismos síntomas que su esposo, vómito y diarrea con hemorragias, dolores musculares y óseos, pero no fue atendido en un hospital. Ahora, María Jaimes Arce, de la misma familia, tiene síntomas febriles.

La viuda aseguró que en el Hospital General no le entregaron el acta de defunción original sino una copia que mostró –ilegible– en la cual no viene el nombre del médico que certificó la defunción, que incluso no portaba gafete y sólo consignó “choque endotóxico” por bacterias (infección).

La viuda solicita ayuda a las autoridades debido a que tuvo que vender su refrigerador, un equipo modular, el comedor y las sillas para llevar a su esposo al hospital e incluso debe 3 mil 500 pesos del ataúd a la funeraria, mil 800 del nosocomio debido a que pidió prestado para pagar y su hijo de 2 años, Víctor Alfonso necesita una operación en los testículos, que de no corregirse puede causarle cáncer.

La familia López Santiago vive en una casa rentada marcada con el número 3 de la unidad habitacional Sedesol 1, de la colonia Vacacional, creada para damnificados del huracán Paulina, entre una laguna y la colonia Arroyo Seco, incluso la propietaria, desde el 16 de agosto les había pedido que desalojaran porque no tienen para pagar 450 pesos de la renta.

Hace un año vivieron en la calle Actopan ubicada junto a la Zimapán de la colonia Progreso, donde hace una semana murió el joven Carlos Roberto Murga Rodríguez por choque de dengue hemorrágico e incluso se conocían.

Sin embargo, entre el personal especializado del Hospital General se comenta que fue “choque por dengue”, la fase más grave de la enfermedad debido a la “muy crítica” epidemia del puerto, pero la secretaria de Salud, Verónica Muñoz Parra, insiste que no ha habido decesos, en una reciente entrevista.

No obstante, por enésima ocasión se buscó al director del hospital, Marco Antonio Adame Aguilera, pero su secretaria de nombre Ruth, de quien sus compañeros afirman que estuvo internada hace dos semanas con dengue hemorrágico, reitera que “no se encuentra, ya se fue, está en una reunión, pero no dará entrevistas”.

La vecina Ana María Gaspar Pineda consideró que “la situación es difícil y desesperante porque las autoridades dicen que no hay dengue hemorrágico porque independiente de que haya o no deben de investigar porque en el acta pusieron unos datos y en el parte médico otra cosa; no porque sea pobre los van a dejar morir, que sean éticos”.

Gaspar Pineda asegura que el carpintero era una persona trabajadora, sana, sin vicios, que al llegar de sus labores jugaba con sus dos hijos, que nunca tuvo problemas con nadie y criticó que las autoridades de salud “en tres años jamás han ido a fumigar la unidad habitacional para combatir el mosquito” aedes aegypti.

La vecina Virginia Flores Flores, de la misma unidad habitacional, solicitó ayuda a las autoridades de Salud debido a que “hay pánico” en el lugar porque “hay muchos mosquitos y no han venido a fumigar”, incluso mostró un lugar donde se observó un exceso de insectos, incluso algunos aedes aegypti, cerca de su casa marcada con el número 9.

“Mi esposo entró por su propio pie al hospital sólo con dolor abdominal, vómito y diarrea(…), el jueves le pusieron una inyección y luego se puso peor, empezó a sacar sangre; se murió la madrugada del viernes; yo les grité en su cara a los médicos que ellos me lo mataron” que den las gracias que no tengo dinero porque si no le hubiera hecho la autopsia para saber qué cosa le hicieron”, señaló entre sollozos.

Entrevistada en su hogar, la viuda dijo que su esposo se empezó a sentir mal el día miércoles y presentaba diarrea, vómito, dolores abdominales, musculares, óseos y de ojos, pero que la médico, tras una breve revisión luego de “haberle tomado unas muestras de sangre” dijo que no tenía dengue y lo regresó a su hogar.

El jueves regresaron al Hospital General, porque a la víctima le faltaba el aire, volvieron a tomarle muestras de sangre para la prueba del dengue pero “el  doctor se secreteó con otro y sacaron una jeringa con un líquido parecido al agua, no traían el nombre ni gafete y la cajita de la medicina se la llevaron”.

“Luego mi marido me pidió que lo llevara al baño y empezó a sangrar y el vómito con sangre no le paraba, lo subieron al segundo piso cama 210. No lo dejé grave, le pusieron la manguera en la nariz, con sondas en el pene, él me dijo que desde que lo inyectaron se sentía peor”.

“Un doctor Adame me dijo que murió por dengue hemorrágico, que lo llevamos demasiado tarde; por eso dijo que ahí me lo mataron; en el acta no le pusieron; me quisieron enredar diciéndome que si mi marido era drogadicto o mariguano, el que lo atendió era un doctor chaparro, gordo, medio güerito pelo lacio de lado” que den las gracias que no tengo dinero porque si no le hubiera hecho la autopsia para saber qué cosa le hicieron”, señaló entre sollozos.

Entrevistada en su hogar, la viuda dijo que su esposo se empezó a sentir mal el día miércoles y presentaba diarrea, vómito, dolores abdominales, musculares, óseos y de ojos, pero que la médico, tras una breve revisión luego de “haberle tomado unas muestras de sangre” dijo que no tenía dengue y lo regresó a su hogar.

El jueves regresaron al Hospital General, porque a la víctima le faltaba el aire, volvieron a tomarle muestras de sangre para la prueba del dengue pero “el  doctor se secreteó con otro y sacaron una jeringa con un líquido parecido al agua, no traían el nombre ni gafete y la cajita de la medicina se la llevaron”.

“Luego mi marido me pidió que lo llevara al baño y empezó a sangrar y el vómito con sangre no le paraba, lo subieron al segundo piso cama 210. No lo dejé grave, le pusieron la manguera en la nariz, con sondas en el pene, él me dijo que desde que lo inyectaron se sentía peor”.

“Un doctor Adame me dijo que murió por dengue hemorrágico, que lo llevamos demasiado tarde; por eso dijo que ahí me lo mataron; en el acta no le pusieron; me quisieron enredar diciéndome que si mi marido era drogadicto o mariguano, el que lo atendió era un doctor chaparro, gordo, medio güerito pelo lacio de lado”.

468 ad