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La película, clara violación a los derechos ciudadanos, dice el arzobispo Aguirre Franco

Ossiel Pacheco * En un debate radiofónico, el arzobispo Felipe Aguirre Franco consideró que la película El crimen del padre Amaro, es un ataque a la religión que profesan el 90 por ciento de los mexicanos; en tanto, el editor de El Sur, Juan Carlos Moctezuma Rodríguez, defendió la producción y consideró que la cinta es una obra de arte. No obstante, la lideresa de una asociación católica, Maricela Ochoa, dijo que se trata de una obra del demonio.

Esto ocurrió en un polémico debate que se dio en el vespertino noticiario radiofónico Enfoque Informativo que conduce Héctor Nájera Apátiga, trasmitido por la estación Stereo Vida, de la cadena Radiorama de 2:30 a 3:15 de la tarde de ayer, día del estreno de la película El crimen del padre Amaro.

Aguirre Franco dijo que la cinta era una clara violación a las leyes que protegen a los derechos básicos de los ciudadanos, porque en el pacto internacional del derecho civiles y políticos firmado por México se establece que como apología del odio nacional, racial o religioso, se constituya la hostilidad a la violencia será prohibida por la ley.

“Es una agresión a la fe católica de principio a fin de esta película. En el artículo 3 de la ley religiosa de culto público dice que el Estado no deberá pretender ningún tipo de preferencias o privilegio a favor o en contra de religión alguna, la filmación de esta película fue apoyada con fondos del gobierno federal a través del Conaculta”, argumentó.

En tanto, el editor de la sección de cultura del periódico El Sur, Moctezuma Rodríguez, presentado por el locutor como investigador cinematográfico, dijo que la película, precedida de una polémica internacional, va a presentarse como un producto artístico, “es el trabajo de un joven cineasta Carlos Carrera, quien ganó un premio en el festival de Cannes en Francia, con un cortometraje”.

“Es un artista que utiliza el discurso cinematográfico para plantear ciertas situaciones. Ha dicho que su intención no es ofender a la Iglesia católica, simplemente su intención es narrar la historia del padre Amaro, el drama que vive como persona, al tiempo que pertenece a una institución tan poderosa, tan amplia, con tanto poder en la mente de millones de mexicanos”, defendió.

Consideró que película plantea un discurso de corte humano, aunque admitió que es raro ver películas mexicanas en donde un cura sea la parte central de la cinta. “Los tiempos que estamos viviendo ahora merecen revisar muchos temas guardados, pero que tienen que ver con este México nuestro”, dijo.

En tanto la lideresa católica Maricela Ochoa, admitió que es una película polémica, que molesta a los católicos, “debe atemorizarnos esta película, porque la Virgen María, cuando se apareció en Fátima en 1917, dijo que el demonio estaría dirigiendo al mundo, sembrando odio. Esta película está dirigida por el demonio”.

Llamó a los católicos a la unidad para evitar ir a ver la película en las salas cinematográficas, porque es reprobable.

Punto neurálgico en la polémica, la escena donde el padre Amaro, protagonizado por el actor Gael García Bernal tiene sexo con la catequista envuelto en la túnica de la Virgen María, Moctezuma dijo “no lo hicieron en el manto de la Virgen, es una tela que se hizo para cubrir a una Virgen, todavía no tenía designio de carácter divino, es solo un pedazo de tela, que no quitan a la Virgen”.

El conductor preguntó al arzobispo sí la Iglesia ha provocado la perdida de respeto. Aguirre respondió que estos tiempos se han caracterizado por el relativismo moral, pero “hay normas que son para todos, las marca la misma ley natural difundida por Dios, el decálogo de los mandamientos.

El arzobispo dio a conocer que el Episcopado vio la película y pidió a algunos dueños de los cines, abstenerse de esa ganancia indebida, “es un pecado de omisión que los obispos guardáramos silencio, sabemos que hay el riesgo de hacer más propaganda, pero es riesgoso dejar el asunto solo en Pro-Vida un grupo al que todo mundo tacha de intransigentes”.

En tanto el editor de El Sur, respondió que la Iglesia está en su derecho de adoptar esta medida, sin embargo, consideró riesgoso el censurar o prohibir este tipo de manifestaciones artísticas, “en lo personal no se me hace la mejor película de Carlos Carrera, está película es la segunda mejor cinta de este director al retratar, como hablaba el señor Aguirre, de una moralidad ambivalente”.

“Se trata de esta doble moral que siempre manejamos, en términos religiosos, esa moral tendría que tener un gran peso el caso del padre Amaro, al hacer el amor con una muchacha que lo termina por hundir, pero al abordar el tema del aborto, resulta lo más para la Iglesia”, consideró.

Moctezuma se deslindó de la Iglesia, “porque tengo que defender la libertad de expresión de cualquier ciudadano, pero creo en la libertad de expresión que tiene la Iglesia, estoy de acuerdo en que se exhiba la película y que sea la gente la que decida si la ve o no”.

Sin embargo, Aguirre Franco reviró: “Es un abuso de la libertad, decía Voltaire cuantoso crímenes se han cometido en tu nombre. No se puede en nombre de la libertad de expresión atacar ni a las instituciones, ni a las personas, tal como lo estipula el pacto internacional de derechos civiles. Es un ataque frontal, no es que se exhiba el arte. El arte mismo por el arte, no es moral”.

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