Marcial Rodríguez Saldaña

Los rumores electorales

 Las campañas electorales, cada vez se vuelven más interesantes. La mercadotecnia electoral se expresa en todo su esplendor, resultado de los estudios teóricos que se combinan con la praxis política.

Los rumores, en la vida cotidiana de la polis son parte de la cultura popular, son una manera de comunicación que va corriendo a veces de persona a persona, de grupo a grupo o masivamente a través de los medios; son como un ruido desconocido porque no se sabe de dónde viene, pero que sin embargo se desplaza a veces aturdiendo a la gente.

El rumor es una aseveración que cuando se masifica se vuelve incierto, porque se ignora su origen y se desconoce su destino y el daño que puede provocar.

En el pasado hubo rumores en materia electoral que se quisieron convertir en verdades: ¿Para qué votamos, si ya sabemos quien va a ganar? Con ello se fomentó el ausentismo electoral y se procreó la idea de que el PRI era un partido invencible, pero al paso de los años, se demostró por los propios ciudadanos que no era así y la oposición al partido oficial empezó a ganar municipios, luego gubernaturas y finalmente la Presidencia de la República, acabando con el rumor hecho el mito, de que nunca se le podía ganar en las urnas al PRI.

Los tiempos políticos han cambiado, antes el PRI hacía correr los rumores para mantenerse en el poder, ahora los difunde para recuperarlo. En Acapulco, ante la permanencia de Alberto López Rosas desde hace meses en el primer lugar de las preferencias electorales y muy distante el candidato del PRI a la Presidencia Municipal, se quieren correr toda suerte de rumores para confundir a la población.

El más común y tradicional fomentado desde los círculos del poder estatal: “ya se vendió” y hasta se manejan cifras de millones de pesos. Tanto han querido pervertir la política, como forma de convivencia y armonía social, que se quiere matar la esperanza de cambio, acabar con la credibilidad que López Rosas se ha ganado al paso de los años, con su labor profesional, con su firmeza política y con su compromiso social.

Quienes estamos comprometidos con la transformación democrática de la sociedad y con el proyecto político que encabeza Alberto López Rosas, no dudamos de su integridad política, los rumores los percibimos como medidas de desesperación, formas que denigran las campañas electorales ante la inminente derrota electoral del candidato del PRI en Acapulco.

En el campo de la “rumorología electoral”, es como si se dijera que el candidato del PRI ya se derrotó de antemano porque como él lo ha señalado, no hará cierre de campaña electoral por temor a su poca capacidad de convocatoria; o que el nombramiento de su coordinador de campaña, es para asegurar su segundo fracaso, pues no quisiera verlo como un potencial adversario en el 2005; o que los adversarios del gobernador con más presencia en Acapulco encabezados por Angel Aguirre y Manuel Añorve están interesados en que no se fortalezca el Ejecutivo estatal; o que los electores no votarán por el candidato del PRI porque no quieren volver al pasado que representa la corrupción institucionalizada.

Ojalá que en bien de la cultura política y democrática, se dejen atrás los rumores y las campañas electorales en Acapulco y Guerrero se orienten la presentación de propuestas.