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Recuerdan al Vicente Guerrero mártir y militar en aniversario de su natalicio

Xavier Rosado * El 220 aniversario del natalicio del militar y presidente de la república, Vicente Guerrero, fue celebrado el viernes en Acapulco con un panel en la sala de maestros de la Universidad Americana de Acapulco en donde escritores e historiadores hablaron en torno al prócer.

El panel estuvo conformado por el periodista e historiador, Humberto Tejedo del Castillo, el cronista de Acapulco, Alejandro Martínez Carbajal y los historiadores y catedráticos Moisés Jiménez Alarcón y Herminio Chávez Guerrero.

Todos ellos han dedicado parte de su carrera a conjuntar documentos que clarifiquen detalles sobre la vida del héroe nacional.

Unas 40 personas asistieron al acto en el que se abordaron temas de la vida pública de Vicente Guerrero. Herminio Chávez Guerrero, autor del libro Vicente Guerrero, Atrincheramientos y de una biografía de Ignacio Manuel Altamirano, destacó las ubicaciones del insurgente durante su lucha en contra del imperio virreinal.

“Al estudiar la vida del señor general don Vicente Guerrero, de inmediato saltan a la vista dos épocas críticas, las dos a cual más llenas de peligros, sobresaltos, ayunos, desvelos, traiciones, sólo llevaderas por su templado carácter y resuelta voluntad”, comenzó Tejedo del Castillo.

Dijo que el límite de estas dos épocas cruciales de su existencia fue el año de 1824, cuando tuvo lugar la consumación de la independencia nacional. Detalló que hasta antes de aquel año, concentró su actividad en lograr la libertad de la patria; después, ya libres los mexicanos, fue víctima de la ambición de poder de los antiguos realistas encabezados por Anastasio Bustamante, quienes le usurparon la presidencia de la República ordenando su muerte y el héroe perseguido, para salvar la vida, volvió al sur, viéndose obligado a empuñar las armas con el fin de restablecer el gobierno legal.

“En ambas épocas da sobradas muestras de valor, de astucia, de maestría en el arte de la guerrilla. Si cuenta con hombres y elementos se enfrenta sin vacilación al enemigo; si no los tiene, hace uso de su detallado conocimiento de la Sierra Madre del Sur, buscando en sus inmarcesibles cimas la seguridad de él y de los que lo acompañaban. Buen discípulo de Morelos, mucho aprendió de él en la construcción y defensa de los atrincheramientos de El Aguacatillo y El Veladero”, narró Chávez Guerrero.

El cronista Alejandro Martínez Carbajal centró su plática en ilustrar datos sobre la ejecución del caudillo suriano, efectuada el 14 de febrero en la población de Cuilapan, cerca de la capital de Oaxaca.

“Todo 1830 fue de encuentros furiosos de ambas fuerzas. El presidente Anastasio Bustamante que había desconocido la presidencia de Guerrero, por conducto del ministro de guerra José Antonio Facio, pagó 50 mil pesos en oro al capitán del barco genovés Colombo, Francisco Picaluga, quien se comprometió a entregar a Vicente Guerrero”, narró Martínez Carbajal.

“El 15 de enero de 1831, el navegante invitó a comer a Guerrero y a un grupo de amigos a su bergantín que se encontraba anclado en Acapulco, lo declaró su prisionero y lo llevó a Huatulco, donde lo entregó al capitán Miguel González que con una fuerte escolta condujo al prisionero a Oaxaca, le forman un consejo de guerra sumario y lo condenan a muerte”, finalizó el historiador.

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