Evangelizar en la sierra para combatir la violencia, plantea el arzobispo

Maricela Santos, corresponsal, Petatlán * Durante la ceremonia de designación de monseñor Gregorio Bello Carranza como rector del Santuario del Padre Jesús de Petatlán, el arzobispo Felipe Aguirre Franco llamó a los nuevos vicarios a trabajar especialmente en la sierra para disminuir la violencia en esta región.

“Que ya no se usen los R-15, los cuernos de chivo, que no haya asesinatos, secuestros, enfrentamientos, asaltos ni violencia”, fue la recomendación principal que hizo en Petatlán el arzobispo durante la ceremonia en la que designó al párroco de El Coloso de Acapulco, Emmanuel Villalobos Luna, como nuevo párroco del Santuario Diocesano del Santo Señor de Petatlán, en dónde el popular “Padre Goyito” también fue designado como sacerdote canónico penitenciario con facultad para perdonar algunos pecados reservados al obispo como el aborto, la profanación de la sagrada eucaristía y la simulación de sacramentos.

Ante casi mil fieles de Petatlán y de las parroquias de El Coloso en Acapulco y Tenexpa, el arzobispo urgió a evangelizar la sierra para acabar así con manifestaciones de violencia y fortalecer la feligresía.

El padre Goyito, Monseñor Gregorio Bello Carranza, nació el 25 de mayo de 1913 en Chilapa. Ingresó al seminario diocesano de Chilapa en 1928, se ordenó presbítero en 28 de octubre de 1938. Fue profesor del seminario de la Inmaculada Concepción de María de 1938 a 1947 y entre sus alumnos se encontraba quien sería posteriormente el primer arzobispo de Acapulco, Rafael Bello Ruiz.

Fue enviado como párroco hace 55 años al Santuario Diocesano del Santo Señor de  Petatlán y al mismo tiempo estuvo al frente de la parroquia de San Pedro Apóstol desde el 4 de octubre de 1947 por órdenes de monseñor Leopoldo Díaz Escudero. Bajo su ministerio se reconstruyó el santuario del Padre Jesús de Petatlán el cual fue destruido por los sismos provocados por la erosión del volcán Paricutín. En este lugar fundó el Centro Cultura y fue nombrado Consultor Diocesano por el obispo José Pilar Quezada Valdés, para finalmente ser designado monseñor el 14 de octubre de 1985.

Aguirre Franco dijo que como “Iglesia sabemos que hay un arma que sin derramamiento de sangre, sin machetes, sin pistolas, sin cuchillos, sin R-15 y sin metralletas, podemos dar la revolución transformadora en la sierra cuando evangelicemos de verdad para derribar los muros de la violencia, del odio de los enfrentamientos, de los secuestros, de las enemistades, del derramamiento de sangre y de la siembra de estuperfacientes… en lugar de la siembra de estuperfacientes debemos hacer la siembra del evangelio para tener un reino de paz, de justicia de amor, de fraternidad y de acciones solidarias”.

Al preguntarle acerca de su postura respecto a los asesinatos políticos ocurridos en esta última semana en Guerrero, el arzobispo aprovechó para anunciar que está elaborándose un documento para hacer un taller sobre democracia para que nos dispongamos en nuestros grupos con la pregunta ¿Por quien votar?, pero la idea es que ellos se capaciten para saber por quien votar en forma conciente, libre, secreta y responsable”.

Informó que el jueves ofreció una misa “por los hermanos de la Luz del Mundo que fallecieron en el accidente” del miércoles cuando iban a una peregrinación a Guadalajara. Dijp que en Guerrero se tiene un 89.19 por ciento de profesión católica.