Lee sus cuentos el autor Federico Vite para despedirse de Acapulco

Xavier Rosado * El escritor acapulqueño Federico Vite, uno de los ganadores del concurso de cuento José Agustín, leyó ayer cuentos de su autoría en el teatro Domingo Soler en un acto que le sirvió para despedirse de Acapulco.

Acompañado por el guitarrista Víctor Trujillo y con la participación actoral de Iris García Cuevas, Vite leyó ante una audiencia de 20 personas sus textos Mademoiselle Coñag elevó su canto al cielo mientras el pornógrafo la dibujaba, Lolita es un decir, El encanto de la monotonía, Primero es tacto y Las Cartas.

Con luces naranjas y rojas iluminando la escasa escenografía, una mesa para sus textos y una silla para el guitarrista, tirando las cenizas de sus cigarros en un vaso de plástico, Vite exhaló textos en los que destacan los temas del erotismo, el amor, el sadismo, el deseo, el olvido, la bohemia y la pasión.

En el cuento Las Cartas, se unió a la voz del escritor la lectura y actuación de Iris García Cuevas, quien interpretó a uno de los personajes, Javier, quien a través de escritos escondidos, manifiesta su amor a Elisa, la esposa de su padre y la consecuente infidelidad a Lilia, su mujer.

En el cuento corto Mademoiselle Coñag elevó su canto al cielo mientras el pornógrafo la dibujaba, la protagonista es una prostituta desmembrada, el autor ilustra de forma erótica las escenas de intimidad entre ella y un dibujante que se solaza en su dolor, hace escarnio de su cuerpo tullido regalándole un piano y presencia por accidente el intento de suicidio de la mujer.

En la narración, el dibujante se dirige con humor al gremio de los pornógrafos y describe la forma en que la prostituta se inmola clavándose una daga en la garganta poniendo fin a una de sus pocas facultades más admirables: su voz.

Los otros cuentos de Vite describen momentos diversos como la soledad, la monotonía, el tacto autocomplaciente, la bohemia del jazz y las desveladas en el cuento Primero es tacto y la historia del color verde mar en Mar sin fondo.

Antes de leer el segundo cuento Vite mencionó que todos son trabajos inéditos y dijo: “Si existe algún editor que ofrezca sus servicios, estoy disponible”.

Se organizó esta lectura con el apoyo del Patronato del Teatro Domingo Soler para recabar fondos para el viaje del autor que se desplaza a la ciudad de Querétaro para tomar un curso con la Sociedad General de Escritores de México.

Con los diez pesos que costó la entrada y las veinte personas que asistieron a la lectura, el autor juntó 200 pesos para su viaje.

Después de la lectura, Vite expresó su desilusión por Acapulco, dijo que la situación está de la chingada aquí, que ni siquiera existen buenos críticos “que te puedan decir en qué estas mal”.