No hubo recibimiento para la Virgen de los Mares en Ciudad Altamirano

 *Saldrá de ahí este martes, después de la celebración de una misa en su honor a las 7 de la mañana, hacia Petatlán, y luego hacia Tecpan y Atoyac

 Gregorio Urieta, corresponsal, Altamirano * La llegada de la Virgen de los Mares pasó inadvertida para la población de Altamirano, en Tierra Caliente, debido a que llegó antes de la hora programada, y a diferencia de Taxco, Cuernavaca e Ixcateopan, en esta ciudad no tuvo recibimiento de los feligreses.Custodiada por el motociclista Lenin Gutiérrez Ortiz, de la Confederación Internacional de Motociclistas y Oficiales de la Policía Federal de Caminos, la Virgen de los Mares llegó a esta localidad a las 4 de la tarde, cuando su llegada estaba programada para las 6. A esa hora, sin embargo, no había feligreses que la recibieran, pues había una misa a las 7 de la noche.Transportada en una camioneta tipo Pick up, propiedad de Mario Treviño Díaz, la Virgen marina estuvo casi dos horas arriba del vehículo que la transportó desde Taxco, hasta que a las 6 de la tarde, con la presencia del párroco de la catedral de la diócesis de Altamirano, Arturo Pérez Bringas, solicitaron el apoyo de algunas personas que estaban en el zócalo para cargarla e introducirla a la catedral, para que fuera contemplada por los creyentes.Mario Treviño Díaz, del Comité pro Restauración de la Virgen de los Mares, informó que  la imagen fue bendecida por el Papa Juan Pablo II hasta en dos ocasiones: una cuando canonizó a Juan Diego, pues la Virgen de los Mares estaba a un lado, y la otra cuando le tocaba ex profeso.La Virgen de los Mares –dijo Mario Treviño Díaz– es una réplica de la que fue sumergida en días pasados en Acapulco, a la que sustituirá en ese lugar.La virgen original será limpiada y restaurada y será colocada en el mismo sitio, pero fuera del agua, en el islote de la Yerbabuena.La escultura actual está fundida en bronce de doce milímetros de espesor, el doble de la virgen original, que data de 1958.Se espera –dijo– que ésta dure lo doble que la anterior.Tiene un peso de 700 kilogramos y será sumergida el próximo día 18 de agosto, después de una misa programada para esa fecha que oficiarán el nuncio apostólico Giusseppe Bertello y el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco.La misa será a las 10 de la mañana en el salón Teotihuacan del Centro de Convenciones, y tendrá como objetivo la clausura del año Jubilar por el 357 aniversario del martirio del beato acapulqueño Bartolomé Díaz Laurel.La Virgen de los Mares saldrá de Altamirano este martes, después de la celebración de una misa en su honor a las 7 de la mañana, hacia Petatlán, donde será recibida y después saldrá hacia Tecpan y Atoyac, y si hay algunas parroquias que soliciten su presencia, allá estará, dijo Mario Treviño Díaz.La parada en TaxcoClaudio Viveros, corresponsal, Taxco n En su recorrido por algunos municipios del estado, la Virgen de los Mares estuvo en Taxco por 15 horas, entre las 6 de la tarde del domingo y las 9 de la mañana de ayer lunes, para seguir su camino rumbo a Acapulco.Si en domingo de plaza cientos de fieles la recibieron con júbilo y participaron en la misa con devoción, donde amenizaron con cohetes, coronas y toritos, su despedida durante la mañana de ayer fue fría debido a las lluvias que se presentaron la noche y la madrugada de ayer.Luego de haber estado presente en el municipio de Ixcateopan, la imagen pernoctó en la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, donde la recepción dominical fue una ceremonia litúrgica festiva que abarcó parte de la plaza Borda, aun cuando buena parte de la población de la ciudad desconocía de su llegada.

Las estampas y revistas con imágenes e información de la Virgen fueron muy solicitadas, incluso la gente se acercó a tocarla.“Es la que bendijo el Papa y se va para Acapulco”, se escuchaba. “Yo la ví cuando venía de Ixcateopan, por El Gigante, iba casi junto a la combi en la que viajábamos y llegamos igual al zócalo”, comentó una señora.Ayer mismo se llevó a cabo una misa de despedida a las 7 de la mañana, en la que hubo poca afluencia de feligreses. La ceremonia litúrgica la encabezó el sacerdote a media penumbra y ni el sonido local funcionó por falta de energía eléctrica.Al terminar la misa, ocho campanadas indicaron la hora. El cura pidió entonces el apoyo de 10 voluntarios para cargar la virgen y trasladarla al exterior. El peso de la Reina de los Mares hizo que los movimientos al interior de la parroquia, con piso de duela encerada, fueran a rato lentos o rápidos, debido a la inexperiencia de los espontáneos cargadores, pero salieron adelante con las indicaciones de los buzos Mario Treviño y Alberto El Delfín Fares, responsables del recorrido, y un miembro de la Confederación Internacional de Motociclistas y Policías de Caminos.Ya afuera, sin el trajinar acostumbrado de docenas de vehículos que atestan el centro histórico o vendedores ambulantes, acercaron la camioneta Ford F150 XL, color verde, para subirla y colocarla con los correspondientes seguros y continuar el recorrido rumbo a Altamirano.