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Dejó el Papa mayor compromiso por la liberación y dignificación indígena

* El Papa urgió a la Iglesia de México a atender las necesidades de los indígenas, y a apoyar sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico, explicó Aguirre Franco a los católicos acapulqueños

Ossiel Pacheco * El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, en la catedral de Nuestra Señora de la Soledad dijo en su homilía que la quinta visita del Papa Juan Pablo II a México, “nos comprometió a esforzarnos más por la dignificación y liberación de los indígenas según el Plan de Dios, siempre por medios pacíficos”.

Ante fieles católicos que asisten a misa los domingos, el arzobispo Aguirre Franco reconoció que la canonización de Juan Diego y la beatificación de los mártires de Cajonos, Oaxaca, por sí sola no cambia la suerte de las etnias, pero son impulso para que todos “nos esforcemos más por su dignificación y liberación”.

Aseguró que con la quinta visita del Papa a México, “un regalo de Dios”, significa una verdadera y auténtica reivindicación de los indígenas.

Dijo que el Papa urgió a la Iglesia de México a atender todas las necesidades de los indígenas, tal como Jesús lo ordenó a sus apóstoles, “nos dijo que en particular es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico”.

Se refirió a la frase pronunciada por el Pontífice en su homilía en la Basílica de Guadalupe después de canonizar a Juan Diego, “¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!” y recordó además que Juan Pablo II encomendó a la intercesión de San Juan Diego los gozos y las esperanzas, los temores y angustías del pueblo mexicano.

Desde el púlpito, Aguirre Franco dijo que para superar las condiciones de vida, el Papa “nos encomendó a todos la noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, pues esta noble tarea requiere de la colaboración de todos”.

“¡Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico”, citó el arzobispo de nueva cuenta al Papa en su mensaje dominical.

También recordó la recomendación que el Papa Karol Wojtyla hizo a los gobernantes y súbditos “que todos actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz”.

Señaló que el Papa fue un alimento para el espíritu, ante las muchedumbres sedientas y hambrientas de Dios, a las cuales, dirigió su palabra, consoladora por una parte a cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia.

“El Papa haciendo por un lado sus dolores corporales, quiso hacer esta visita para expresar no sólo su cercanía con nuestra patria, sino en particular con los indígenas. El Papa les expresa su cercanía, su profundo respeto y admiración y los recibe fraternalmente en nombre del Señor”, dijo.

Y asentó que Juan Pablo II al ensalzar la figura del indio Juan Diego, deseó expresar la cercanía de la Iglesia y del Papa hacia los indígenas, “abrazándolos con amor y animándolos a superar con esperanza las difíciles situaciones que atraviesan”.

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