Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jeremías Marquines

APUNTES DE UN VIEJO LEPERO

 Una carta

En su tercer informe de gobierno, el gobernador René Juárez dice –entre muchas otras– una gran mentira, asegura que como resultado del convenio que firmó a finales del año pasado con la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, se ha beneficiado a diferentes creadores a través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias PACMYC, cosa no cierta, porque hasta ahora, los que presentaron proyectos y fueron aprobados, no han recibido el apoyo económico que les corresponde.

Además, A mitad del camino, como el gobernador llama a los tres años de su mediocre administración, los apoyos a las actividades de desarrollo cultural, prácticamente han desaparecido. Juárez Cisneros ha sido incapaz y no ha querido aportar los recursos económicos para instalar el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (Foeca), al que está obligado por el mencionado convenio con el Conaculta. Van tres años que los creadores del estado han visto frustrada su aspiración de contar con los recursos suficientes para desarrollar proyectos orientados al desarrollo artístico individual y colectivo. Así como de aspirar a una mejor capacitación a través de los programas que el Conaculta ofrece a los estados a través de la red nacional de creadores, porque el gobernador se ha negado a entregar la parte de dinero que le corresponde para estos programas –que beneficiarían a muchos creadores jóvenes– se apliquen. Ya va más de la mitad de este año, y por ningún lado se ve la intención, por parte de este gobierno estatal, de que el Foeca pueda integrarse en los meses que restan.

Así las cosas, tan está en el abandono todo lo relacionado con la actividad cultural en el estado, que este gobierno y el IGC no difundieron la convocatoria del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, un programa del Conaculta que aportó más de 10 millones de pesos para apoyar a los estados, municipios y a la sociedad civil organizada en sus tareas de remodelación, rehabilitación, equipamiento y creación de nuevos espacios dedicados al desarrollo de las actividades artísticas y culturales en el país.

Los más de 10 millones se repartieron en 11 estados y 26 municipios que presentaron en total 24 proyectos, pero el estado de Guerrero, tan necesitado de espacios culturales, rehabilitación y equipamiento de los que hay, no presentó ningún proyecto.

Los proyectos que se aprobaron serán para la construcción de centros culturales, teatros, museos, escuelas de arte, casa de cultura, formación de bandas musicales y la integración de acervos culturales, pero todo esto será en otros estados, aquí, por la flojera y la apatía del gobierno estatal, de la directora del IGC, y también de los creadores y promotores locales, no habrá nada.

Por todo esto y más, esta semana escribí una carta que envié a algunos diarios del país, al Conaculta, a la Presidencia de la República, al Congreso federal y a algunos columnistas amigos; alguno quizá la retome, y si no, pues ya están enterados. La carta es la siguiente:

Vicente Fox Quesada, presidente de la República.

Sara Bermúdez, presidenta del Conaculta.

René Juárez Cisneros, gobernador del estado de Guerrero.

A ciudadanos interesados.

Señor presidente Vicente Fox: quizá usted no sepa pero tampoco le interese, que existe un estado del país que se llama Guerrero, sí, como el héroe ese de la Independencia y que, aquí en Guerrero, aparte de las cosas que ya todo mundo sabe que hay: playas hermosas, prostitución infantil y hasta de la tercera edad, cólera, dengue hemorrágico, funcionarios que se roban el presupuesto público, altos indicadores de analfabetismo, reaparición del paludismo, narcotráfico, caciques protegidos por el Ejército, mortalidad infantil por desnutrición, y la policía más corrupta y criminal del país, también hay un puñado de personas que aún creemos que los guerrerenses no sólo sirven para trabajar en las maquiladoras y los hoteles, sino que aun, con todas las carencias, son capaces de crear expresiones que rescatan y dan sentido a la maltrecha condición humana: literatura, pintura, escultura, arte popular, música, danza, etc,.

Presidente Fox, quizá usted, que todo lo sabe y todo lo ignora, no esté enterado que, desde hace tres años, exactamente, desde que asumió la gubernatura el señor René Juárez Cisneros, las actividades y el presupuesto público para la promoción, difusión, apoyo a la formación artística y patrimonio cultural y artístico casi ha desaparecido en este estado.

Desde entonces, hasta el tiempo actual, los únicos y escasísimos recursos que el Congreso local ha dispuesto para el fomento cultural, se destinan, en su mayoría, al pago de los músicos de la onerosa filarmónica del estado –creada por capricho del extinto gobernador José Francisco Ruiz Massieu–, así como para dos actividades mediocres que el gobierno estatal efectúa y que cada año fracasan más: la semana altamiranista y las jornadas alarconianas.

Así también, desde hace tres años, el gobierno de René Juárez canceló el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (Foeca), un programa mancomunado de los gobiernos federal y estatal que se aplica en todos los estados del país, menos en Guerrero porque el gobernador se ha obstinado en no entregar la cantidad de dinero que le corresponde para que funcione este programa (unos 3 millones), pese a existir el convenio de colaboración que a finales del año pasado firmó con la titular de Conaculta Sari Bermúdez. Sin embargo, sí pagó a un “empresario” local varios millones para que editara una lujosa versión de El Quijote, (a la que el Conaculta le dio un premio) en un estado número uno en gente que no sabe leer, y que actualmente regalan en cada acto oficial del gobernador.

La falta de estos recursos ha evitado que no se lleven a cabo los programas de becas para jóvenes creadores, de fomento a la lectura, de formación artística, de apoyo a proyectos editoriales, etc., lo que ha contribuido al incremento del atraso cultural y artístico de Guerrero respecto a otros estados del país.

Pese a todos estos abusos, la directora del Instituto Guerrerense de la Cultura, Sonia Amelio, todavía se atreve a utilizar para su beneficio personal la lastimosa infraestructura de esa dependencia desde donde trafica influencias con el Conaculta para promover su languidecente carrera como bailarina. Todo esto, sumado a una Universidad Autónoma de Guerrero que tampoco promueve ni genera cultura.

Señor presidente, los creadores guerrerenses no piden ninguna dádiva, son creadores de bienes y servicios culturales, y es obligación constitucional del Estado mexicano la promoción y el apoyo a la cultura y el arte.

Lo que se demanda para un estado como éste, donde los recursos públicos desaparecen sin dejar rastro, es más exigencia en el cumplimiento de las políticas de Estado en materia de apoyos artísticos y culturales, así como su correcta aplicación por el gobierno estatal.

Un gobernador como René Juárez no puede andar pidiendo más recursos al gobierno federal, sin antes haber cumplido con administrar bien y en beneficio de todos los guerrerenses los recursos públicos que se le han encomendado. Y en el apoyo para la cultura y el arte en el estado, ha fallado. Firma como responsable yo mero, porque a otros no les interesa este asunto.

La contra: La obstinación del candidato del PRD a la alcaldía de Acapulco, Alberto López Rosas por imponer como primer síndico al ex rector Marcial Rodríguez Saldaña ha prendido focos rojos en las corrientes universitarias de la UAG.

Varias de estas agrupaciones, incluidos algunos del grupo que regentea Armando Chavarría, no apoyarán la candidatura del perredista a quien acusan de falta de sensibilidad al menospreciar la propuesta de Eloy Cisneros y privilegiar al ex rector quien se destacó por su participación y apoyo al sucio proceso electoral que instaló a Nelson Valle como rector de la UAG.

Acusan a López Rosas de no escuchar más opiniones que la de Marcial, quien ha impedido que otros grupos de la UAG se acerquen y le presenten propuestas de apoyo electoral al candidato, razón por la cual, aseguran, se sumarán ya sea a Luis Walton o a cualquier otro candidato con más sensibilidad y con menos arrogancia.

En el mismo sentido son las voces de inconformidad que se mueven entre la base de bajo del perredismo, pero que sólo son perceptibles para quien tenga un poco de oído sensible, ganas de escuchar y corregir para evitar el fantasma del voto de castigo, que dicen, ya ronda. Ahí tá la cosa y la advertencia.

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