Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El tornado de Coyuca de Benítez fue como en las películas: testigos

* Era como una culebra, un remolino que se veía desde el piso hasta el cielo y levantaba las cosas en el aire, narra un trabajador del hotel del sindicato de maestros

Alfredo Mondragón, Coyuca de Benítez * “Fue un tornado, aquí nunca se había visto, sólo en las películas gabachas; un huésped se metió debajo de un carro, se oía feo por el tras, tras, tras, el clin, clin, clin de los cristales, porque traía piedras, palos, tejas” narró Antonio Galeana Benavidez, trabajador del hotel del sindicato de maestros, testigo presencial del extraño fenómeno que se suscitó la noche del lunes en el poblado de Los Mogotes.

“Estaba con mi familia en la casa y escuché un fuerte ruido, pensé que se estaba saliendo el mar, luego el techo de la casa voló, algunas tejas fueron a dar hasta la laguna” narró el pescador Andrés Ozuna Valdés, testigo y afectado del extraño fenómeno meteorológico que le dañó su vivienda, su cocina y el patio de la sede de la cooperativa de pescadores a la que pertenece.

La noche del lunes un singular fenómeno, definido por testigos como un torbellino o culebra de agua, dejó un turista lesionado, 11 viviendas sin techo, 30 árboles derribados, una barda de 300 metros derrumbada y ocho automóviles con daños en los parabrisas y lámina, en el poblado de Los Mogotes, entre el centro de diversiones El Castillo de Los Moyis y el hotel del sindicato de maestros del Estado de México.

“Tengo 50 años viviendo en este lugar, han pasado huracanes, ciclones, tormentas y nunca había pasado algo igual; era como un tornado, no traía agua, era puro viento, fue cosa de segundos; arrancó árboles desde la raíz y tumbó el techo a varias casas, mire” mostraba Andrés Ozuna los daños que causó el torbellino a su vivienda.

Según explicación de ambos testigos, el “torbellino” entró desde el sur por las playas de Píe de la Cuesta, pegó atrás del Castillo de los Moyis, luego al hotel del sindicato de maestros, cruzó la carretera federal Acapulco–Zihuatanejo, destruyó techos de algunas casas humildes y se perdió en la laguna, entre los manglares, formando una diagonal hacia el norte.

El torbellino levantó tablas, tejas, árboles y otros objetos, quebrando el parabrisas a 8 vehículos que estaban en el estacionamiento del hotel de los profesores y quebró ventanas de tres habitaciones, pero a 30 habitaciones más les desprendió parte del techo y los daños fueron calculados en 50 mil pesos sólo en la hospedería.

“Estaba platicando con el velador aquí en el estacionamiento, cuando vi atrás de la barda del hotel que era una culebra, blanca, redonda, lo que es un remolino, como las de agua, se veía desde el piso hasta el cielo. El velador le echó la luz con la lámpara y dijo que era un tornado, entonces nos metimos corriendo aquí (oficina administrativa) y vimos como levantaba las cosas en el aire” dijo Galeana Benavidez.

“Entonces empezamos a escuchar el desmadre que traía el remolino en la barda, fue cosa de fracciones de 30 a 40 segundos, nada más, y vino la calma, se fue a la laguna y se acabó; luego encontramos botes de basura hechos pedazos, restos de tablas” agregó.

Relató como un pedazo de madera en forma de lanza “que traía el tornado desde los Moyis entró por la ventana de esta habitación, pegó en el aluminio, se llevó el mosquitero y por poco mata a una huésped, le cayeron pedazos de vidrio en el cuerpo; lástima que no teníamos una cámara porque jamás había pasado algo así”.

468 ad