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En Los Piloncillos, se compromete el fiscal a buscar a los responsables de la masacre

* Carrillo Prieto visitó las seis tumbas de los campesinos asesinados el 24 de abril de 1973 * Estuvo acompañado por ex guerrilleros y familiares de desaparecidos

Francisco Magaña, corresponsal, Los Piloncillos, sierra de Atoyac * Se compromete el fiscal especial para movimientos sociales y políticos del pasado, Ignacio Carrillo Prieto, ante viudas y familiares de los campesinos asesinados en ese lugar, a investigar y castigar a los responsables de este delito cometido el 24 de abril de 1973.

En la visita de Carrillo Prieto, custodiado por efectivos de la policía preventiva del ayuntamiento de Atoyac, los habitantes de esta población enclavada en la sierra, donde vivió un tiempo Juan Alvarez, los lugareños exigían en una manta color blanca con letras manuscritas, al presidente de la República Vicente Fox, la reconstrucción del camino hasta el entronque de Los Piloncillos, el cual presenta ya deslaves como consecuencia de las lluvias en esa zona, la instalación de un centro de Salud y apoyo inmediato a la cafeticultura, actividad principal de los habitantes.

Antes del arribo Carrillo Prieto, personal de la Fiscalía Especial alterna de Atoyac, montó en el lugar donde fueron asesinados los seis campesinos seis cruces de madera con flores típicas de la región, las cuales fueron visitadas por el fiscal. Asimismo pobladores del lugar narraron con corridos el suceso de 1973, y confirmaron la fecha precisa, pues la semana anterior durante la visita del equipo de la Fiscalía, hubo un error, y los testimonios manejaron la fecha de 1974.

En nombre de la comunidad una joven de nombre Magdalena Calderón Vega, expresó al fiscal especial que para ellos era valiosa su presencia en este lugar apartado que fue víctima de la represión en los años setenta y  dijo: “Le pedimos que ya no haya más atropellos por parte del gobierno, si usted viene con toda la sinceridad hacia nosotros, podemos decirle que tiene las puertas abiertas y esperamos que no sea sólo una simple visita  y ojalá tengamos respuesta positiva para toda la comunidad y para bien de nuestro país y la sociedad a la que pertenecemos”.

El fiscal especial estuvo acompañado de invitados especiales, entre ellos los ex guerrilleros Humberto Rivera Leyva y Vicente Estrada, y los ex combatiente de la Liga Comunista 23 de Septiembre Mario Ramírez y Arturo Gallegos, y la vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Afadem), Tita Radilla Martínez.

El fiscal respondió al cuestionamiento de que no sólo fuera una visita a la población, y señaló que el espíritu que los anima a venir a esa población es el respeto a ellos, dijo que sería una falta de respeto y de sus compañeros presentarse con otro ánimo e intensión que no sea el de la justicia.

Mencionó que el objetivo es ponerse a sus órdenes y llegar a este lugar, en donde se perpetraron crímenes que no pueden quedar sin castigo que deben responder por ellos los responsables de esas conductas, la cual es la tarea que tiene asignada y está empañando todo su esfuerzo y no lo van a detener.

Indicó que su mejor escudo y arma es la ley la cual se aplicará en este caso sin excepción en este delito que no es incalificable, sino perfectamente calificable y castigable, según el Código Penal, con opiniones nacionales e internacionales porque estos hechos ofenden a toda la comunidad, sostuvo.

En nombre de las viudas y familiares, la señora Teodora Vega Carbajal expresó que la masacre que dejó una estela de dolor en la población trajo consigo la orfandad de 19 niños y seis viudas que por aproximadamente 30 años han sufrido la impunidad en este hecho, que mantiene hasta la fecha en zozobra a sus habitantes.

Confirmaron que el 24 de abril de 1973 llegaron muchos federales a la población, a los cuales vio la señora Teodora Vega que se encontró con ellos cuando ella llevaba la comida a su esposo que había salido ya a trabajar.

Dijo que los soldados le preguntaron a dónde se dirigía y minutos después escuchó disparos, a las 8 de la mañana, y cuando regresó encontró a las mujeres y se regresó a decirle a su esposo y a su cuñado que no llegaran al pueblo y las mujeres cuidaron los cuerpos que estaban destrozados para que los perros no se los llevaran y fueron los hombres los que los recogieron después de que regresaron y los velaron en un aula de la escuela.

Informó al fiscal que un día anterior a la masacre ella en El Paraíso observó a muchos militares y nunca se imaginó que fueran a Los Piloncillos, donde sus habitantes siempre se han dedicado a su trabajo.

El ex combatiente del Partido de los Pobres que encabezó Lucio Cabañas, Humberto Rivera Leyva, hoy con oficio de carpintero después de ser preso político, reiteró al fiscal especial que los que perpetraron el crimen en ese lugar fueron militares y no seguidores de Lucio Cabañas, como trató de vincular el Ejército.

Expresó en entrevista que él era participante de la organización que dirigía Lucio Cabañas, y eso le da certeza en lo que dice, y que la guerrilla de Lucio Cabañas nunca estuvo en este lugar ni antes ni después de la matanza. Recordó que cumplió una condena de cinco años en una cárcel de Iguala por una operación militar que desarrolló a favor del guerrillero atoyaquense.

Indicó que la matanza de los seis campesinos fue una acción del Ejército de aquel entonces y enfatizó que no fue la llamada Brigada Blanca, grupo policiaco ssecreto de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal.

Dijo que Lucio Cabañas, fue informado del asesinato de los seis campesinos un mes después, en un campamento en la sierra de Atoyac, ya que muchos civiles vigilaban todos los movimientos. Explicó que el hecho entristeció a Lucio Cabañas quien incluso lloró a solas después de que salió del campamento.

Por su parte, el fiscal especial en entrevista, indicó que la atención a este caso busca llegar a la indemnización y cuidado y tratamiento de los familias de las victimas que consideró que fueron ejecutados, así como un trabajo de integración e investigación de la averiguación previa, aunque dijo que el caso se cierra con el castigo a los responsables.

El caso de Gilberto Romero Vázquez

Ante la molestia de los miembros de su equipo, que desaprobaban las preguntas de este reportero por los cuestionamientos de las deficiencias de la Fiscalía alterna en este municipio, por la manera en que fueron tratados el día domingo algunos familiares de desaparecidos, que fueron citados desde las 9:00 de la mañana y en ayunas para la muestra de toma de sangre y fueron atendidos después de las 4 de la tarde, ya que la oficina estuvo casi toda la semana acéfala, argumentó que carecen de recursos humanos para atender todas la situaciones.

La falta de personal ha retrasado por cinco ocasiones la denuncia de la esposa de Gilberto Romero Vázquez, desaparecido el 24 de mayo de 1995, miembro de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, de quien iban a reclamar su presentación contingentes de la sierra de Coyuca de Benítez cuando fueron reprimidos cpn la masacre de Aguas Blancas, el 28 de junio de 1995.

La desaparición de Gilberto Romero Vázquez es pieza clave del caso Aguas Blancas señaló la vicepresidenta de la Afadem, Tita Radilla Martínez, y criticó que a pesar de ello no se le ha tomado la declaración a su esposa. El fiscal señaló que desconocía el caso aun cuando dijo que la Fiscalía Especial atiende todas las denuncias hasta un día anterior a su creación.

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