Padres de familia del Latino Americano se preparan para operarlo por su cuenta

 * Planean construir galeras afuera del inmueble vendido * Quince maestros y más de 400 alumnos, dispuestos a seguir, dice dirigente * Es una medida de presión, opina el jefe de Planeación Educativa de la SEG, Juan Carmona

 Raquel Santiago Maganda * Padres de familia del Colegio Latino Americano están en plantón indefinido desde el sábado pasado para solicitar la intervención del gobernador René Juárez Cisneros y del titular de la SEG, Daniel Pano Cruz, en el conflicto que tienen por la venta del predio donde funcionaba el plantel.Sin embargo, el jefe del Departamento de Planeación Educativa de la SEG en la Región Acapulco-Coyuca de Benítez, Juan Carmona Luna, aseguró que en la primera semana de agosto la Dirección de Incorporación emitirá el dictamen definitivo acerca del registro de este plantel.En conferencia de prensa, los inconformes anunciaron que construirán afuera del plantel galeras con madera de palma y lámina negra para que los alumnos reciban clases, como parte de la lucha por el predio.El presidente de la Sociedad de Padres de Familia, Claudio Arcos Salinas, informó que el sábado se instalaron afuera del predio en plantón indefinido, además de que emprendieron la construcción de aulas, con intención de comenzar el año escolar 2002-2003 con registro de escuela particular.Arcos Salinas dijo que aún no han acordado cuánto cobrarán de colegiatura, pero anunció que de ahí se pagará a 15 de 17 maestros que están dispuestos a continuar dando clases, porque además prometen pagar más de los 800 pesos quincenales que cobraban antes.También comentó que hay más de 400 alumnos con intenciones de reanudar el año escolar en el Colegio.

Al preguntarle si no existe el temor de poner en riesgo la integridad de los niños que comiencen el año escolar afuera del plantel, manifestó su expectativa de que las autoridades solucionen el problema. Aseguró que los niños no son utilizados como medida de presión, y que los padres de familia cercarán el lugar con sus autos para darles seguridad.Reiteró que entonces la escuela abrirá sus puertas el 19 de agosto, cuando oficialmente se reanuden las clases.Dijo que a los directivos serán escogidos mediante concurso, y que la Sociedad de Padres de Familia será vigilante de las actividades.Manifestó que la clave del colegio particular “se mantiene”, y que ya hablaron con los dueños que compraron el terreno en unos 12 millones de pesos, de los que que ya entregaron la mitad.Claudio Arcos aseguró que los dueños no estaban informados del conflicto del predio, e incluso dijo que “existe la posibilidad de terminar con el contrato”, pues el predio sería entregado el 27 de julio.El padre de familia también aseguró que con quien dirigía antes a los padres, Miguel Romero, existen “pequeñas diferencias” que han provocado un distanciamiento. Aseguró que Miguel Romero quería que algún familiar dirigiera la escuela, lo cual no fue aprobado por el resto de los padres.Informó que el Poder Judicial en el pleito legal por el terreno resolvió que la propiedad no podía ser desalojada.

 En la primera semana de agosto, el veredicto de la SEG

 En tanto, el jefe del Departamento de Planeación Educativa de la SEG en la Región Acapulco-Coyuca de Benítez aseguró que el Departamento de Incorporación de esa dependencia en la primera semana de agosto tendrá que emitir el dictamen final sobre si se retira o mantiene el registro del colegio particular.Juan Carmona precisó que si se retira la clave y los padres insisten en que sus hijos reciban clases, entonces incurren en una irregularidad porque serían estudiantes que no estarían reconocidos por la SEG.Precisó que sólo la SEG podría intervenir si al ser retirado el registro se demuestra en la pugna legal por el predio que éste pertenece al ejido de La Venta, y se decide donarlo para abrir una escuela pública.De esa manera, explicó, la SEG intervendría para registrar el plantel como escuela pública.En tanto, mientras no se resuelva, los padres de familia proceden de manera ilegal porque “ellos ya saben la situación”. Por lo tanto, la insistencia la interpretó como “una medida de presión”, porque “existen otras opciones de escuelas primarias cercanas, y los niños no quedan desamparados”.