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Empresarios relacionados con Fox, en el proyecto de El Ocotito

 * El gobernador, un funcionario cercano a los grandes y fracasados proyectos de los últimos 25 años en el estado

 Aurelio Peláez, El Ocotito *  A mitad de su gobierno, René Juárez da señas de que apostará su resto al desarrollo del Parque Industrial de El Ocotito, o lo que es lo mismo, a las maquiladoras. Y lo hará con aliados bien relacionados con el nuevo Centro.En su proyecto, el gobernador le apuesta al grupo Silao (Garlam), que participó en el desarrollo del corredor industrial promovido por Vicente Fox, cuando fue gobernador de Guanajuato. El grupo fue presentado ayer cual si fuera una adquisición de lujo para el empobrecido estado de Guerrero, en un evento en el que asimismo participó uno de los amigos más cercanos del presidente de la República, que es su asesor y que participó en el equipo de transición del gabinete de seguridad cuando se le mencionaba como probable procurador general de la República: José Luis Reyes Vázquez.Acompañante del gobernador durante su gira por Tokio y Hong Kong, Reyes Vázquez fue parte del gabinete foxista en Guanajuato, donde trabó una buena amistad –que se mantiene– con la poderosa esposa del Presidente, Marta Sahagún.Y es que los dos gobiernos estatales anteriores, de tres años cada uno, apenas y dejaron huella de su paso. A Rubén Figueroa (1993-1996), el caso Aguas Blancas –la matanza de 17 campesinos que le llevó a renunciar el cargo– le impidió el despliegue de un gran proyecto para el estado, si es que lo tenía. Angel Aguirre (1996-1999), su sustituto, se dedicó a administrar la entidad y a procurar que los escándalos políticos no llevaran al PRI al despeñadero en Guerrero.Ayer, en su discurso ante un público compuesto fundamentalmente por reporteros y directivos y propietarios de medios de comunicación en el estado, por un lado, y por acarreados del ex secretario de Desarrollo Económico, César Flores Maldonado –en trance de ser candidato del PRI a diputado por Acapulco–, ahí en el valle de El Ocotito –no hubo clase política ni empresarios– René Juárez dijo que en el caso de las maquiladoras, “alguien tenía que dar el primer paso”.En el estrado, bajo una lona a campo abierto, puesta para proteger del sol pero más adecuada para la lluvia que amenazaba, el gobernador contaba que se imaginaba ya pasando en diez años al lado de un gran parque industrial –pegado a la Autopista del Sol– una nave de 20 mil metros cuadrados, donde habría 20 mil empleos y estarían instaladas unas 50 empresas maquiladoras. Para ese entonces, ya se habrían invertido ahí unos mil millones de pesos.“A lo mejor en el norte del país –decía René Juárez– este evento tendría poco significado, sería un agregado más a la industria; pero en Guerrero actos como este tienen una significación importante”.E insistió en que su viaje de fines de mayo a Tokio y Hong Kong tuvo como fin promocionar allá su parque y no, como se aclaraba en un folleto editado por la Dirección de Comunicación Social, para ver los partidos del mundial de futbol en Japón.

Juárez Cisneros trabaja en la administración pública desde 1978. En 1981-1986, en el gobierno de Alejandro Cervantes Delgado, fue coordinador operativo del Copladeg; en el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu fue de 1987 a 1989 secretario de Planeación y Presupuesto y Coordinador Ejecutivo de la Comisión para el Desarrollo de la Costa Grande, luego alcalde de Acapulco (1990-1993). Con Rubén Figueroa Alcocer (1993-1994), fue otra vez secretario de Planeación y Presupuesto y coordinador general del Copladeg.Desde ahí ha visto cómo se diseñan y cómo fracasan los grandes proyectos. Vio a los de agroindustrias del gobierno de Figueroa Alcocer –la Impulsora Guerrerense del Cocotero– crecer y caer; también el magno proyecto de la Autopista del Sol de José Francisco Ruiz Massieu, que arrancó en el 90 y terminó en el Fobaproa, en el Programa de Rescate Carretero y siendo una parte importante del adeudo del gobierno estatal con la banca y el gobierno federal, que va por ahora en el orden de los mil 500 millones de pesos.Por eso, y por los intereses de esa deuda que hay que pagar –60 millones al mes– no queda cash para las obras a realizar con dineros públicos. Por eso, la opción de las maquiladoras.

II

–Yo aquí ando viendo dónde van a quedar las banquetas –decía a modo de burla la lideresa del comercio ambulante en Acapulco,  Dalia Serna, a pregunta de un reportero sobre su presencia en ese acto oficial.A los lados todo es terreno llano y en algunos espacios, donde acaba de entrar una máquina para emparejar parte del predio, nada más para el acto de protocolo, hay algo de lodo por las lluvias de la noche anterior.Hasta ahí entraron tres microbuses con gente llevada por Dalia y por el también líder del comercio semifijo y de colonos, Antonio Valdés Andrade. Los dos en apoyo a reforzar el último acto como ex funcionario de César Flores Maldonado, ex secretario de Desarrollo Económico y precandidato del PRI a la diputación local por el distrito 28 de Acapulco. Tan pronto llega Juárez Cisneros al lugar, acompañado del empresario brasileño-estadunidense James Atkroyd, director general de la empresa Milenium, la primera maquiladora de zapatos que se instalará en el valle industrial, César Flores toma del brazo a Juárez Cisneros y le explica –como si aún fuera miembro del gabinete– pormenores generales del parque. “Esta va a ser el área donde se va a instalar la maquiladora”, le dice.Pero tan pronto empieza el acto,  Flores Maldonado se queda a un lado y ya no sube al presídium, aunque el secretario de Desarrollo Económico por cuatro meses no deja tan desprotegida la silla (“el que se fue a la villa perdió su silla”, parafrasearía luego en entrevista el gobernador, a propósito de los funcionarios de su gobierno que se fueron para ser candidatos); como encargado de Despacho de esa secretaría queda Armando García Larrumbe, un incondicional de Flores Maldonado.Sin ser invitado llega Pioquinto Damián Huato, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Chilpancingo. El ex diputado federal del PRD se deja entrevistar mientras el discurso del gobernador transcurre a cinco metros de él. Quien ha encabezado la demanda por que se esclarezca el asesinato del empresario Javier Ibáñez, niega lo que dice al lado René Juárez: que en la entidad hay seguridad pública; enfatiza en la corrupción que existe en los cuerpos policiados y critica que el gobernador no haya promovido apoyo para proyectos de los empresarios locales.Entre los asistentes, efectivamente, no  hay empresarios, o a quienes se puede llamar así en Guerrero, donde sólo se da la actividad turística y el comercio. Tampoco políticos. Sólo se ve ahí al diputado local Ernesto Vélez Memije, y al federal, Heriberto Huicochea, los dos del PRI. De los funcionarios estatales, asisten la secretaria de Salud, Verónica Muñoz Parra; el de Educación, Daniel Pano, y el delegado de la Sedesol federal, el panista José Ignacio Ortiz Ureña. En el presídium, al lado de los inversionistas, el secretario de Seguridad Pública, Luis León Aponte, y el senador Héctor Vicario.

III

René Juárez descubrió la posibilidad de desarrollo de las maquiladoras, luego de que, probablemente, no vio en corto plazo disposición del gobierno federal para financiar su proyecto de carretera del Pacífico. El propósito era ampliar el tramo vial entre Oaxaca y Michoacán, por todo la costa del Pacífico de Guerrero, que permitiera a su vez el desarrollo de los municipios aledaños.Pero al gobierno de Vicente Fox, el de Ernesto Zedillo lo dejó sin cash, y desde que llegó no ha podido convencer al Congreso de su reforma fiscal.Por eso, la apuesta de René Juárez al financiamiento con capital externo.Y por eso un día se encontró a las maquiladoras, como algún otro, cuando era funcionario en el gobierno de Ruiz Massieu, a Daniel Chávez. A él lo topó en los pasillos del Palacio de Gobierno, “cuando venía de una cita que le canceló un funcionario, que no estaba en su oficina, y Daniel tenía pensado invertir millones en Acapulco”, y finalmente fue uno de los principales inversionistas de Punta Diamanante. O sea, otro de los proyectos de Ruiz Massieu que no despegó, y que está enfrascado aún en litigios con los ejidatarios y otros propietarios del lugar, por expropiaciones no realizadas con pulcritud.Y ahora dice, éste es otro primer paso, otro tope de fortuna quizá, le dice a Silvestre Acevedo, directivo de Garlam, Ricardo García Oceguera, presidente en Guerrero del corporativo, y Samuel Campos Acosta, el vicepresidente, así como al “brasileiro” James Atkroyd, a quien le dijo “no te vas a arrepentir”, por esa inversión. Al brasileño-estadunidense –dio a entender– también lo encontró fortuitamente y lo invitó a instalar la maquiladora en esta entidad.Emocionado, Juárez Cisneros afirmaba que “este proyecto ya no lo para nadie”.

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