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Está en riesgo de ser enterrada por deslaves parte de Rancho Viejo, Tlacoachistlahuaca, alerta el alcalde

 

Misael Damián

Ometepec

El presidente municipal de Tlacoachistlahuaca, Amando Ramos Brito, dijo que se siente preocupado porque el cerro más cercano de la comunidad de Rancho Viejo, desde la tormenta Manuel se está empezando a desgajar y ello podría provocar que se entierre parte de la comunidad na savi.
En entrevista, el alcalde afirmó que la situación ya la ha informado a las dependencias estatales y federales, pero que hasta ahora han hecho caso omiso pese a las peticiones que ha hecho reiteradamente; dijo que teme que suceda lo mismo que con la comunidad de La Pintada, donde decenas de personas perdieron la vida por el deslave del cerro.
Ramos Brito informó que ya iniciaron la labor para evacuar a las familias de la localidad mixteca que están asentadas en la zona de alto riesgo, “ustedes pueden ver cómo se está agrietado el cerro, cuando la tormenta Manuel se llevó dos casas, quedaron totalmente sepultadas”, dijo.
Expuso que personal del estado vino a corroborar el asunto y se comprometieron a construir nuevas viviendas para las familias que fueron afectadas y aquellas que sus casas están en un espacio considerado como de alto riesgo, pero que hace falta personal especializado para que le informe a la gente el riesgo latente en que están por el cerro en caso de que se deslave,  “la preocupación es de que si vuelve a llover como ha llovido y tantos huracanes que están pronosticados, no quisiéramos que aquí se diera lo que pasó en La Pintada de la Costa Grande”.
El alcalde afirmó que como autoridad les están pidiendo a los habitantes que viven a las faldas del cerro que acudan al refugio temporal o que pernocten con familiares que viven en zonas seguras, por el riesgo que corren, sin embargo, por boca del presidente se supo que la mayoría se niega a desocupar sus casas.
Lamentó que el gobernador le haya prometido que irían al lugar gente capacitada para corroborar la gravedad del problema, pero que hasta la fecha no han llegado, “le pedí también que por lo menos me apoyaran con láminas para ver si podemos convencer a esta gente de reubicarlos en otra parte, para prevenir y no lamentar después, si este cerro se llega a derrumbar, allá abajo hay aproximadamente 50 casas que las cubriría el cerro”.

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