Debilitan a los pueblos indígenas las políticas integracionistas: experta

* Las comunidades demandan ser consultadas en la elaboración y ejecución de proyectos, dice la consultora del Banco Mundial, Tania Carrasco

Aurelio Peláez * La consultora del Banco Mundial en temas de Desarrollo Social para México, la antropóloga Tania Carrasco Vargas, afirmó que las políticas públicas “con su orientación integracionista”, han incorporado a los pueblos indígenas a la dinámica del desarrollo, pero deteriorando sus instituciones y medios de subsistencia, convirtiéndolos en cada vez más débiles y vulnerables.

Al participar en la segunda jornada del taller sobre Programas y Proyectos de Desarrollo de la Región Sur-Sureste, que se realizó en este puerto, la investigadora en asuntos indígenas sostuvo que a lo largo de estos años “se han acumulado informes técnicos que muestran que toda intervención de la política pública que desconoce la posición central de los protagonistas, está destinada a fracasar”, y sostuvo que cada vez es mayor la demanda de los pueblos indígenas y de la sociedad “de ser tomados en cuenta en la instrumentación de las políticas de desarrollo”.

Sostuvo que estas comunidades ofrecen mayor resistencia y se convierten en contestatarios “por no ser consultados en la elaboración y la ejecución de proyectos”.

Tania Carrasco ha sido investigadora del Colegio de México, del Consejo Nacional de Población, de Culturas Populares de la SEP, así como de la ONU y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para temas indígenas.

La antropóloga, egresada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), afirmó que modificar las condiciones de vida de los pueblos indígenas debe pasar por fortalecer sus instituciones, que algunos consideran arcaicas. No obstante, alertó del riesgo que para la estabilidad de estas comunidades representa la existencia de sectas religiosas, lo que pudiera degenerar en expulsiones enteras de familias, como se ha visto en Chiapas.

Tania Carrasco señaló que en las regiones del sur-sureste, donde vive la mayoría de los indígenas, se carece de servicios sociales, la distribución de recursos materiales es casi inexistente, existe una ineficiente infraestructura de caminos así como sistemas de discriminación y cacicazgo.

Asimismo, altos niveles de migración, violencia intrafamiliar y alcoholismo. También en las regiones indígenas es donde se padece de suelos degradados y deforestación, pese a ser la zona con la mayor fuente de energía hidroeléctrica del país.

No obstante, la investigadora urgió a integrar a los indígenas a las políticas públicas de desarrollo y dejarlos de considerar un lastre.

Dijo que el reto del futuro es pensar primero en la gente antes de planear macro proyectos de desarrollo que se creen que resolverán los problemas de estas regiones.

En este foro, señaló que “la experiencia de largos años de tratar de entender el mundo indígena, me permite opinar que más allá del discurso, para mejorar las condiciones de pobreza se requiere voluntad política para que en la práctica, en la vida cotidiana, recobren sus derechos culturales y políticos”.

Afirmó que “la política pública requiere entender la esencia de lo que significa que México es un país pluricultural, es decir, es pensar en un nuevo y rico proyecto de país, culturalmente hablando, donde la cultura nacional sea el marco institucional e ideológico que posibilite el desarrollo de las diversas culturas”.