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Firma el Fuerte de San Diego convenio de hermandad con San Juan de Ulúa

 * La iniciativa fue por parte del Conaculta, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el gobierno del Estado de Veracruz.

 Xavier Rosado * El 12 de julio, en la Fortaleza de San Juan de Ulúa en el puerto de Veracruz, se firmó un convenio de hermandad entre dicho monumento histórico y el Fuerte de San Diego de Acapulco, ambos museos son considerados de relevancia en la historia continental.El gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velazco; la secretaria de Fomento turístico de Guerrero, Guadalupe Gómez Maganda y el director general del INAH, Sergio Raúl Arroyo, firmaron el documento a las 10 horas.El acto de hermanadad se llevó a cabo a iniciativa del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el gobierno del Estado de Veracruz.La directora del Museo Histórico Fuerte de San Diego, Julieta Gil Elorduy, informó que el objetivo de esta unión es posibilitar el intercambio permanente e institucional de informaciones respecto de las actividades y proyectos que se desarrollan en cada una de ellas, con el fin de permitir la difusión de las mismas, así como la participación y organización.Agregó que las razones que se consideraron para fundamentar la hermandad de las fortalezas, incluyen el hecho de que históricamente formaron parte del sistema defensivo español: Ulúa como eslabón continental del Escudo Antillano del Atlántico y San Diego, destino final de la Nao de China en el Pacífico.Ambas fortalezas como monumentos históricos constituyen centros culturales, educativos, recreativos, turísticos y de difusión con que cuenta el INAH para el desarrollo y proyección de sus actividades.Los dos sitios poseen un museo permanente, así como áreas en la que se pueden llevara a cabo actividades expositivas temporales y de intercambio museográfico, que por las temáticas afines que los mismos abordan, permitirán efectuar trabajos conjuntos. Ambas fortalezas organizan de manera paralela, actividades comunes en lo que se refiere a trabajos de restauración y mantenimiento (ya efectuados en San Diego y en ejecución en San Juan de Ulúa), así como en la planificación e instrumentación de proyectos de investigación y formación profesional (efectuadas en San Juan de Ulúa y en programación en San Diego), mismos a los que la medida posibilitarán los intercambios de experiencias e información. Durante la ceremonia, la secretaria de Fomento Turístico, Guadalupe Gómez Maganda, dijo que hermanar las fortalezas de San Juan de Ulúa y de San Diego, es una decisión que significa establecer una “estrecha y fraternal colaboración”, para fortalecer y ampliar las acciones de rescate, conservación y restauración que ya nuestros gobiernos estatales, con el valioso apoyo del INAH, han estado concretando en beneficio de esos monumentos nacionales. “El origen del hermanamiento que signamos, parte del reconocimiento de una historia compartida a lo largo de cinco siglos, que nace con el violento choque entre dos civilizaciones y que se prolonga en las diferentes etapas, durante las que se ha forjado nuestra nación.

 Antecedentes históricos  

El discurso de la secretaria de fomento turístico de Guerrero, otorgó datos históricos de trascendencia que justifican el hermanamiento entre las dos fortalezas.Entre otras cosas, mencionó que el Puerto de Veracruz, punto de encuentro de Europa con América y Acapulco, punto de encuentro de América con Asia, fueron eslabones que al enlazar el destino de tres continentes, “hicieron por primera vez de la historia humana, una historia universal”.El comercio transpacífico con el transatlántico, a partir de 1576, se hacía a través de los únicos puertos de comunicación ultramarina de la Nueva España: Veracruz y Acapulco. Las mercancías llegadas de Asia en el Galeón de Manila o Nao de China al puerto del Pacífico, se transportaban del Oriente en recuas a través del territorio novohispano y una parte continuaba su camino al viejo continente, partiendo desde San Juan de Ulúa.Asimismo, ante la creciente riqueza de la España Imperial, como señalara el virrey Marqués de Mancera en 1673, “el reino encontraría su mejor defensa en el Mar del Norte, en la fortaleza de San Juan de Ulúa y en el Mar del Sur, en el fuerte de San Diego”. “Historia paralela ha sido la de estos puertos; sitio de partida para la conquista de nuevos territorios y rutas comerciales; lugar de tránsito de mercancías y de objetos de arte; territorio de arribo de ideas y expresiones culturales diversas; puertos de creciente prosperidad por una febril actividad económica. Y también, ciudades asediadas por bucaneros piratas, que pretendían invadirlas y saquearlas”. Sólo la construcción de las fortalezas de San Juan de Ulúa y San Diego, ofrecieron defensa y seguridad a los principales puertos de la Nueva España. Estas historias similares no sólo lo fueron en nuestra etapa colonial. En la lucha por la independencia nacional, en la construcción de la República, en la revolución mexicana, las fortalezas de Veracruz y de Acapulco fueron espacios que albergaron a mexicanos notables y lugares donde se desenvolvieron importantes hechos políticos y de armas que contribuyeron a la consolidación de nuestro Estado Nacional.La construcción de una fortaleza en Acapulco fue demandada por las autoridades virreinales desde fines del siglo 16 para proteger el puerto de los ataques piratas. No obstante fue hasta la segunda década del siglo 17 (1615-1617), cuando el entonces virrey Diego Fernández de Córdova encomendó a Adrián Boot, la elaboración del proyecto. Durante 150 años, desde ahí se defendió a Acapulco, hasta que un terremoto la destruyó en abril de 1776.La nueva construcción la empezaron finalmente en su primera etapa por Miguel Constanzo en 1777 y fue rediseñada por Ramón Panón, uno de los mejores técnicos militares de España, quien aplicó los conceptos arquitectónicos más avanzados de su tiempo, haciendo del nuevo fuerte, un trabajo maestro de la ingeniería militar. El Fuerte de San Diego es un monumento símbolo de Acapulco, que ha sido también sede de eventos culturales de trascendencia internacional.

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