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Ante los mandos castrenses, piden en Plan de Gatica “no más militares”

 * El comandante de la 27 Zona Militar, general Canto, dijo que las tropas tienen que estar en todo el país * Dudan en el pueblo sobre los resultados benéficos de la reunión

 Altos mandos del Ejército y autoridades civiles se reunieron con los habitantes de la comunidad me’paa de Plan de Gatica, quienes denunciaron violaciones a los derechos humanos cometidos por tropas del 26 Batallón de Infantería, y pidieron “no más militares en Plan de Gatica”.En la reunión, el miércoles 17 de julio, el comandante de la 27 Zona Militar, general Oswaldo Fernando Canto, dijo que el Ejército tiene que estar en todo el territorio nacional, en el combate a los enervantes y a las armas de fuego. Y los habitantes le dijeron que en este poblado de la Montaña en el municipio de Ayutla no se dan esos hechos que justifiquen la presencia de las tropas.Al final de la asamblea, que duró más de tres horas y media, los habitantes de Plan de Gatica comentaron que no están seguros de la utilidad que tendrá la reunión para que se investiguen los atropellos cometidos por los militares contra el pueblo. Incluso, temen que puede servir para que los militares se lleven más información y regresen a reprimir al pueblo.

Señalan que la comunidad cumplió con hacer la reunión en las condiciones que solicitaron las autoridades militares. Ahora, son las autoridades quienes deben demostrar su interés por respetar la ley, hacer justicia y castigar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos para que éstas no se repitan.Además del general Canto, asistieron a la reunión el general brigadier José Javier Hernández Espinoza, comandante del 26 Batallón de Infantería; el teniente de justicia militar Rafael Saldaña Julián, de la Procuraduría General de Justicia Militar y asesor jurídico de la 27 Zona Militar.También estuvieron en la mesa, frente a la comisaría del pueblo, el representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Epigmenio Mendieta; de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum) el visitador Domingo Francisco Neri y el director de asesoría, orientación y quejas, Adelaido Memije Martínez.Por parte de las autoridades civiles, el presidente municipal de Ayutla, Fortino Caballero; el delegado en la Costa Chica de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Alberto Montes; el agente del Ministerio Público, Lucas Moysén Catarino, y la comandanta de la Policía Judicial del Estado, Sandra Luz Ruiz.Asistieron además representantes de la organización no gubernamental, Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, entre ellos los los licenciados Elmer Pacheco y Viliulfo Rosales Sierra.En representación del pueblo de Plan de gatica presidieron la reunión el comisario Cristino Silverio Toribio, quien dio la bienvenida a los visitantes, y el comisario suplente, José Marcelo Morales.Asistieron casi todos los habitantes, unas 110 mujeres y 150 hombres. Los indígenas hablaron en su idioma, el me’paa (conocido como tlapaneco), y el traductor fue el regidor del ayuntamiento de Ayutla y miembro de la Organización de Pueblos Indígenas para el Desarrollo Autónomo (OPIDA), Raymundo Nava Ventura.  

Las quejas de la comunidad

 El comisario, Cristino Silverio Toribio, habló del problema que tuvieron con los militares el domingo 30 de junio, cuando una comisión de ciudadanos fue a pedir a los soldados que se retiraran de la comunidad, porque un día antes habían correteado a dos niñas que cuidaban chivos, y a una de ellas un soldado la tomó de la mano y se temía que la violara.De acuerdo con la información proporcionada por Raymundo Nava Ventura, el comisario se refirió al acta firmada por las autoridades el 29 de junio, titulada “La presencia de los militares en la comunidad”.En el documento, se informa que el miércoles 19 de junio llegaron a Plan de Gatica como 60 soldados en cinco carros, y llenaron la plaza que está frente a la comisaría desde las 12 del día hasta las 5 o 6 de la tarde, cuando llegó otro carro con más militares.La asamblea del pueblo manifestó que esto “nos parece muy mal, ya que están armados en medio del pueblo y los niños y las mujeres tienen miedo de salir a comprar, o realizar otras actividades”.Denunciaron también actos de hostigamiento en las escuelas, el 26 de junio, cuando los militares llegaron a la primaria mientras se estaba realizando la clausura de cursos, y el 28 de junio a la telesecundaria.Informan que los militares acamparon muy cerca de la comunidad donde pasan los señores a trabajar sus tierras y las mujeres van a dejar comida y los niños van a ayudar a sus padres y a cuidar los chivos. Ahí, el 29 de junio, “los soldados corretearon a dos niñas y cuando los fuimos a buscar se estaban bañando desnudos cerca de donde las mujeres y los niños tienen que pasar porque ahí es el camino, además de andar caminando en todo el río y las mujeres están lavando la ropa y se están bañando y ellos las ven”.debido a estos atropellos, “la comunidad determinó que los militares regresen a su cuartel, ya que sólo llegan a la comunidad para hacer maldades, y no nos brindan nada de seguridad, al contrario, sólo nos atemorizan a nuestras mujeres y nuestros hijos e hijas”.Después, hubo declaraciones de inconformidad de hombres y mujeres de la comunidad, incluso de las niñas a las que corretearon los soldados.Una de ellas, de 10 años de edad, dijo sin miedo y con mucho valor, en español, que no querían ver militares en la comunidad, porque cuando están los soldados, los niños y niñas no sienten confianza de estar en su pueblo.Otra niña, de 11 años, relató en idioma me’paa cuando un soldado la agarró de la mano, y ella gritó, el soldado la soltó y ella corrió.Dijeron, en síntesis, de acuerdo con la traducción de Raymundo Nava, que “la presencia de los soldados en la comunidad no se justifica, porque aquí no hay delincuentes ni gente mala, sólo gente trabajadora; es una comunidad organizada, que se dedica a trabajar el campo poprque es el único medio para la subsistencia”.

 Hostilidad en la reunión  

En las intervenciones de las mujeres y hombres me’paa, la petición común fue “no más militares en la comunidad”. Pero no hubo una respuesta favorable del general Canto.Informó Nava Ventura que según el general Canto, hay disposición de hacer cumplir la ley, y que se investiguen y se castiguen en la ley militar los delitos, aparte de la ley civil.La demanda de que no haya más tropas en Plan de Gatica, el general Canto prácticamente la rechazó, porque dijo que es una tarea de los militares y una obligación combatir el narcotráfico y las armas y explosivos, y que por eso tienen que estar en toda la República.Al respecto, los indígenas expresaron que en Plan de Gatica “somos gente trabajadora”, y que no necesitan resguardo del Ejército porque “no estamos en tiempo de guerra”.Mientras se presentaban estas quejas, los soldados comentaban: “ese cabrón siembra mariguana, por eso no quiere que estemos aquí”. Y ordenaban a sus fotógrafos y camarógrafos que tomaran imágenes de todos los miembros de la comunidad que intrervinieron en la asamblea.Al final, cuando se retiraron los visitantes, los indígenas se reunieron, y uno de los primeros comentarios fue de inconformidad por la actitud de los mlitares. Los habitantes de Plan de Gatica piensan que, probablemente, los militares sólo fueron a la comunidad para sacar información, y después revertirla con más represión.También expresaron su desconfianza hacia la CNDH, porque en la asamblea preguntaron al enviado de esta Comisión Nacional por los resultados de las quejas presentadas contra militares que en octubre de 1999 y abril de 2001 cometieron detenciones arbitrarias, torturas, amenazas y actos intimidatorios en esta comunidad. La CNDH no dio respuesta, y la comunidad plantea que por eso no le puede tener confianza.Los habitantes me’paa de Pan de Gatica tienen dudas sobre lo que resulte de la reunión del 17 de julio.Dicen que la comunidad cumplió para que se hiciera la reunión como las autoridades lo pidieron, y ahora espera ver si los militares van a cumplir y hacer respetar la ley. Plantean que si los militares no cumplen, la comunidad va a seguir denunciando. (Maribel Gutiérrez).

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