Localizan en Chilpancingo restos fósiles de animales migrantes de la última glaciación

Óscar Ricardo Muñoz

Restos fósiles de diversas especies, entre ellas bisonte y pecarí, fueron encontrados durante las excavaciones y el nivelado de un terreno en el poniente de la ciudad de Chilpancingo, informó este jueves por la tarde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado, donde agregó, ya se encuentra trabajando en el lugar un grupo de arqueólogos.
A decir del comunicado, en el cual no precisa la fecha del hallazgo, se afirma que los restos pertenecen al periodo Pleistoceno Tardío (11 mil años a.C.), y constan en su mayoría de piezas dentarias, fragmentos de vértebras y huesos largos.
Asimismo, informa que para realizar un rescate arqueológico se solicitó autorización al Consejo de Arqueología del INAH, cuya labor quedó bajo la responsabilidad del arqueólogo Antonio Hermosillo Worley, quien declaró que en la época en la que se poblaron estas latitudes, en la última glaciación, muchos mamíferos migraron a esos territorios debido a los cambios climáticos.
“Lo mismo sucedió con el pecarí, pues restos de estas especies sólo se han encontrado fuera de su área natural en Veracruz, Puebla, el Estado de México y Querétaro”, dijo Hemosillo Worley luego de la excavación, al analizar los fósiles.
Fue el dueño del predio quien reportó al arqueólogo Miguel Pérez Negrete, del Centro INAH-Guerrero, la existencia de los restos óseos en su terreno y el terreno donde se registró el hallazgo se ubica en el Cerro del Culebreado de Chilpancingo.
“Son los primeros restos de bisonte que se hallan en un territorio tan sureño; también se localizaron huesos de pecarí, proveniente de Norteamérica, así como de un gonfoterio (Gomphotheriidae), que es una especie emparentada con los elefantes actuales”, detalló el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En el hallazgo en Chilpancingo también se localizaron restos fósiles de microfauna, como diversos tipos de anfibios, caracoles y peces, que se encuentran en un estrato solidificado.
Los fósiles fueron trasladados al Laboratorio de Paleofauna del Centro INAH-Morelos, dirigido por el doctor Eduardo Corona Martínez, para su limpieza, identificación y restauración, concluyó el comunicado.
Al cierre de la edición no fue posible contactarse con personal de la delegación del INAH en Guerrero para abundar sobre la información.