Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jeremías Marquines

APUNTES DE UN VIEJO LEPERO

* Los candidatos y la kultura

 Atendiendo la invitación de la comunidad cultural, los candidatos a alcalde por el Partido del Trabajo y del Centro Democrático, Alberto Mojica Mojica y Luis Walton Aburto, asistieron durante los últimos dos viernes al Teatro Domingo Soler donde expusieron lo que ellos creen puede servir para mejorar la actividad cultural y artística en Acapulco.

El primero en asistir, el viernes 28 de junio, fue Alberto Mojica quien presentó una serie de ocurrencias sin orden a las que sin empachó tituló: Tesis de gobierno sobre cultura.

Tras una perorata de una cuartilla donde su asesor se extravía en definiciones y explicaciones sobre qué es ese asunto de la cultura, concluye por decir que existen complejos turísticos llamados resort que evitan el contacto humano y cultural, y que por eso promoverá “el establecimiento de un circuito turístico cultural para la promoción de nuestra cultura autóctona (pero aparte que es nuestra, es autóctona, la cultura) servirá para que se expresen diversas lenguas prehispánicas, así como diversas artesanías, bebidas, alimentos y formas de vida única en el mundo”, Bah.

La propuesta de Mojica que salvará de la mediocridad y mendicidad cultural a Acapulco y a sus creadores, parte de la idea utilitarista de seguir explotando el maltratado y multiexplotado folclor guerrerense; su idea de la cultura es para que se distraiga el turismo que a cambio de dinero envilece, degrada y pervierte las relaciones humanas en el puerto, pero no para que se formen mejores ciudadanos y artistas acapulqueños que enriquezcan el miserable acervo artístico y cultural que existe.

Su propuesta, expuesta sin orden y sin la mínima planeación, son ocurrencias donde no se percibe ni un interés verdadero, ni un compromiso real. Es una lástima que teniendo como asesor a un creador, no haya podido estructurar una propuesta donde la cultura esté entendida como el factor central del desarrollo de un pueblo, sino como un recuento de actividades tendientes a satisfacer una demanda turística, como la propuesta de impulsar una expo-feria de las artesanías; la feria de La Nao de China, la construcción de réplicas de la Nao “como atractivo turístico”; el Fandango para promover nuestros valores y “a la vez atraer turismo”. También dice, en un tono algo despectivo, “convocaremos a las distintas “asociaciones de individuos” ligados a las bellas artes (porque a los que trabajan en la feas artes, a esos no), para proponerles la utilización de espacios urbanos, y cita: Sinfonía del Mar, la Costera, la Casa de la Cultura –que es del gobierno del estado–, el Veladero, (que es reserva ecológica) Palma Sola, (que pertenece al INAH) y el parque Papagayo (que es del gobierno del estado).

En fin, esas son las propuestas culturales y artísticas de Mojica, porque más adelante se vuelve a extraviar en asuntos que competen a políticas de equidad y genero, atención a los jóvenes a la niñez, y libertad de expresión y manifestación. Destaca por último su declaración de apoyar al Patronato que defiende el Teatro Domingo Soler de una maestra ignorante que lo quiere para que sus niños jueguen, eso está bien.

El que sigue es el candidato del PCD, Luis Walton Aburto, este señor que escondió su propuesta escrita porque no repartió copias, destacó más la presencia de su asesor que sus ideas. Por eso me limitaré en este comentario a la nota que publicamos aquí el día 8 firmada por el reportero Xavier Rosado. Sin embargo, Walton fue más sincero que el señor Mojica, dijo: “Sí me asesoré para venir a este encuentro porque no es mi especialidad este tema, pero estoy enterado de todos los conflictos y carencias que afectan a este sector”. Pero igual que en el caso de Mojica, su compromiso con la cultura y el arte es sólo para salir al paso. No es algo que le preocupe.

Expuso su propuesta con ciertas frases manidas y falsas cosas como esa de que “el creador debe recibir apoyo, no pago”. Hay que recordarle a este señor que los creadores también comen, pagan impuestos, lloran, tienen hijos y votan, y que el ser creador no los exime de recibir un pago por su trabajo, ¿acaso Fuentes, Gabo, Toledo no cobran por lo que hacen? Después de esta frase necia Walton siguió con más demagogia barata: “El creador está dispuesto, no sometido, debe ser libre, no cautivo”, etc. Todo eso para concluir que “es primordial el estímulo a la creación” y de que “el gobierno municipal no debe generar cultura, ni sustituir el trabajo que corresponde a los creadores”. Esta última aseveración nunca nadie entendió por qué la dijo, porque una de las cosas que menos han hecho los gobiernos, cualquiera que sea, es generar cultura ¿o quiso decir arte? Es sabido que esas cosas sólo los creadores lo pueden hacer, el gobierno es su obligación, planear, sentar las bases para la ejecución de políticas generadoras de bienes y servicios públicos con la participación activa de la sociedad.

Sin embargo, dijo también cosas ciertas como esa de que la dirección de cultura es quizá la que menos posibilidades financiera obtiene y la que tiene mayor necesidad de ejercer sus funciones”. Y esa es una verdad ineludible, en estados paupérrimos como es Guerrero, la promoción del arte y la cultura jamás debe ser vista como gasto accesorio, como hasta la fecha ha sido, sino como una inversión cuyas ganancias se logran a largo plazo y dan como resultado el enriquecimiento del patrimonio cultural, artístico y humano de sus habitantes. Es una riqueza que ciertamente no engorda las arcas municipales pero que con el tiempo es factible de ser explotado en beneficio de los pobladores, como ocurre con otros estado ricos en patrimonio cultural y artístico como Guadalajara, Puebla, el DF, etc., donde sus autoridades se han preocupado en la formación de sus creadores y en el resguardo del patrimonio artístico que generan.

En Acapulco como en todo Guerrero, primero es necesario invertir en la formación y apoyo de pintores, escritores, escultores, bailarines, músicos, artesanos, teatreros y en la creación, recuperación y rehabilitación del patrimonio cultural existente para que luego se piense en su explotación como lo propuso Mojica, pero no al revés. Hasta el momento, Acapulco y Guerrero en general, excepto el sobreexplotado y gastado folclor, no hay nada, aparte de mediocridad y la apatía, que se pueda ofrecer y explotar. Por eso es necesario comenzar por apoyar la formación y el trabajo de los artistas y a formar un publico medianamente culto que los cobije, un público informado en el quehacer cultural y artístico para que así pueda valorar lo que se les ofrece y disfrutarlo.

En general, la propuesta de Walton no estuvo tan mala como la de Mojica, pero tampoco muy buena, sin embargo, sí debe mostrar mayor interés en lo que le escriben. Su error fue proponer como encargado de la aplicación de su política cultural a un consejo ciudadano, de esos que nunca se ponen de acuerdo, y su otro error fue no comprometerse con la defensa del patrimonio cultural del puerto, con la defensa del Teatro Domingo Soler, ahí no hay vuelta de hoja, pertenece a la comunidad cultural porteña y es el único foro público de su tipo que existe.

La contra. Es muy lamentable lo que hicieron la semana pasada los candidatos del PRD, Alberto López Rosas y del PRI, Ernesto Rodríguez Escalona. De manera irresponsable hicieron campaña política durante las clausuras de cursos en escuelas públicas primarias y secundarias donde existe una población imposibilitada para ejercer el voto. López Rosas hasta publicó una lista de escuelas visitadas y se jactó de la proeza hecha.

Lo que estos señores hicieron fue pervertir la formación de los menores con discursos políticos polarizados que trastocan la idea de una formación escolar laica, despolitizada y despartidizada. En estas escuelas, los menores obligados por profesores irresponsables, tuvieron que escuchar discursos de campaña de hasta una hora cuando las clausuras de cursos son actividades culturales donde los educandos demuestran parte de la educación artística que han recibido. La presencia de los candidatos en escuelas primarias no ayuda a la formación democrática de los niños, sino que la polariza y la pervierte. Por eso el IFE tiene diseñadas ejemplares actividades de ejercicio democrático para la niñez, ajenas a la charlatanería de los partidos y sus candidatos. Si a estos candidatos les interesa el voto de los padres de familia, lo que deben hacer es generar confianza y proponer soluciones inteligentes a las carencias de la educación que es una cosa y la cultura y el arte que es otra. No mezcladas. Además, la SEG y el IFE deben prohibir a los ambiciosos directores de escuela –casi todos militantes de uno y otro partido– usar los planteles para apoyar a sus candidatos y lucrar después de manera personal con este apoyo. Lo hecho es una gran irresponsabilidad, como lo declarado en la escuela Informe Presidencial por López Rosas, donde aseguró que la comunidad cultural persigue y acosa a la directora Yolanda Flores Medrano.

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