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Héctor Manuel Popoca Boone

Rescate de la primavera en la cuenca del Atoyac

 Arturo García, viejo amigo y compañero de luchas campesinas, me envía una información por demás valiosa que un grupo de atoyaquenses ha emprendido para detener la depredación, de por sí aguda, de la cuenca del río Atoyac.

Me dice que “un conjunto de ciudadanos ha venido trabajando en los últimos años por salvar el río Atoyac. Ciertamente se han logrado algunos resultados y, sobre todo, la corriente de opinión favorable en un buen sector de la población.

“Sin embargo, la solución estructural al problema aún no se ha definido. Por ello se hace necesario conjuntar los diversos esfuerzos a fin de potencializar todas las iniciativas; se trata de impulsar un gran movimiento de toda la sociedad civil de Atoyac para construir propuestas de solución, realizar acciones concretas y, sobre todo, sacudir la inercia de las autoridades gubernamentales que hasta hoy no se han preocupado por este tipo de problemas.

“Una canción-poema de Agustín Ramírez nos ha quedado como una foto de lo que algún día fue la cuenca del río Atoyac, como para establecer un marco de comparación con nuestra actual realidad. Ciertamente, también nos lo dice Agustín Ramírez, Atoyac es (fue) exponente de fértil naturaleza, pero también cuna de hombres valientes que jugaron un papel en los momentos clave del estado y del país.

“A ello es a lo que hoy apelamos, pues requerimos que las nuevas generaciones se pongan a la altura de las circunstancias y contribuyan a impulsar los cambios que Atoyac necesita, para que cuando ausentes mañana lo recordemos con amor y no sólo entonemos la canción-poema como homenaje sino que dejemos un legado de fértil naturaleza para nuestros hijos.

“Cualquier persona con cultura elemental comprenderá que si nuestros antiguos se asentaron en la ribera de un río era porque consideraron que el agua era vital para todas sus actividades como pueblo. Entonces, si empezamos a ensuciar el río con todo tipo de desperdicios (basura, drenaje, desechos del rastro y otras cosas peores), si se pesca de manera inmoderada, con métodos anticuados o tóxicos, si además se va deforestando a lo largo y ancho de la cuenca del río, si se usa de manera irracional sustancias químicas en la agricultura que van a filtrarse al río, si se usa el agua de río en forma dispendiosa para el riego agrícola, etc., etc. y si esto se hace por décadas, el resultado más obvio es que simplemente estamos matando al río y de paso a nosotros mismos, ya que el río ha sido nuestra fuente de vida.

“No se trata ahora de echarle la culpa a alguien en lo particular, baste decir que desde el lado de la autoridad nunca hubo una preocupación real por efectuar acciones que evitaran la destrucción del río y, lo más importante, una labor de educación permanente hacia nuestro pueblo, a todos los niveles, a fin de que se entendiera y se tomara conciencia de este ecocidio. Toca entonces, aunque muy tarde, el turno a los ciudadanos, a la sociedad civil, abordar este problema con la fuerza suficiente que nos permita rescatar el tiempo perdido.

“El problema de la cuenca del río Atoyac no es tan sólo un problema de presupuestos o de falta de ideas-proyectos para ir solucionando la contaminación y el rescate del río. Es ante todo, un problema de voluntades, de proponerse hacer las cosas, de tomar consciencia y de procurar un mejor futuro para las generaciones venideras.

“Movilizar a la sociedad civil atoyaquense debe ser el punto de partida para iniciar el rescate de la cuenca, por lo que es necesario tejer mecanismos de acercamiento a fin de colectivizar nuestras experiencias, iniciativas, relaciones y propuestas. Las posibles líneas centrales de acción que nos pudieran aglutinar serían: la limpieza total del río, la prohibición total de tirar basura al río, el tratamiento de las aguas negras de las poblaciones cercanas al río, con especial énfasis en El Paraíso y en la ciudad de Atoyac. Veda de la pesca y fomento a la acuicultura. Reforestación de toda la cuenca. Elaboración y utilización de abonos orgánicos. Aprovechamiento óptimo del agua para riego. Potabilización del agua, entre otras.

“Todas estas acciones, realizadas de manera planificada, permitirán sin duda alguna el rescate paulatino de la cuenca del río Atoyac, de tal forma que volvamos a sentirnos como antes, al pie de una azul montaña y envolvernos en el ensueño de Agustín Ramírez”. 

P.D. Para mayor información de este esfuerzo ciudadano, favor de dirigirse a: El Edén, jardín de permacultura. Atoyac de Alvarez. Julio César Sánchez (42 330 39) o Arturo García (42 346 63).

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