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No ha podido controlar el incendio de Acahuizotla, reconoce la Semaren

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

A pesar de que lo combaten 32 brigadistas apoyados con un helicóptero, el incendio forestal que comenzó el domingo en Acahuizotla no ha podido ser controlado y ha consumido más de 100 hectáreas de hojarasca, pastizales y bosque pequeño.
El incendio cambió el paisaje que se observa en la Autopista del Sol, pasando la caseta de Palo Blanco con rumbo a Acapulco, se observan al menos cuatro cerros que sufrieron los estragos del fuego, su vegetación está toda carbonizada y al pasar por ahí llega en leve olor a quemado.
La carretera luce como si estuviera cubierta por una extensa neblina que cubre los cerros más alejados, en el punto donde está el poblado de Acahuizotla se puede ver una larga humareda que asemeja a una gigante chimenea.
La gente de esta comunidad del municipio de Chilpancingo, dice que por las noches y muy temprano en la mañana pareciera que está por salir el sol, pues se ve el fuego a lo lejos, resplandeciendo detrás de las montañas.
Los brigadistas, 13 de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), 10 comunitarios de Zoyaltepec y nueve de Protección Civil del estado, han estado día y noche en el lugar, haciendo guardarrayas y cortafuegos, pero no lo pueden apagar por lo escarpado del terreno.
Cuando ven que está cercado el fuego y a punto de extinguirse, el viento logra buscarle una salida y lo extiende hacia otros lugares de más difícil acceso, relató el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) Carlos Toledo Manzur.
Incluso, a las 5 de la tarde, el reporte de los brigadistas a la Conafor era que habían logrado extinguirlo, iban de regreso a la capital en el helicóptero de combate a incendios cuando a medio camino les reportaron desde la central que la temperatura en el lugar incrementó de repente.
Las brigadas regresaron y se encontraron con que el fuego se avivó por los vientos que comenzaron a soplar con mayor fuerza por la tarde. Por lo que ayer los apaga incendios no pudieron descansar, como no lo han hecho desde el domingo pasado.
Más aún, el Centro de Control de Incendios para las 5:45 de la tarde, reportó que en la parte baja, en el punto conocido como Rincón de la Vía inició otra conflagración.
Durante un recorrido por los alrededores con personal de Conafor se pudieron escuchar algunas conversaciones por la frecuencia de radio de la dependencia federal.
El coordinador del equipo aéreo de la delegación en Guerrero de la Conafor, Juan Moreno Sánchez preguntaba a los brigadistas si necesitaban más agua para que se vaciara desde el helibalde que tiene una capacidad de 700 litros de agua.
Los brigadistas contestaron “no, ya no le echen más agua, no le está haciendo nada, ya le estuvimos eche y eche”. Hasta ayer habían vaciado más de 200 cargas del helibalde sobre el fuego.
Al lugar del incendio sólo se puede llegar por helicóptero o a pie en un empinado cerro, tres kilómetros hacia arriba desde el camino de terracería más cercano que se localiza a las afueras de la comunidad de Acahuizotla.
El ejido más afectado es Zoyaltepec, que se encuentra junto a la comunidad de Agua de Obispo, esa zona es año con año, afectada por los incendios por lo que la gente de Acahuizotla que colinda con el lugar, creó desde finales del año pasado una guardarraya a base de tierra para evitar que el fuego les “brinque” y afecte sus terrenos, explicó el presidente del Consejo de Vigilancia Luis Miranda González.
Acahuizotla tiene 170 ejidatarios y una extensión de “más de mil hectáreas” que utilizan para la siembra de maíz de autoconsumo, principalmente, y para el cuidado de bosques del que luego aprovechan la madera.
La gente del lugar, dice no tener miedo de que el fuego alcance sus terrenos o llegue hasta la población, pues saben que sus autoridades comunales hicieron el trabajo de prevención el año pasado, pero se dicen sorprendidos de observar la humareda que rodea al pueblo que está hundido entre cerros.

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