Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Martínez Nateras

Juicio penal a Echeverría; justicia para los comunistas

 (Tercera y última parte)

7) En lo personal he sido agraviado y se han cometido en contra de Arturo Martínez Nateras infinidad de hechos que pueden constituir delitos derivados del anticomunismo como política presidencial.

–El 23 de julio de 1965 fui perseguido, balaceado, calumniado, acusado de agitador comunista y encarcelado, en Monterrey, NL en compañia de camaradas como Raúl Ramos Zavala, Mauro Sánchez, Jesús Dávila, Octavio Leal Moncada. ¿Qué haciamos? Pintas invitando a un mitin de solidaridad con la revolución cubana.

–En febrero de 1968 fui privado del derecho de manifestación y libre tránsito con algunos miles de estudiantes, que realizamos la Marcha Estudiantil por la Ruta de la Libertad, la cual fue objeto de una campaña feroz, orquestada desde la Presidencia de la República, de agresiones, fui interrogado por el MPF. No está por demás dejar asentado que entonces el gobierno no tuvo empacho en descarrilar un tren para justificar su nueva ofensiva anticomunista como lo desenmascaró el innolvidable periodista don Francisco Martínez de la Vega y presentarnos como autores de un complot al servicio del comunismo mundial. Esta provocación abortó gracias a la prudencia y al talento con la cual fue encarada.

–Desde cuando me incorporé como dirigente de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos y de la JCM, fui objeto de constante vigilancia, de espionaje, de acoso y de una campaña deliberada de difamaciones. Entre ellas la reiterada acusación de que recibí recursos para un seminario latinoamericano de estudiantes, también para La Marcha y que me quedé con ellos. Los panfletos se imprimían en los talleres que tenía el gobierno en Lecumberri y se multiplicaban en las columnas que se redactaban en Gobernación y aparecían en diferentes medios nacionales.

–Contraje matrimonio el 26 de mayo de 1968 y la persecución me privó del derecho a fundar un hogar, tuve que vivir a salto de mata desde el 26 de julio hasta el 10 de noviembre que fui capturado depués de que el presidente GDO había ofrecido que ya no detendría a nadie más.

–Mi hija mayor nació a la semana de mi encarcelamiento y no pude conocerla sino hasta el mes de enero de 1969. Durante dos meses me mantuvieron prácticamente incomunicado.

–El primero de enero de 1970 junto con todos los presos políticos detenidos en Lecumberri, fuimos objeto de una brutal agresión al mando del general Andrés Puentes Vargas y del mayor Bernardo Palacios, director y subdirector del penal quienes dependían directamente del secretario de Gobernación, entonces Luis Echeverría Alvarez. Esta fue la reacción del poder frente a la huelga de hambre que ya duraba 40 días con la cual, reclamabamos la libertad incondicional. Entonces pretendieron justificar su felonía con un intento de fuga masiva.

–El 12 de enero de 1970, todavía en huelga de hambre, murió mi madre, doña Celia Nateras, en Tuxpan, Michoacán y fui privado del derecho de acompañarla a su tumba.

–El juicio al cual fui sometido y la sentencia a 14 años, es parte de esa monumental sujeción y agravio al Ministerio Público y al Poder Judicial que hoy esta Fiscalía puede lavar como una de sus manchas históricas.

–El 2 de octubre de 1971 fui encañonado por policias y soldados, pues ya para entonces Echeverría había militarizado el penal de Lecumberri y obligado a retirar una bandera rojinegra, con la cual pretendimos mantener viva la llama de la memoria por la masacre.

–Los meses entre el 10 de junio de 1971 y el 20 de diciembre los presos políticos del 68, todos, fuimos muy duramente reprimidos. Las vejaciones, las amenazas, las provocaciones se sucedían una a otra. Las revisiones contra nuestras visitas eran crueles e irrespetuosas. Los rumores de fuga se propagaban para crear el ambiente propicio a nuestro exterminio. Pablo Alvarado Barrera fue asesinado mediante un crimen cometido en noviembre de 1971, preparado y ejecutado por el general Francisco Arcaute Franco, director del penal, quien seguramente cometió su crimen por órdenes del entonces secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia, con supongo pleno conocimiento del presidente Echeverría pues transcurría ya la política de exterminio.

–Todavía el mismo 20 de diciembre, cuando ya fuera de Lecumberri todos sabían que saldríamos libres, a nosotros nunca nos comunicaron la noticia cierta y nos obligaron a abandonar el penal sin otras prendas que las que traíamos encima. Hasta ese mismo momento se pretendieron ensañar en contra nuestra.

–Entre 1972 y 1979 fui objeto de vigilancia y espionaje, de persecución y de reiterados intentos de difamación y descrédito. Participé exitosamente en las luchas como las huelgas universitarias y la construcción del sindicalismo universitario, en la construcción, en la conquista de la legalidad y del registro del PCM. Mi responsabilidad en el traslado de recursos obtenidos en el secuestro de don Rubén Figueroa Figueroa, la tengo ampliamente acreditada y relatada en un testimonio publicado, de edición agotada.

–Después, en 1982 fui excluído, por orden presidencial como colaborador, primero de Excelsior, de El Universal y después de Canal 11, donde conducía dos progrmas de televisión. El entonces subsecretario de Gobernación don Rodolfo González Guevara expresamente me dijo que el Estado mexicano no podía ceder tribuna a un opositor como yo.

Señores:

En resumen y de acuerdo con mis derechos legales y constitucionales:

a) Reclamo que  se formule la Enciclopedia de la Izquierda Mexicana; que sean inscritos los nombres de todos los presos por motivos políticos en una de las paredes del Palacio de Lecumberri  y un memorial a todas las víctimas de la represión, entre ellas a los desparecidos cuya muerte se haya comprobado.

b) Exijo me sea entregada copia certificada de toda la información, los expedientes, fotografías y diligencias sobre mi persona que obren en los archivos del AGN. Asimismo solicito acceso personal e irrestricto a los diferentes fondos con el objeto de realizar las investigaciones que me interesan.

c) Ruego a la Fiscalía que por conducto de los medios diplomáticos, tanto de la PGR como de la SRE, solicite del Partido Comunista Cubano la información relacionada con los supuestos recursos que dicen me fueron entregados. Esto tiene que ver con mi honor puesto que todavía hoy cuando periodistas acuden a entrevistarme muestran e inquieren al respecto basados en las fichas ocultas.

La creación de esta Fiscalía y la apertura de los archivos son fruto de la perseverancia y el reclamo nacional e internacional, flor de una causa ciudadana.

Los gobierno federal y del DF, pero sobre todo el  Fiscal tiene sobre sí las miradas y el escrutinio del mundo y del país. Constituida el uno de julio, formalmente la Corte Penal Internacional invitó a todos los agraviados a presentar las demandas correspondientes para fortalecer la lucha mexicana por la verdad y el castigo.

La verdad, la justicia y su honor están en juego. La historia no perdona pero sí reconoce. El futuro de México, la transformación democrática será apresurada si hacen bien su trabajo. De lo contrario nadie se los perdonará. Una nueva frustración hará más dificil la transformación democrática de México y la construcción de esa gran alianza por el desarrollo, de un acuerdo republicano para la prosperidad.

Arturo Martínez Nateras

Laurel, 60, San Pedro Mártir

cp 14650 México, D.F.

[email protected]

01 55+ 56 55 54 59

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