Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Ricardo Castillo Díaz

MAREA ALTA

 * Pleito en el equipo de Ernesto

* Turbulencia en el PRD

 Además de la verdadera camisa de once varas en la que se metió Ernesto Rodríguez Escalona con el rollo del Maxitúnel, en su agenda el candidato del PRI tiene pendiente otro lío que resolver.

Y es que parece que a uno que otro priísta, aquello de la unidad que les vino a repetir su líder nacional Roberto Madrazo, les entró por un oído y les salió por el otro.

Resulta que el primer pleito en su equipo de campaña le estalló la semana pasada, en la siempre disputadísima área de Prensa. Ocurrió precisamente el día en que Rodríguez Escalona explicó su propuesta del túnel.

Del salón del hotel Costa Club donde Ernesto propuso rescatar el Maxitúnel con un esquema similar al del Fobaproa, salió echando chispas el equipo completo de Prensa, con su hasta anoche encargado Miguel Angel Hernández Albarrán, de quien los malosos dicen que todavía cobra su sueldo como funcionario de Comunicación Social del gobierno del estado.

Pasó que el hijo de El Capi Hernández convocó como siempre a los reporteros y tras poner la mesa se encontró con el diputado local Roberto Alvarez Heredia –del equipo del senador Héctor Astudillo, delegado del CDE en la campaña– sentado al micrófono junto a Rodríguez Escalona, cediendo la palabra a los reporteros, como en plan de jefe de Prensa.

Mientras se sabe en qué para el pleito, que en el fondo es por la Dirección de Comunicación Social del ayuntamiento en un eventual gobierno priísta, Alvarez Heredia podría utilizar un boletin de prensa del equipo de Hernández Albarrán para inclinar la balanza a favor del astudillismo.

Sucede que cuando se suponía que los rodriguezescalonistas acordaron en alguna reunión que lo más conveniente era no tocar, y menos de broma, el tema de la escolaridad del aspirante priísta, un comunicado de prensa se redactó en sentido contrario.

Fechado el día 22 del mes que acaba de concluir, el texto comienza: “Mi profesión es servir, declaró el candidato del Partido Revolucionario Institucional…”.

Y luego hasta en dos párrafos más se vuelve a hacer mención de la misma frase. No conformes, los redactores del comunicado consignaron además que al Brother le plantearon en esa reunión que fue con abogados, “la profesionalización de los jueces calificadores del ayuntamiento, porque en muchos casos no tienen concluidos sus estudios”.

El lance a la yugular contra su propio candidato aparece otra vez en las últimas líneas, en el que se indica que Rodríguez Escalona “reiteró enfáticamente que su profesión es servir”.

Y eso que no tenía ni una semana de que en la parte trasera de algunos camiones urbanos apareció una nueva publicidad de Alberto López Rosas, en la que el candidato del PRD aparece recargado sobre varios libros –por la apariencia todos de derecho–, con el slogan “Un presidente inteligente”.

En tanto, se dice que Hernández Albarrán se jugará su última carta al enterar a su candidato de que los astudillistas, comenzando por el mismo senador, no saben ni cómo decirle que Zeferino Torreblanca tiene razón al pensar que lo del Maxitúnel no tiene ni pies ni cabeza.

Y que con un jefe de Prensa que no crea en el mensaje que difunde, pues estará muy amolado. Más cuando parece que los asesores de Rodríguez Escalona no dan para más y eso del túnel será la propuesta estelar de la campaña priísta. O la única.

Por eso dicen que ante lo enredado del caso aparece un tercer prospecto para la coordinación de Prensa: el mayrenista José Guadalupe Prieto Caracheo, que también tiene sus antecedentes. 

Chavarría y su PRD 

Ahora resulta que cuando le reclaman por los métodos de selección de las candidaturas perredistas, el senador Armando Chavarría hace como que la Virgen le habla.

Después de que sus muchachos en el Consejo Estatal del PRD mandaran a volar al CEN, el senador niega que se haya servido con la cuchara grande, como lo aseguran Lázaro Mazón Alonso, Pioquinto Damián Huato y otros precandidatos, como los muy conocidos y respetados Víctor Mojica Wences –ex alcalde de Pungarabato– y Amador Campos –ex candidato a alcalde que casi gana la alcaldía de José Azueta hace tres años, y que busca de nuevo la candidatura.

¿O entonces es puritita coincidencia que se optara por la elección interna en Atoyac, donde se supone que Octaviano Santiago tiene más afiliados; en Iguala, donde Juan Adán Tabares se lleva el padrón; y en Teloloapan, donde la aplanadora corresponde a Modesto Brito?

¿Fue chiripa que en Zihuatanejo –donde se dice que el empresario Amador Campos tiene más apoyo entre los ciudadanos– se decidiera por el llamado plebiscito electivo porque era muy probable que el aspirante apoyado por los cívicos, Joaquín González, perdería en una encuesta?

¿Y qué decir de Chilpancingo, donde habrá también plebiscito electivo, aunque Pioquinto prefería la encuesta para medir fuerzas con el director de Radio Universidad (¡ajá! de la UAG), Víctor Wences?

Por ahora, mientras Chavarría le echa la bolita al Consejo del PRD –donde nadie ignora que él tiene mayoría– entre los perredistas ya es un secreto a voces que su presidenta nacional Rosario Robles Berlanga anda que echa rayos y centellas.

Dicen que la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal no perdona que los chavarristas y sus aliados que son consejeros en el PRD no aceptaran su propuesta de reservar al CEN la decisión en torno a los candidatos de Zihuatanejo, Iguala y Chilpancingo.

Por eso ahora se cree que Chayo castigó al PRD de Guerrero, con aquello de que el CEN no mandará recursos adicionales para llevar a cabo la selección de candidatos con los métodos que a Chavarría mejor le acomodaron.

Hay quienes piensan que el más beneficiado del enojo de Robles con el senador no será Félix Salgado ni el PRI, en la todavía lejana carrera hacia la candidatura a gobernador.

Las miradas, más bien, apuntan al edificio del Palacio Municipal del parque Papagayo, cuyo huésped principal mueve sus piezas.

  Resaca 

A todo esto ¿dónde anda Rossana Mora Patiño, la coordinadora de campaña de López Rosas? En algún asunto de la coordinación perredista estará tan ocupada, que no se le ha visto mucho en los actos de proselitismo acompañando a su candidato, ni en reuniones por separado con los diversos sectores de la población.

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