Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

Faltan transparencia y cuentas claras

 Como siempre ha sido costumbre en el Congreso local guerrerense, la cuenta pública no es analizada con seriedad, responsabilidad y decencia. Esperando el momento más oportuno para hacerlo, la última sesión del segundo periodo ordinario de su tercer año, es decir cuando han concluido prácticamente sus trabajos, los integrantes de la quincuagésima sexta legislatura han aprobado por mayoría de la fracción priísta la cuenta pública del gobierno del estado correspondiente al ejercicio presupuestal del año 2001.A esta forma ominosa de comportamiento de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional, se ha sumado, como era de esperarse, el voto del representante del Partido de la Revolución del Sur (PRS), Demetrio Saldívar. El PRS es un remedo de organización política al servicio del gobierno que lo mismo sirve para aprobar cuentas públicas que para amafiarse con el PRI, en lo que haga falta. También aprobó la cuenta pública del 2001 el ahora diputado independiente –eso dice él–, Alberto Mójica.El dictamen presentado por el diputado priísta Juan Salgado Tenorio, presidente de la Comisión de Cuenta Pública y Presupuesto, es de mucho cinismo cuando dice: “…por encontrarse debidamente soportada y haberse comprobado que los recursos fueron captados, aplicados y ejercidos con estricto apego a la normatividad aplicable a la materia, se aprueba en sus términos la Cuenta Pública del gobierno del estado, correspondiente al ejercicio fiscal del 2001”.¿Cómo se puede hacer esta afirmación cuando el análisis de la Cuenta de la Hacienda Pública Estatal, hecho por la propia Contaduría Mayor de Hacienda se precisa que el dictamen se emite únicamente con base en un informe global presentado por el Ejecutivo, sin que se presenten los soportes contables ni se hagan revisiones físicas sobre la obra pública que aparece como realizada?Con esta forma de analizar y aprobar la cuenta pública, el documento más importante para que la sociedad guerrerense conozca la manera transparente del ejercicio del gasto gubernamental, los legisladores locales evidencian una vez más su falta de compromiso con la ciudadanía a la que dicen representar y defender. Lo que salta a la vista con este comportamiento de nuestro poder legislativo local es que se sirve a quien los llevó a ocupar esa posición y ese no es otro que el gobernador del estado. 

Obviamente, como usted podrá imaginarse, los diputados, a cambio, reciben prebendas de todo tipo desde vehículos, dinero en efectivo, tener su propio cuerpo de aviadores con cargo a la Secretaria de Educación Guerrero, viajes y otras prestaciones que les hacen la existencia más placentera, aunque muchos de sus representados sigan viviendo en la pobreza, la ignorancia y en el atraso más terrible. Otro personaje que también es bien tratado por su servicios a las causas del Ejecutivo que no a la sociedad, es el contador mayor de hacienda, Elías Cuauhtémoc Tavares Juárez, quien en lugar de estar presente en su responsabilidad, se dedica a pasear después de cumplir con la labor encomendada de servir de tapadera a los malos manejos de las cuentas del gobierno. Mientras nuestros diputados ven las cuentas públicas color de rosa, todo les parece muy bien, la ciudadanía guerrerense, por su parte, aprecia el mar de corrupción que invade el territorio estatal. Si volteamos los ojos a nuestro sistema educativo estatal nos encontramos que no se labora, que existe una gran simulación, que los niños y jóvenes guerrerenses no están siendo bien formados y educados. Si vemos a nuestro sistema estatal de salud, apreciamos que no existe la infraestructura adecuada y suficiente, pues la que se aprueba construir no se hace; no hay medicamentos ni materiales de curación; la cobertura de los servicios es insuficiente y los guerrerenses de las regiones de La Montaña y la Costa Chica, principalmente, se siguen muriendo de enfermedades que tienen curación. La inseguridad pública es el pan nuestro de cada día, en tanto los policías judiciales encargados de cuidar la integridad física y patrimonial de la sociedad, están destinados a servir de guardaespaldas, choferes, jardineros y niñeras de prominentes personajes de la clase política local priísta. Y en sus ratos libres, se ocupan de completar el ingreso robando coches y cometiendo toda clase de tropelías en contra de la ciudadanía a la cual se comprometieron servir. Obra pública que se realiza fuera de la normatividad establecida, entre los abusos más recurrentes.Los recursos del erario en Guerrero sirven para muchas cosas como nos damos cuenta cada día: pago a empleados públicos que no cumplen con sus funciones, compras de bienes que no llegan a su destino, desvío de dinero a los bolsillos de políticos tramposos, obras públicas no prioritarias –¿se acuerdan del aeropuerto de Huamuxtitlán?–, etcétera. Mención especial del destino de los recursos públicos merecen los orientados a las precampañas y campañas de los candidatos del gobierno estatal que parecen no tener límite, pues la propaganda en los medios de difusión masiva es tan intensa que uno desayuna, come y cena viendo anuncios de éstos en prensa, radio y televisión. Para lo que no sirven los recursos públicos es para educar a las futuras generaciones; procurar la salud y el bienestar del pueblo de Guerrero; que l_os ciudadanos vivan seguros y sin el temor a ser asaltados o secuestrados; crear la infraestructura necesaria que posibilite el desarrollo de la entidad y nos aleje del rezago en el que nos encontramos.Afortunadamente estos comportamientos contrarios a la sociedad que asumen los diputados locales tiene solución, si la mayoría de los ciudadanos admitimos que no hemos sido cuidadosos al elegir a nuestros representantes populares como está en nuestras manos poderlo hacer, en el proceso electoral del 6 de octubre de este año.Votemos por los candidatos que sepamos que por sus trayectorias y preparación, se comprometan con defender el interés superior de la sociedad; que conformen un grupo sin sometimiento alguno con el Ejecutivo; que sean celosos guardianes de la transparencia y las cuentas claras del uso de los recursos públicos destinado al bienestar de la sociedad guerrerense. Faltaría, asimismo, la promoción de contar con una ley local de transparencia y acceso a la información pública gubernamental como la aprobada por el Congreso de la Unión, publicada ya en el Diario Oficial de la Federación, que este sea uno de los primeros compromisos que asuman los futuros integrantes de la quincuagésima séptima legislatura local, pues a los integrantes de la quincuagésima sexta no les ha importado nada que tenga relación con la transparencia y las cuentas claras a la sociedad a la que ofrecieron servir con honor al asumir sus responsabilidades legislativas.

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