Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jeremías Marquines

APUNTES DE UN VIEJO LEPERO

  * Qué transa con la SEG II

Aunque nadie lo pidió, pero todos lo esperaban, el gobierno de René Juárez muestra cada día con mayor desfachatez su indecencia y su ineficacia para resolver con apego a la ley y la justicia los problemas políticos, laborales, de desarrollo y de seguridad pública que la sociedad guerrerense reclama cada vez con mayor fuerza y de distinto modo.

En las últimas semanas la Secretaría de Educación de Guerrero ha servido como botón de muestra para medir la magnitud de la descomposición y la ineficacia social y política de este gobierno, preocupado más en encubrir sus fechorías y su mediocridad que en buscar soluciones creativas, justas y hablar con la verdad a los guerrerenses.

Es tal la incapacidad de respuesta de este gobierno, que esta semana que aún no termina dos grupos de profesores tuvieron que recurrir a la huelga de hambre para lograr que sus exigencias de justicia se atendieran. Dos huelgas de hambre, una de profesores de educación física y otra de trabajadores de la Secundaria Técnica 70 de Iguala. Ambos grupos con exigencias simples: la investigación y destitución de funcionarios educativos abusivos y mañosos.

Los maestros de educación física tuvieron que  cerrar durante más de un mes las oficinas de la SEG Acapulco-Coyuca, retrasar todas sus actividades y llevar su huelga de hambre a las puertas del Congreso, sólo para exigir la investigación y destitución de un tal coordinador Miguel Angel Serrano Valencia. Aún ahora no me explico qué tanto poder tiene este hombrecillo como para que la SEG esperara más de un mes y una huelga de hambre para medio destituirlo, ¿es eso incapacidad o complicidad? Lo mismo ocurrió en la Técnica 70 donde pedían la salida del director y subdirector acusados de diversos abusos, la SEG esperó que la protesta creciera al máximo para medio “resolverla”.

En las mismas condiciones está la inconformidad de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, donde en otras ocasiones por la incapacidad gubernamental han sido reprimidos junto con sus familiares por la brutal policía estatal. Los normalistas sólo piden que se haga efectiva una auditoría académica que la misma SEG aplicó para descubrir qué maestros no cumplen los requisitos de preparación académica para impartir clases de licenciatura. El resultado fue que 15 personas de esa Normal no pueden impartir clases porque son medio profesores, y los normalistas piden justamente que sean cambiados por maestros calificados.

¿Qué hay de imposible y de ilegal en esta demanda? Nada. Pero la SEG se niega y también, junto con el evasivo secretario de Gobierno, Marcelino Miranda, Pano Cruz no quiere darle ni siquiera una audiencia a los estudiantes para que expongan sus demandas. ¿Acaso lo que estos funcionarios pretenden es crear un problema mayor que termine como el de hace un año, en la represión policíaca y las demandas penales?

Sumado a estos asuntos de fácil y elemental solución –solución que tarde o temprano tendrán que dársela– está el de los dineros “desaparecidos” de los créditos CEBE. Unos 100 millones de pesos de los trabajadores de Educación que, según declaraciones de la CETEG, ha jineteado la secretaría estatal de Finanzas desde hace varios meses, y hasta la fecha, el titular de la Sefina, Rafael Acevedo Andrade, no ha dado ninguna explicación convincente de dónde andan metidos estos dineros.

Pero el escándalo mayor es el de los más de 2 mil aviadores de la SEG. Una verdadera vergüenza. Casi toda la clase política priísta del estado tiene algo que ver con esta lista de comisionados que El Sur dio a conocer hace unos días. Allí aparecen desde alcaldes, ex alcaldes, dirigentes partidistas, hasta primos y trabajadores de senadores priístas, incluidos algunos perredistas.

Más de 2 mil personas comisionadas en asuntos ajenos a la educación aparecen en las nóminas de la SEG, mientras los egresados de las normales estatales ruegan y se humillan por sus plazas y a otros se las roban, como el caso de la maestra Briseyda Clemente Roque. Varios de los mencionados en esa lista negra y afrentosa han hecho aclaraciones de que ya no trabajan en la SEG o tienen permiso sin goce de sueldo, pero también son muchos, la mayoría, los que con el silencio han aceptado que medran sin trabajar de los escasos recursos de la educación.

Los que aparecen en esta lista son unos verdaderos parásitos que viven del atraso y el rezago educativo que padecen miles de niños y jóvenes de Guerrero que toman clases en verdaderas porquerizas. Los que aparecen en estas listas, la mayoría priístas, demuestran que la SEG ha funcionado como bolsa de empleo del PRI. Allí están cobrando, como si fueran profesores, gente que trabajan en el partido del gobernador Juárez.

El mediocre desmentido que hace la SEG de la validez de esta lista de aviadores, no es creíble. Primero, señala como filtración dolosa una información que ocultaba y que por ley está obligada a dar a conocer a los ciudadanos que son los que aportan los recursos para la educación. Y segundo, señala que muchos de los que allí aparecen son personas que ya murieron o causaron baja, pero si es así: ¿Por qué no han sido depuradas las nóminas de la SEG? ¿Por qué estas personas siguen apareciendo en las nóminas recientes, si, como dice el contralor interno, Marco César Paris Peralta, tienen años que ya no trabajan para esa dependencia? Pero si aún siguen en la nómina, esto sólo significa que alguien más está cobrando a nombre de esos muertos, de esos despedidos, de los jubilados y de los “comisionados” de la lista negra.

No es con amenazas, como la hecha por Paris, como se van a resolver los abusos al presupuesto de la SEG, ni tampoco con aseverar que la sociedad tiene que esperar seis meses –mientras se blanquean las nóminas– para conocer el grado de corrupción que existe. Lo que se necesita es que ya den a conocer la supuesta auditoría que desde hace dos años se anunció para que se acaben las dudas y suspicacias.

Pero eso no es todo, es necesario también que se aclare la situación académica irregular del titular de esa dependencia, porque recién nos enteramos que, contra todo sentido de vergüenza, los asuntos de la educación del estado fueron depositados en manos de un preparatoriano como Daniel Pano Cruz, quien según el diputado panista, Angel Pasta Muñúzuri no cuenta con el grado académico de contador público que dice ostentar.

Esta es la realidad del atraso educativo de Guerrero. Las dos instituciones de educación más importantes del estado: la SEG y la UAG, están dirigidas, una, por alguien que no concluyó sus estudios superiores y la otra, por el maletero de un senador perredista ambicioso que ha hecho carrera política al amparo y en detrimento de la universidad.

Con la pandilla que dirige hoy la UAG, donde al igual que en la SEG la mayor parte de los recursos para mejorar la educación de los estudiantes van a parar a la abultada nómina de los miles de ineficientes trabajadores con que cuenta la institución y a los insultantes sueldos que se pagan el rector y sus funcionarios de “primer nivel”, no se necesita de nada más para prolongar el rezago educativo y profesional de los guerrerenses 20 años más.

La denuncia ahí está, los problemas siguen sin resolverse. La ineficacia y corrupción del gobierno renejuarista, a tres años, se evidencia cada día de manera escandalosa, pero en el Congreso local los diputados de oposición duermen su sueño de opio imaginando formas para perperpetuarse en otros espacios políticos; por eso el grave problema de la educación y la cultura les vale un carajo, son ignorantes y prófugos de la cultura y así lo ratifican a diario con su silencio cómplice, son perredistas alcahuetes de la política de atraso educativo y cultural de René Juárez.

Qué les importa a un Octaviano Santiago, a una Rosario Merlín, a un Sebastián de la Rosa, a un Benjamín Sandoval, a un Misael Medrano, el atraco a la Educación. Ciertamente, están ocupados en asuntos más importantes y por el momento la educación de miles de futuros ciudadanos no es su prioridad.

Es por eso que estos diputados de oposición han hecho cero comentarios sobre los asuntos de la educación y la cultura en el estado. Ninguno ha llevado a tribuna, ni siquiera como comentario, estos problemas que son la raíz de los eternos problemas del estado.

El abuso, la prepotencia, la falta de respeto a los derechos humanos, la corrupción, la inseguridad, no se acaban creando más leyes ni más cárceles, sino creando mejores ciudadanos. Si hoy los gobernantes y los legisladores no se interesan por sanear y eficientar las funciones administrativas y de enseñanza de la educación y la cultura para provecho de las nuevas generaciones de guerrerenses, dentro de 10 ó 20 años estaremos repitiendo aquí mismo las mismas notas rojas de la política, el crimen y el abuso a los derechos elementales de los ciudadanos. Pero eso, no importa, sólo es el futuro.

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