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Ex comandante de la PJE suspendido pero seguía en funciones

El ex comandante de la Policía Judicial del Estado (PJE) Víctor Castro Valente tiene una larga historia de quejas en su contra por violaciones a los derechos humanos, e incluso señalamientos del comandante de la 27 Zona Militar, general Alfredo Oropeza Garnica, que en mayo de 2000 dijo que el comandante judicial tenía vínculos con el narcotráfico, pero continuó laborando y ahora está prófugo.

Ya suspendido formalmente de la PJE, en 2000, tras una recomendación de la Codehum por torturas al campesino de Atoyac Carlos López Mesino, seguía en funciones, actuando como comandante, y tuvo un papel protagónico en el caso de la masacre de El Kilómetro Treinta, los primeros días de enero de 2001.

Está prófugo luego de que la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) recomendó a finales de marzo de este año a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) “arraigar, no contratar y fincar responsabilidad penal” a seis ex comandantes –que huyeron del estado–, dos ex directores de la PJE y 17 agentes que por considerarlos responsables de la desaparición forzada de nueve personas.

El 15 de enero del 2001 el entonces director de la PJE, Jaime Figueroa Velázquez, negó que Castro Valente fuera comandante de la corporación y dijo que sólo “participaba dando información como cualquier ciudadano que colabora; de alguna manera apoya pero no dirige ningún operativo”. Sin embargo, en los mismos días en que el funcionario hacía estas declaraciones, Castro participó en la detención de los secuestradores del empresario Hugo Magno Terrazas.

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