Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Fallece la reportera María del Carmen Santiago sin recibir justicia por agresión de su esposo en 2009

 

 

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

La reportera del gobierno del estado, María del Carmen Santiago Hernández, murió en el hospital general, en espera de justicia por la agresión de su esposo, Rubén Mora Peralta, quien la golpeó y la dejó en estado coma, en julio de 2009, y quien presuntamente se encuentra fugitivo, informaron sus amigos.

De acuerdo con las publicaciones de ese periodo, la joven, que murió por cáncer de colón detectado en mayo de 2010, fue golpeada por Mora Peralta frente a su casa en esta capital, y tras la agresión fue llevada de una clínica particular a otra y luego a la clínica del ISSSTE, donde el entonces director, tío de su ex pareja, la ingresó y dio de alta, a pesar de que el equipo médico, incluidos los subdirectores Médico y Administrativo, recomendaron su traslado a Acapulco, por su estado crítico.

Su caso fue defendido por Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), que acompañó el proceso penal contra su agresor, y entonces denunció que, a pesar de la demanda ante el Ministerio Público que presentaron mujeres periodistas de la capital y que la gravedad de su salud fue certificada, Mora Peralta salió libre bajo caución, con una multa de 280 mil pesos, reducida a 80 mil porque alegó pobreza extrema.

En un boletín de prensa de Cimac fechado en agosto de 2009, señalaron irregularidades de la libertad bajo caución de Mora Peralta, que emitió un agente del MP en un delito grave, y que sólo debía emitir, en dado caso, un juez.

La organización puntualizó que la agresión a las mujeres ya estaba reglamentada en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado libre y soberano de Guerrero, aprobada en 2007, para su seguimiento.

La reportera Magda Esparza declaró que María del Carmen Santiago murió en espera de justicia, porque su expareja se paseaba por la capital del estado “como si estuviera de vacaciones”, y recordó que los golpes que la joven recibió en la cabeza, le dejaron secuelas de tipo emocional que serían permanentes.

Magda Esparza informó que en mayo 2010 le diagnosticaron cáncer de colón avanzado en el instituto de cancerología. Detalló que murió ayer en el hospital general, a cinco días de su último ingreso, tiempo en que un grupo de voluntarios solicitaron apoyo al gobierno del estado, al Ayuntamiento de Chilpancingo para la compra de medicamentos para contrarrestar sus dolores de la fase terminal.

A la joven madre, le sobreviven su hijo de ocho años y su padre, quienes dependían económicamente de ella. Al final de su vida, otorgó la potestad de su hijo a la familia Calixto, que le brindó el apoyo durante su enfermedad.

Por tarde, se ofició una ceremonia en la iglesia de Todos los Santos, y el sepelio se llevaría a cabo en el panteón de la capital.

468 ad