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Presenta el INAH las nuevas instalaciones de la zona arqueológica de Palma Sola

 Xavier Rosado * El jueves por la mañana la Secretaría de Fomento Turístico del estado en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organizaron un recorrido de presentación de las instalaciones de la zona arqueológica Palma Sola que alberga 18 petrograbados del periodo 800 a.c. al 750 d.c.Con una inversión de más de 6 millones de pesos se construyeron una sala de recepción, un salón de exposición permanente, otro para muestras o actividades temporales, cafetería, sanitarios, librería, senderos, estaciones de observación y cédulas temáticas que aproximadamente en un mes estarán abiertos al público, según datos otorgados por el subsecretario de Planeación de Sefotur, Jorge Briseño Hinojosa. La Zona Arqueológica de Palma Sola se localiza en la ladera sur del cerro El Veladero, en el lugar conocido popularmente como el anfiteatro. Tiene una extensión aproximada de 3.8 hectáreas, y hasta 400 metros de altura sobre el nivel del mar.Para la construcción de los senderos que cruzan la selva baja perennifolia (hojas que mueren), se respetó el entorno natural sin detonaciones y sin usar cemento gris para no contrastar radicalmente con los tonos naturales, se utilizó un cemento rojizo para integrarlas visualmente a las inmensas rocas redondeadas, granitos de origen ígneo compuestas por grandes cristales de cuarzo, feldespato y hornablenda. Solamente cuatro medios de difusión de todos los existentes en Guerrero acudieron a la visita guiada que fue coordinada por la investigadora del INAH Guerrero, América Malbran Porto, quien viajó específicamente desde Chilpancingo para dar a conocer los pormenores históricos de este importante sitio arqueológico. Esta primera fase de la habilitación de la zona se realizó después de 10 años de que surgiera el proyecto en el INAH en conjunción con el Gobierno del Estado de Guerrero. Ambos organismos estarán encargados de la difusión del sitio arqueológico, mientras que el INAH tendrá la operación de la zona. El ayuntamiento de Acapulco invirtió 2.5 millones de pesos para pavimentar el acceso vial hasta el sitio arqueológico. En los cuatro meses que duraron las construcciones, se contrataron a 800 trabajadores de la comunidad a los que el INAH les dio un curso preparatorio para que entendieran la importancia de la conservación del sitio. Actualmente, el lugar cuenta con el custodio Oscar Jesús Serrano Jiménez quien tiene como consigna resguardar las instalaciones y sobre todo, vigilar la integridad de los petrograbados, que son de un valor cultural incalculable.

 Patrimonio cultural de la nación

 La arqueóloga Malbran Porto llevó a los visitantes a través de un recorrido de 18 estaciones que aparecían en el trayecto de 500 escalones. Además de las cédulas informativas, la investigadora resaltó datos sobre el origen de los petrograbados.Explicó que Palma Sola fue un lugar sagrado en la época prehispánica, donde se registraron en piedra diversas ceremonias rituales relacionadas con los ciclos productivos agrícolas a través de un largo periodo comprendido entre 800 a.c. y 750 d.c. Ascendiendo entre acacias, ceibas, tamarindos, anonas amates, cacahuananches e icacos, la arqueóloga explicó que la elección de este paraje por los antiguos acapulqueños como ella llamó a la cultura mesoamericana que hizo los dibujos, fue completamente intencional. Aquí se originan dos arroyos: el de El Camarón y el de Palma Sola, asimismo, existe una gran piedra que formó una cueva natural, donde en la época de lluvias corre una corriente subterránea. En esta cueva, ubicada al final de recorrido, se encuentra uno de los lugares más sorprendentes de la zona: el elemento uno. Este petrograbado es el más importante y describe un mito ancestral: una pareja señalada por trazos elementales, cabeza, tronco y extremidades, los personajes: un hombre y una mujer fueron creados por una divinidad de forma humana en una cueva con una corriente de agua, lo que simboliza a este espacio como un lugar mítico. Malbran narró que de la cueva surgen o toman vida diferentes seres humanos, representados por caras unidas con líneas, son los ancestros comunes a una serie de grupos de parentesco o segmentos sociales.

“Esto justifica las diferencias sociales, la existencia de jefes y la liga de todos con los ancestros más antiguos”, indicó la investigadora. Agregó que los petrograbados se hicieron en estas enormes piedras, en un lugar tan elevado y abierto con el fin de que los dioses observaran pedimentos diversos, una vez interpretada la criptología de los mensajes. Otra de las motivaciones que tuvieron los antiguos acapulqueños fue el contacto directo con la naturaleza para entender los vínculos del hombre con los ciclos de la vida y del universo, las genealogías, la creación y fundamentar una cosmovisión con cuentas calendáricas, constelaciones o desplazamientos de los astros, también representados para siempre en estas rocas. Los individuos de cada petrograbado representan su participación en diversos tipos de escenas referidas a fiestas y ceremonias. El cuerpo humano se esquematizaba tanto que se limitaba a una línea vertical rematada en otra curva, para representar los brazos. A veces, las cabezas están unidas por trazos verticales que sugieren relación de parentesco con un ancestro. La arqueóloga explicó que los pobladores de Palma Sola vivieron en las partes bajas del cerro del Veladero, en las laderas del cerro Tambuco, en las playas Hornos y Caletilla, así como en la bahía de Puerto Marqués y a lo largo del río de La Sabana. También fue lugar importante para ciertos tipos de mediciones o lecturas astronómicas como los movimientos solares en los tiempos de sequía, siembra, lluvia y cosecha.

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