Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

El dream team guerrerense

 Durante la campaña de Francisco Labastida para alcanzar la presidencia de la República al equipo de hombres y mujeres que lo apoyaron en este propósito el maestro Rafael Segovia le llamó el dream team, en alusión al equipo de basketbol de los Estados Unidos que participó en la Juegos Olímpicos de 1996, encabezados por Michel Jordan.

Decía Segovia, en ese artículo publicado en el periódico Reforma el 11 de junio de 1999, que son hombres formados para obedecer y cumplir cuanta tarea se le ocurra al superior jerárquico, no pueden convertirse de la noche a la mañana en unos seres cartesianos o pascalianos devorados por los juicios de valor y las formas éticas de la realidad política. Actúan como pueden, con la rigidez impuesta por años de aprendizaje, de reflejos condicionados y de respuesta instantánea, siguiendo al jefe sin reparar siquiera en el error que están cometiendo. No se han podido meter en la cabeza los cambios acontecidos en México.

Al parecer esta versión del dream team priísta de Labastida, hoy la han reeditado en el estado de Guerrero para la campaña política que realiza Ernesto Rodríguez Escalona, en busca, dice él, de rescatar la Presidencia Municipal de Acapulco, como si los priístas fueran los dueños de este territorio que nos pertenece a todos los acapulqueños, ellos incluidos.

Vemos que en la obsesión que tienen los miembros del PRI, en la que participa de manera destacada el gobernador René Juárez, por ganar las elecciones del 6 de octubre, los priístas envían a la batalla electoral por la alcaldía de Acapulco, a sus hombres más experimentados dirigidos por el senador Héctor Astudillo, el más probable candidato de ese partido a la gubernatura del estado para las elecciones del 2005. Se incluye en la alineación priísta a Manuel Añorve, Rubén Robles, Juan Salgado, Jesús Bernal, Juan Nogueda, entre otros, todos ellos van como coordinadores de cada uno de los siete distritos electorales locales que forman parte de nuestro municipio. A ellos se les ha unido Humberto Salgado Gómez, quien dejó la coordinación de asesores del gobernador para incorporarse a estas tareas. Para complementar este cuadro de lujo priísta llega de Coahuila Jesús de la Rosa Godoy, enviado por el Comité Ejecutivo Nacional. El currículum de éste es muy similar a sus colegas guerrerenses: funcionario del gobierno de ese estado, dirigente sindical, legislador e igual de complaciente con su partido al comentar que la elección de la dirigencia nacional priísta es resultado de una consulta sin conflictos. Cuando todos sabemos que fue una elección a la cual los mismos priístas, como María de los Angeles Moreno, han calificado de un proceso en el cual participaron delincuentes organizados.

Continuando con el escrito del maestro Segovia, éste comenta del famoso dream team labastidista, el cual se acomoda muy bien con el dream team rodríguezescalonista: “Porque ellos no piensan, creen que los demás tampoco lo hacen. Apuestan a la indiferencia, la ignorancia, la percepción subliminal. Apuestan al hastío, a la falta de entusiasmo, sin advertir que ellos son la fuente principal del hastío popular e incluso elitista, y que terminarán por destruir lo que pretenden levantar”.

Hoy la realidad política de nuestro estado y de nuestro municipio demanda la presencia de políticos comprometidos con la sociedad, que no busquen los cargos públicos para beneficiarse ellos, sus familiares, sus compadres y amigos. Esos políticos beneficiados con el ejercicio del poder están claramente identificados con el PRI. Por eso no importa que se aglutinen en torno a una candidatura y se unan para sacarla adelante, serán esfuerzos que están condenados al fracaso, pues la sociedad guerrerense y la acapulqueña no quieren un gobierno emanado de las filas del PRI, pues a más de dos años y medio de que concluyó la última administración de este partido en nuestro municipio no han entregado los soportes contables de la cuenta pública. Si ellos ahora están solicitando nuevamente la confianza y el apoyo ciudadano para el candidato del tricolor no lo tendrán mientras, por un lado, no entreguen la documentación que avale la cuenta pública, la cual se han negado a entregar, a pesar de habérseles requerido en numerosas ocasiones, ya que cuentan con la mayoría de los diputados en el Congreso local para no cumplir con esta responsabilidad legal.

Por otra parte, aunque muchos de los priístas lo niegan, la obra de gobierno del presidente Torreblanca ha sido excepcional y esto la sociedad lo reconoce, lo apoya y, estoy seguro porque así se comenta entre los acapulqueños, que habrá de refrendar su respaldo a esta forma de gobernar sin corrupción, con eficiencia y con honestidad, en el proceso electoral que tendrá lugar el 6 de octubre próximo.

Los políticos que necesitamos en el estado de Guerrero tienen que tener un perfil como el descrito por Mario Vargas Llosa, en su escrito de “Epitafio para un caballero”(periódico El País, junio 9, 2002), en el cual describe a Fernando Belaunde Terry, expresidente peruano, recientemente fallecido, de quien dice: “…pertenecía a una dinastía de políticos latinoamericanos que, aunque minoritaria, esporádica y empobrecida por la abrumadora presencia de los caudillos autoritarios y los jerarcas demagogos y ladrones, existió siempre, como alternativa a la ominosa tradición de los regímenes dictatoriales y los mandatarios irresponsables y corruptos: la de civiles idealistas y patriotas, genuinamente democráticos, honestos a carta cabal y convencidos de que con buenas ideas y la palabra persuasiva un gobernante podía resolver todos los problemas y traer prosperidad y progreso a su país”.

Por eso aunque el PRI haga una selección de sus “mejores hombres” para participar en una contienda electoral, éstos no tendrán buenos resultados, pues aunque experimentados en la componenda, en los trucos y las malas artes; la causa que defienden es contraria a los intereses superiores de la sociedad acapulqueña y por eso están condenados a fracasar.

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