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Critica Antonio Valdés a Dalia; debió continuar el diálogo con Zeferino, dice

 * El alcalde y su gobierno privilegian el diálogo, afirma

 Nelly Bello * Para el dirigente del Acatianguis, Antonio Valdés Andrade, su ex correligionaria en el PRI Dalia Serna Tabares debió continuar el diálogo con el gobierno del alcalde Zeferino Torreblanca Galindo antes de confrontar con violencia a los policías preventivos que desalojaron a los semifijos de la calle Feliciano Radilla.Informó que ha buscado vía telefónica a Serna Tabares para pedirle que en la legalidad “hagamos una lucha conjunta por Acapulco, y que el compromiso de los líderes sociales no quede en discurso”.Entrevistado vía telefónica aseguró que respeta las decisiones de la lideresa priísta, pero que si ella y sus seguidores “decidieron ir a la acción directa porque son sus líneas para luchas y conquistas, adelante, pero nosotros tenemos compromiso con Acapulco”.Valdés Andrade –que en febrero de este año reubicó su mercado informal del bulevar José López Portillo a una calle adyacente, luego de dos años de pláticas con la Secretaría General del ayuntamiento– consideró que, antes que cualquier acción, debe mediar el diálogo, pues el alcalde y su gobierno “son de diálogo y siempre privilegian el diálogo”.Ejemplificó con los acatianguistas, que “recurrimos (al enfrentamiento) cuando no hay otro camino, pero con Zeferino Torreblanca y René Juárez no, porque son gobiernos de diálogo, tolerancia y plurales”.Consideró que si un líder se equivoca, tiene su respeto, pero “sólo les decimos que la confrontación no le beneficia a nadie”, y garantizó el apoyo a los fecopistas, pero “dentro del marco legal; no apoyamos con acción directa de confrontación. Mis acciones son consensuadas con los líderes de mi organización”.Dijo desconocer las causas de la actitud de Serna Tabares, pero “los guerrerenses tenemos mayoría de edad para tomar acuerdos que no lesionen a Acapulco”, y en el caso de los comerciantes “estamos obligados a aportar por la imagen del puerto y devolverle las banquetas a los peatones y las calles a los automóviles; en la reconstrucción de la imagen urbana todos debemos cooperar”.Sobre la reincidencia de la dirigente priísta para ocupar las calles que recuperó el ayuntamiento, insistió en el diálogo y dijo que la obligación de los líderes es trazar líneas a favor de la población en coordinación con el gobierno municipal.Recordó que la calle fue ocupada hace años por comerciantes de la nave de Pescados encabezados por el líder priísta Mario Monroy Pacheco, luego de que el entonces gobernador Angel Aguirre reconstruyera esa área del centro de abasto.Deseó que el enfrentamiento del viernes “no genere más violencia y provoque más confrontaciones y enconos”, y sugirió al ayuntamiento evitarlo, por medio de plantear una alternativa, porque “son hermanos de clase que no están en la calle por gusto”.

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