Despliega la ONU 300 observadores a Siria para vigilar cumplimiento del alto al fuego

DPA

Nueva York

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el despliegue de 300 observadores a Siria, expertos militares desarmados que vigilarán el cumplimiento del alto el fuego en el país vigente desde el 12 de abril.
La resolución 2043 sobre la misión UNSMIS, por 30 días prorrogables, fue adoptada por unanimidad.
El despliegue tendrá lugar bajo una condición: los enviados partirán hacia el país sólo si el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, considera que el alto el fuego es lo suficientemente estable.
Además, podrán moverse libremente sobre el terreno, una exigencia que logró imponer Occidente. Sin embargo, no está clara la cuestión del transporte: Damasco ha pedido que los observadores vuelen en helicópteros sirios por el país, algo que no quedó especificado en la resolución.
El objetivo de la resolución es monitorear el cumplimiento del alto el fuego “en todas sus formas y por todas las partes” y la retirada de las tropas sirias y de las armas pesadas de las áreas pobladas.
La resolución tiene también un componente político y destaca de nuevo el apoyo al plan de paz de seis puntos del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
El Consejo ofrece su “apoyo total y llama a la implementación urgente, total e inmediata de todos los aspectos de la propuesta de plan de paz de seis puntos”.
También llama al fin de la violencia y las violaciones de los derechos humanos y a una transición política liderada por Siria que conduzca a la creación de un sistema político plural y democrático. Además contempla la igualdad de todos los ciudadanos, independientemente de su origen, etnia, religión o ideología política.
Actualmente ya existe una misión en Siria aprobada por el Consejo de Seguridad hace una semana. Se trata de un comando de avanzada, de 30 expertos, que debe preparar la misión actual. Ayer visitó la provincia de Homs, feudo de las protestas. Esto, al igual que la liberación de 30 opositores detenidos, fue valorado por los analistas como pequeñas concesiones del régimen del presidente Bashar al Assad.
La oposición siria ya señaló antes de la llegada de los observadores que “hoy en Homs reina la calma por primera vez desde hace mucho tiempo”. Desde la mañana de ayer no ha habido disparos ni ataques de artillería, informó la organización siria de observadores de derechos humanos.
Sin embargo, las tropas sirias mataron a nueve rebeldes armados en la provincia de Alepo, en el norte del país, informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Por su parte, el ministro del Exterior británico, William Hague, saludó el envío de observadores de la ONU a Siria, aunque agregó que sigue preocupado “por que el régimen sirio no cumpla con sus promesas”, según dijo ayer en Londres.
El funcionario agregó que Damasco debe retirar de inmediato a los militares de las ciudades y detener el uso de armas pesadas. También se debe asegurar que los observadores de la ONU puedan trabajar de forma libre y segura. “Si no deberemos implementar más sanciones”, explicó Hague.
Rusia, en tanto, pidió que se cumpla el texto aprobado por el organismo y el plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
El Ministerio del Exterior en Moscú llamó también al fin de la violencia, en un comunicado difundido por la agencia de noticias Interfax.