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Sólo conatos de enfrentamiento hubo entre policías y semifijos del mercado

 * En dos ocasiones, personal del ayuntamiento intentó infructuosamente alinear más allá de la banqueta a una veintena de comerciantes que no fueron desalojados un día antes por no ocupar la vialidad

 Cristina Sierra * Mientras que la Fecope no cumplió su amenaza de reinstalarse en la calle Feliciano Radilla, la presencia de una veintena de sus agremiados –que no fueron desalojados por no ocupar la vialidad– junto a uno de los accesos del Mercado Central originó conatos de enfrentamiento con el personal del ayuntamiento que intentó sacarlos en dos ocasiones. Pero, en general, el área se mantuvo despejada todo el día.Los roces entre semifijos y empleados municipales ocurrieron durante las acciones de alineamiento, después del total desalojo que efectuó la Dirección de Mercados el pasado martes.Los ánimos se caldearon por instantes, sin llegar a los golpes. Hubo enfrentamiento verbal, jaloneos, el decomiso de escasa mercancía –una tina con pescado y unos huaraches– y esparcimiento de gas lacrimógeno.Durante todo el día, la calle recién despejada lució saturada de trabajadores del ayuntamiento. Además de las guardias de 24 horas que hacen en la calle y en sus inmediaciones elementos de la SPV, desde las 10 de la mañana unos 30 policías del grupo Operativo de Protección y Vialidad –que se distinguen por llevar uniforme color negro– y otros 20 –con uniforme azul– de la misma corporación, así como 15 inspectores de la Dirección de Mercados, recorrieron la calle Feliciano Radilla.El personal de Vía Pública se distinguió por llevar playeras grises con el distintivo del ayuntamiento; los de Saneamiento Básico, playeras blancas, y los agentes de Gobernación estaban vestidos de civil.A lo largo de las banquetas, policías e inspectores pusieron un límite para que los comerciantes alinearan sus puestos construidos de palos y fierros sueltos. Por tal razón todo ese pasillo comercial parecía una gran mudanza, pues en cada rincón los policías instaron a los comerciantes a no pasar de la raya.Durante la mañana, los policías, dirigidos por el subdirector de Gobernación, José Rodríguez Moreno, dieron de plazo hasta las 12 del día para que los comerciantes se quitaran de la calle o se alinearan hacia las banquetas.Las complicaciones para los trabajadores municipales se presentaron en la entrada del Mercado Central, que da a esa calle, donde varios comerciantes –en su mayoría semifijos– estaban instalados no aceptaron quitarse.Ya pasadas las 12, en el mismo lugar –que se convirtió en zona de conflicto–, los inspectores  empezaron a decomisar  mercancía. Fue entonces cuando los ánimos se caldearon, y entre empujones y gritos varias comerciantes enfrentaron a los inspectores con consignas.De esta manera, el tumulto se acrecentó, aunque se distinguían dos bandos: los comerciantes y el personal del ayuntamiento. Sin embargo, en este primer altercado, el subdirector de Gobernación, José Rodríguez, y los inspectores de Mercados, optaron por retirarse. Al haber fracasado en su primer intento, los trabajadores municipales se reunieron cerca de las instalaciones de la Dirección de Mercados, “mientras reciben instrucciones”, según Salvador Rodríguez, quien no descartó la posibilidad de que algunos comerciantes fueran detenidos al rehusarse a quitarse del acceso al mercado.

A la media hora, José Rodríguez –a la cabeza– y demás policías e inspectores rodearon de nueva cuenta la entrada del Mercado Central. Fue entonces cuando las comerciantes comenzaron a guardar sus canastos de mercancía y las sombrillas, que les sirven de toldo.Tampoco cesaron los gritos: ¡Que venga Zeferino a quitarnos las cosas! ¡No somos delincuentes!, ¡Policías, vayan por los rateros! La lideresa Dalia Serna no se presentó en el lugar.En un momento, sin que nadie se percatara, los comerciantes, inspectores y reporteros se dispersaron debido a que alguien soltó gas lacrimógeno. Otra vez, los trabajadores se retiraron del lugar y se quedaron únicamente policías de la SPV en resguardo del acceso. En entrevista, Julio Antonio Olguín Coronel, jefe del departamento jurídico de la Dirección de Mercados, señaló que se evitó a toda costa un enfrentamiento con los comerciantes, “ se les respetó todo lo que se pudo, pues lo que querían era que actuara la fuerza pública”.Informó que el trabajo de desalojo “era por partes” y que por el momento importaba que los comerciantes no se volvieran a instalar, por lo que el resguardo policiaco sería por tiempo indefinido.

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