Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Insuficientes, las áreas protegidas para la preservación de especies, dice impulsor de la reserva en La Montaña

Asegura el investigador de la UAG, Taurino Hernández Moreno, que la entrega de concesiones mineras cerca de los pueblos que pretenden participar en la conformación del área natural protegida derivó en “una confusión” que frenó el avance de la iniciativa

 

Karla Galarce Sosa

El investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Taurino Hernández Moreno consideró que las 22 áreas de conservación de bosque bajo la figura de “área de protección voluntaria” por núcleos agrarios en la región de La Montaña, son insuficientes para preservar especies y más de 81 mil hectáreas de superficie boscosa.
El también impulsor del proyecto para la reserva de la biósfera en La Montaña de Guerrero como un área natural protegida, presentó argumentos para la aprobación de esa figura durante las mesas de trabajo en el décimo tercer Congreso Internacional y décimo noveno Congreso Nacional de Ciencias Ambientales que comenzó ayer en la sala de exposiciones del complejo Mundo Imperial.
Hernández Moreno explicó en la mesa dedicada a la “gestión ambiental” que el proyecto busca incluir a los pueblos y comunidades asentados en la zona que pretenden sea decretada como un área natural protegida.
Durante su participación dijo que la entrega de concesiones a industrias mineras en el área adyacente a los pueblos que pretenden participar en la conformación del área natural protegida, derivó en “una confusión” que frenó el avance de la iniciativa ideada hace más de 10 años en la región de La Montaña y que incluye proteger los bosques de cinco municipios.
“Las 22 áreas de protección que hay, aunque son de competencia federal, no los obliga a preservarlas siempre, por lo que el núcleo agrario podría desistir de ellas (…) la negativa por el establecimiento de una reserva natural en la región de La Montaña se debió a la confusión de los integrantes de asambleas”, explicó a los asistentes.
Durante su ponencia titulada Fundamentos para el establecimiento de una reserva de la biósfera en La Montaña de Guerrero en un escenario de cambio climático, dijo que se incluyeron estudios y 13 años de organización y fortalecimiento de asambleas en comunidades, donde los procesos de valoración de los recursos naturales aún se mantienen.
“El proceso está retenido, porque faltó negociación por algunos actores… la federación entregó concesiones a empresas mineras y eso creó confusión entre los proyectos mineros y, la formación con las asambleas provocó que hubiera distancia entre los promotores del proyecto de área natural protegida”, explicó.
Mencionó que la negociación con los pueblos son procesos de alta complejidad por la tenencia de la tierra, mismo que impone una modalidad que “requiere de trabajos finos y de consenso político”.
Las reservas territoriales boscosas, ahondó, tendrán que generar alianzas y deberán ofrecer formas de compensación a los ejidos, como programas de conservación.
Durante su participación destacó que sólo hay tres parques nacionales en el país y que los tres están en Guerrero: “juntos suman poco más de 5 mil hectáreas de superficie”, éstos son las Grutas de Cacahuamilpa, el parque Juan Álvarez en Chilapa y El Veladero en Acapulco.
Los municipios que incluye la propuesta de área natural protegida son alguna superficie boscosa de Cochoapa el Grande, Iliatengo, Malinaltepec, Atlamajalcingo del Monte, Metlatónoc y San Luis Acatlán.
En declaraciones después de su exposición, agregó que “la confusión tarde o temprano tendrá que aclararse, y ésta se generó porque en el mismo espacio del área de propuesta del área natural protegida se otorgaron concesiones de explotación minera (…) la propuesta de área natural protegida viene de hace por lo menos 12 años que se habían trabajado con comunidades y ejidos que han estado muy de acuerdo con su conservación (…) el asunto fue cuando se mostraron dos propuestas para la conservación completamente contradictorias, una incompatible con la otra, pero alguna ocurrencia perversa provocó que se metieran en el mismo saco”.
Consideró que se abusó de la buena voluntad de los consejos de ejidos y comunales y, se les predispuso al temor de que fueran afectados con la minería.
“Fue falso que se mezclaran los proyectos (…) se desarrollaron las asambleas de consejos y las veo como una estrategia de estar unidos porque ya hay más flexibilidad para escuchar las aclaraciones pertinentes, espero que se retome el tema de conservación en la modalidad que sea, lo que sí no se puede dejar de hacer, y esto sí lo subrayo, es dejar de conservar, tanto por el beneficio de la región como de las comunidades colindantes”, destacó el también representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Destacó que la conservación es más efectiva y redituable cuando la realizan sus habitantes, porque los recursos se quedan en los pueblos y el gobierno no tiene que destinar dinero para el cuidado de esas áreas.

468 ad