Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Urgen a funcionarios la reubicación de San Vicente ante la posibilidad de un deslave

“La grieta dejó de ser grieta y ahora es una barranca”, reconoce el subsecretario de Protección Civil, Raúl Domingo Miliani Sabido. “Tenemos miedo y las autoridades no han hecho nada”, se queja una de las afectadas

 

Anarsis Pacheco Pólito

San Vicente

Don Eleazar Sánchez, como todos los viejos de su comunidad, piensa que es urgente la reubicación de su pueblo, San Vicente, ubicado a 35 kilómetros de la capital del estado, amenazado por dos grandes cerros que creen que se pueden desgajar, como sucedió en el pueblo de La Pintada en la sierra de Atoyac.
Bajo un techo de cartón, a un lado de una tiendita de abarrotes, en el centro de la comunidad incrustada en la sierra de Chilpancingo, Eleazar Sánchez le solicitó de manera directa al subsecretario de Protección Civil, Raúl Domingo Miliani Sabido, que sea reubicada la comunidad entera.
“Esto hay que hacerlo por los niños, como quiera nosotros ya vivimos”, exigió el oriundo de San Vicente, quien desde el pasado 14 de septiembre está a la espera de una respuesta por parte del gobierno.
A nueve meses de la devastación generada por la tormenta tropical Manuel, la subsecretaría de Protección Civil del gobierno estatal visitó la comunidad para realizar el dictamen de riesgo para facilitar la reubicación de San Vicente.
En el lugar, Domingo Miliani señaló que “en el plano del deber ser, sería lo mejor reubicar la comunidad y toda esta zona, registrarla y considerar como delito la construcción, porque si no, sale esta comunidad y llegará otra y se repetirá la misma situación”.
“Más que ser aplastados por el cerro, pues no es tanto eso, sino de donde estamos hacia abajo, es decir la plataforma que puede deslizase, es una masa grande, tiene pequeñas fallas de lomo en los taludes principales, no es una falla completa, es agrietamiento”, enfatizó.
Se trata de un pueblo integrado de 570 familias que durante esta temporada de lluvias, que inicio el pasado 15 de mayo, están a la espera de que alguno de los tres niveles de gobierno se comprometa a reubicarlos, pues aseguran que viven en la zozobra por el riesgo de un deslave.
San Vicente es una comunidad que durante esta temporada se encuentra bajo la neblina y la lluvia constante que no da tregua a las familias que viven la novedad de una grieta que se abrió en la tierra el año pasado y ahora se encuentra convertida en una barranca.
En el temporal de septiembre del año pasado la comunidad quedó incomunicada por más de una semana, ya que el camino lleno de curvas en los 35 kilómetros de extensión, registró más de cinco deslaves que hicieron imposible el tránsito vehicular.
En esas condiciones y ante la tardanza de las autoridades para darles auxilio, familias de San Vicente buscaron refugio en la capital del estado y la comunidad de Cuapanguito.
En un recorrido por esta comunidad de la sierra sur de Chilpancingo, habitada por campesinos, donde no se ven casas construidas de concreto, el subsecretario de Protección Civil señaló que “la grieta dejó de ser grieta y ahora es una barranca”.
En el recorrido efectuado por el funcionario estatal se visitaron las cinco viviendas que resultaron afectadas por la grieta de más de 7 metros que se formó en las lluvias del año pasado cuyos moradores ya han sido evacuados como medida precautoria.
San Vicente es una más de las comunidades que exigen su reubicación pero su demanda no ha sido atendida.
El subsecretario Domingo Miliani reconoció que los habitantes del poblado se encuentran en riesgo, por lo que señaló que es de suma importancia que la federación a través del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), evalué la zona para que la federación inicie los trámites de reubicación.
Señaló que en el poblado, es evidente la falta de reforestación, para prevenir que se registren más deslaves, y que el bosque ayude a filtrar el agua en el subsuelo.
Por su parte el comisario de San Vicente, Apolinar Sánchez Norberto señaló que la actual ha sido la peor temporada de lluvias, ya que no ha dejado de llover todos los días desde el 15 de mayo.
“Estamos preocupados porque no deja de llover; durante el año pasado no llovió tanto, por eso estamos preparando una evacuación si la cosa empeora”, agregó.
Doña Rufina Millán Morales, quien vive a escasos 150 metros de la grieta, explicó que su familia vive en el temor que en cualquier momento, la grieta se abra más y se termine de llevar su casas.
Relató que desde la tormenta del 14, 15 y 16 de septiembre pasado decidieron dejar su casa en prevención de algún accidente. Ahora dice que viven con su cuñada, quien tiene su vivienda muy cerca de la grieta.
“Desde que inició la temporada de lluvias de este año, tenemos miedo y las autoridades no han hecho nada”, agregó.
Rodeada por su familia en un patio lodoso por la lluvia que no cesa, doña Rufina se quejó de que ninguna autoridad los ha visitado para decirles cómo los atenderán.
“Ya paso mucho desde que se abrió la tierra, pero aquí no se resuelve nada, nosotros nos queremos salir pero nadie nos dice a dónde ni cómo”, agregó resignada.
Durante el recorrido realizado en la comunidad no dejó de llover y las calles estaban convertidas en ríos y el suelo de barro reblandecido.
En el lugar, el subsecretario Domingo Miliani recalcó que se esta realizando una construcción de riesgo, asentamiento, ladera inestable, geología compleja, desagüe natural de la sierra que socava y pierde estabilidad de los cimientos de las casas.
Resaltó que más que el cerro sepulte a la comunidad, existe mayor posibilidad que el pueblo sea el que se deslave hacia abajo.
Al concluir su visita señaló que estará agilizando el dictamen necesario para especificar la situación que enfrenta el poblado, por lo que enviará a la federación la información y que se cumpla con los lineamientos necesarios para evitar un percance, ya que “la lluvia es continua”.

468 ad