Aún libres, los larsistas que mataron al campesino, acusan

* Tensión por una marcha de la LARSEZ ayer por la tarde

Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * Militantes de Antorcha Campesina cumplieron ayer ocho días en plantón frente al Palacio de Gobierno, para exigir que se castigue a los responsables de la muerte de Pablo García Nayo, así como indemnización para sus familiares. También demandaron garantías de seguridad del gobierno estatal, frente a lo que consideran agresiones de integrantes de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ). También por tarde marcharon en Chilpancingo militantes de la LARSEZ, lo que provocó tensión debido a que el dirigente de Antorcha Campesina, Raúl Jerónimo Jacinto, había advertido por la mañana que la marcha de los larsistas era con intención de desalojarlos de la Plaza Primer Congreso de Anáhuac, por lo que los hacían responsables de cualquier.

Jerónimo Jacinto explicó que a ocho días de que muriera el campesino Pablo García Nayo no se ha detenido a los responsables y que sus familiares tampoco han sido indemnizados, “como se comprometió el secretario general de Gobierno, Marcelino Miranda Añorve”, en una reunión que sostuvieron la semana pasada. Denunció que tampoco se han pagado los daños a las viviendas de los antorchistas y que mucho menos hay garantías de seguridad, porque hasta ayer no habían instalado ningún destacamento de la Policía Estatal ni del Ejército Mexicano en las comunidades en conflicto: Escalerilla Lagunas, Tamaloya y Ayotoxtla.

Por su parte, los 700 larsistas que son acusados por Antorcha Campesina de las agresiones, instalaron un plantón para demandar la libertad de su dirigente, Marcial Dircio Ortega, quien se encuentra preso desde hace dos meses en el penal de Chilpancingo, acusado de portación de arma de fuego. Uno de los dirigentes, Martín García Moso, indicó que Dircio Ortega es inocente y que fue detenido para impedir que llegue a la candidatura del PRI para alcalde de Zapotitlán Tablas.

Informó que los militantes permanecerán en esta capital hasta lograr la libertad de Dircio Ortega, porque “él no llevaba ningún arma, cuando fue detenido, seguro que se la sembraron”. Por la mañana, otro líder de una de las fracciones de la LARSEZ, Raymundo Velásquez Flores, denunció que Marcial Dircio Ortega y Paúl Venegas no son dirigentes legítimos de esa organización, “son agentes de Gobernación infiltrados, después de las movilizaciones que organizamos en 1994, cuando se dio a conocer la agrupación”.

Velásquez Flores dijo que tanto Dircio Ortega como Paúl Venegas cumplieron su misión de dividir y debilitar a la LARSEZ, “porque afectaba los intereses del Gobierno”. Agregó que el objetivo de la organización no es el asesinato de campesinos, “la lucha es por la libertad de los presos políticos, la salida del Ejército Mexicano de las Comunidades Indígenas y el apoyo a movimientos como el de los ejidatarios de San Salvador Atenco”.