“Son mis últimas fuerzas”, dice Jacobo Silva, a 52 días en huelga de hambre

El comandante Antonio del ERPI, Jacobo Silva Nogales, que ayer cumplió 52 días en huelga de hambre en el penal de máxima seguridad de La Palma, estado de México, dijo ayer a su hermana Elizabeth: “Ya son mis últimas fuerzas; pero voy a seguir”. Fue en la única llamada telefónica que cada semana permiten hacer a los presos en La Palma, Almoloya, y Elizabeth Silva Nogales teme por la vida de su hermano, que morirá porque está en huelga de hambre desde el 20 de abril en demanda de la libertad de todos los presos políticos, pero un representante de la Secretaría de Gobernación, en visita que le hizo el sábado 8 dijo que el gobierno no se compromete a enviar una iniciativa de ley de amnistía.

“Jacobo se siente ya muy mal; se le nota en la voz, casi no puede hablar, está muy débil; pero dijo que va a seguir la huelga de hambre”, informó por teléfono Elizabeth Silva Nogales. Ella le pidió: “Queremos verte bien, queremos que comas”. El le pidió que le diga a su hija que la quiere mucho, y también a su esposa, Gloria Arenas Agís, la coronel Aurora del ERPI, que también está en huelga de hambre en el reclusorio de Neza, y a su mamá y a toda la familia. Elizabeth informó que desde el jueves 6 de junio, el dirigente del ERPI en huelga de hambre entró a una etapa muy difícil, con daños irreversibles en el aparato digestivo. Dijo que en los últimos días, aun con el suero que le están aplicando en el área de terapia intensiva del penal, su organismo no reacciona, no acepta el agua y vomita el jugo gástrico.

Ayer, Jacobo Silva ya no platicó como otras veces, ya no pudo insistir en sus demandas ni comentar la visita de este sábado de un representante de la Secretaría de Gobernación, que se mostró insensible y desinteresado en la vida del preso en huelga de hambre desde el 20 de abril. Elizabeth informó que la familia y defensores del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), están haciendo lo posible por conseguir una entrevista con el secretario de Gobernación, Santiago Creel, para evitar la muerte del preso político, ante la desatención del gobierno.