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Necesitamos que haya alguien que se fije y pueda echarnos la mano

Durante su visita de dos días a la sierra de Petatlán dos semanas antes de su asesinato, la abogada Digna Ochoa y Plácido escuchó diversos testimonios sobre la situación de los campesinos en esa región. Hay uno que resume el movimiento de los campesinos ecologistas, los problemas que enfrentan, y que es muy indicativo de qué tipo de apoyo solicitaban de la defensora de derechos humanos sacrificada el 19 de octubre del año pasado en su despacho de la ciudad de México. Reproducimos una parte de la intervención del campesino Martín Martínez Pérez, en la reunión que ecologistas de El Zapotillal tuvieron con Digna Ochoa y con el representante de un organismo internacional dedicado a la defensa del derecho a la alimentación (FIAN), Harald Ihmig, tal como aparece en el video grabado por su compañero Perfecto Bautista Martínez.

“Desde hace unos cuatro años empezamos a ver la necesidad de conservar los bosques, que es una riqueza, ya que vimos que la explotación iba muy recio, las aguas se nos iban apocando, y dijimos: ¿hasta dónde vamos a llegar? Y decidimos organizarnos las comunidades, casi todas las de esta región, haciendo conciencia para que la gente estuviera de acuerdo en detener la tala (…).

“Esto nos ha llevado a tener muchos problemas. Cuando se hizo el paro, de que ya no se va a cortar madera, porque esto lo hacen el gobierno y los caciques que se llevaban toda la madera sin dejar beneficios a la población, nada, todo se llevaban, entonces dijimos: ya los vamos a parar, que siquiera nos quede el agua. Esto a ellos les molestó, y empezaron la persecución sobre aquellos que más resaltaban y que más se oponían. Y algunos claramente han tenido la persecución, como el compañero Jesús (Bautista), que tiene orden de aprehensión, y precisamente el motivo es que han defendido la ecología, han defendido el medio ambiente.

“Qué bueno que ustedes se han interesado en venir a ver nuestra situación, y en ver que estamos luchando por el bien común.

“Algunos son perseguidos, han andado huyendo como mi hermano Felipe (Arriaga).

“Otros hermanos están presos por la causa, el gobierno empezó a acumularles delitos, a decir que es una gente rebelde, y los empezó a describir como rebeldes, como encapuchados, como gente que se opone. Y precisamente no es que nos opongamos, solamente cuidamos el medio ambiente porque es algo que necesitamos todos. Y ese es el delito.

“Antes aquí llegaba el gobierno (Ejército), aquí en mi casa, enfrente, y se ponía como si fuera a pelear. Se ponía con su ametralladora, hacía sus trincheras de piedra, un pozo aquí y otro ahí, y ahí, y rodeaba todo. Para mi casa casi siempre estaba apuntando una ametralladora, en una trinchera. Yo decía que se les podía ir un tiro a estos señores”.

“…Entonces es una situación triste para los que estamos sufriendo esa persecución. Nunca hemos tenido apoyo del gobierno, nosotros nos organizamos y cooperamos para hacer el camino. Y lo tenemos con muchos esfuerzos, pero en realidad somos una comunidad marginada, las escuelas deficientes, tenemos un centro de salud en El Parazal sin medicinas.

“Necesitamos que en realidad haya alguien que se fije, quien pueda echarnos la mano.

Y le dijo a Digna Ochoa: “Creemos que usted puede ser el enlace y el medio de que conozcan nuestra situación, y que conozcan el ánimo de la Organización de cuidar el ambiente, y que no tenemos más ambición más que todos tengamos agua”. (Maribel Gutiérrez).

 

Nota aclaratoria: Por un error, no se publicó esta nota en la edición de fin de semana del sábado 8 y domingo 9 de junio. Es parte del trabajo publicado sobre la versión de que un tirador de la sierra de Petatlán asesinó a la abogada en su despacho de la ciudad de México. (Maribel Gutiérrez).

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