Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Otorgó Invisur permisos para vivienda en una zona afectada por Paulina, acusan

 * Hace cinco años, en ese asentamiento 64 viviendas fueron destruidas y al menos hubo 8 muertos y 5 desaparecidos * En el puerto 2 mil 174 viviendas están en zonas de alto riesgo, habitadas por 6 mil 96 adultos y 3 mil 822 niños

 Alfredo Mondragón * Cuatro cruces y una lápida en memoria de la familia Nava Alvarado, es el recuerdo del paso del huracán Paulina en la parte alta de la colonia Generación 2000, y a pesar de eso el Instituto de Vivienda y Suelo Urbano del Estado de Guerrero (Invisur) otorgó un permiso para la construcción de cuatro viviendas cerca del mismo cauce.Según datos oficiales, en el puerto 2 mil 174 viviendas están ubicadas en zonas de alto riesgo, donde habitan 6 mil 96 adultos, 3 mil 822 niños, 82 discapacitados y 256 personas de la tercera edad distribuidos en 242 colonias, no obstante que Protección Civil Nacional pronosticó 15 huracanes para esta temporada de lluvias, que comenzo el 15 de mayo y culminará en octubre.Según reportes oficiales, unos 50 mil damnificados, 200 muertos, 350 heridos, 50 desaparecidos, 5 mil casas dañadas, 33 embarcaciones hundidas, 500 vehículos destrozados, 38 detenidos por pillaje y daños por 600 millones de pesos, fue parte del saldo de los daños que dejó el Paulina. La colonia Generación 2000 fue una de las más afectadas durante el paso del fenómeno meteorológico la madrugada del 9 de octubre, debido a que 64 viviendas quedaron sepultadas bajo el lodo o fueron arrastradas al mar. Al menos hubo ocho muertos y cinco desaparecidos, pero aún hay casas precarias sobre cauces porque sus dueños se niegan abandonarlas al esperar la reubicación por el gobierno.A pesar de vivir en una zona peligrosa y tener en la puerta de su vivienda un letrero de Protección Civil, con la leyenda “Zona de Alto Riesgo”, Saturnino Zurita, uno de los colonos, se niega abandonarla porque no tiene “dinero”.Mientras que María Sánchez Gómez, líderesa de la colonia Generación 2000, recuerda: “vivíamos cerca del arroyo y oímos el ruido del agua: era ensordecedor. Casi a las 5 de la mañana las 20 casitas que estaban en la explanada, un adulto que estaba borracho y un niño fueron arrastrados por el agua”.Sánchez Gómez mostró las cuatro cruces y una lápida de la familia que formaran Mario Nava Alvarado, Antonio Nava, Esther Alicia Nava y Petra Alvarado, quienes fueron arrastrados con todo y casa por el desbordamiento de tierra de la parte alta, “y fíjese, Invisur ya dio permisos de posesión para cuatro viviendas”.En un recorrido por la colonia, Sánchez Gómez narró: “fue algo que todavía no podemos asimilar, no sabía si llorar o gritar. Aunque quería ayudar a mis vecinos sentí que no podría porque todo estaba inundado, las casas sepultadas, hasta los carros los movió el agua; nos quedamos incomunicados mucho tiempo porque se trozó la carretera para Acapulco”.

Pero –dijo– a pesar de la tragedia “aún hay gente impertinente que está viviendo sobre el cauce, por ejemplo esa casa (construida de hueso de palmera y lámina de cartón) es de Rafael Alcaraz (que en ese momento no se encontraba). A él ya le asignaron otro lugar para vivir, pero no se quiere ir porque dice que se la dieron a su mujer”.La líderesa también mostró la casa de Eduardo Jiménez, ubicada en el cauce, quien se quedó después de la tragedia y ahora “la está vendiendo”La líderesa de la colonia pidió a los candidatos a presidente municipal “que vengan y hagan trabajo, pero que no sea la entrega de una paca de lámina, o despensa. Yo fui una de las porristas del PRI y ni para la comida te dan, mucho menos beneficios para la colonia, y a nosotros nos hacen quedar mal con la gente”.En la colonia Campo de Tiro, producto de una invasión, hay 400 viviendas precarias e igual número de familias. Colinda con las colonias Nueva Era y Generación 2000, ubicadas cerca de la Calzada Pie de la Cuesta.Los cauces de los arroyos pasan por los costados de la vivienda de Mario Bello Alcaraz, pero él afirma que no hay peligro porque durante el paso del huracán Paulina “aquí no pasó nada, no hubo ningún problema, el agua pasa a cuatro metros”.Bello Alcaraz dijo: “no sabía que mi casa está en una zona peligrosa, pero nosotros nos vamos si el gobierno nos garantiza una opción porque no tenemos dinero ni donde más vivir, somos pobres, es lo único que tenemos”.Más arriba de la colonia Campo de Tiro, la señora Eliodora Chino expresó: “aquí al gobierno no le importa que nos muramos, sirve que somos más pocos. Aquí nunca se han venido a parar el gobierno para decirnos que nos va a traer agua”. Eliodora Chino tiene cinco hijos, y es propietaria de una tienda de refrescos ubicada sobre el cauce de un arroyo, pero asegura: “aquí no pasó nada con el Paulina, pero viendo el peligro me salgo con mis niños. Cuando el río crece les grito a mis hijos que no se pasen y me los llevo más lejos, allá arriba”, dice señalando la colina.

468 ad