Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

Anticiparse a las circunstancias

 La responsabilidad de todo gobierno es servir con eficiencia y honestidad a quienes confiaron en él sufragando a su favor y por lo mismo depositando en él su confianza. Por ello debe procurar el gobierno, en reciprocidad y respondiendo a esa confianza, proporcionar o procurar crear las condiciones que permitan a la sociedad acceder a los satisfactores que contribuyan a elevar el nivel de vida de todos sus integrantes, incluidos quienes inicialmente no depositaron su confianza al no votar a su favor.

Entre los principales satisfactores a los que aspira toda sociedad es la de contar con los servicios de agua potable que le permitan vivir con la mayor comodidad. Sensible a esta demanda, el actual gobierno municipal está buscando la mejor opción que le permita, por una parte, cubrir al cien por ciento la demanda de la población por el vital líquido, el cual actualmente se atiende en un 85 por ciento y los servicios de alcantarillado en cerca del 60 por ciento. Por otra parte, garantizar que en los próximos años los habitantes del municipio tengan seguro el abasto de agua potable de la mejor calidad, pagándose por el servicio precios accesibles a la mayoría de la población. Asimismo, contar con la estructura sanitaria que permita el tratamiento de las aguas residuales para que no sigan contaminando nuestra bahía, el activo turístico más importante del que disponemos.

Concretar estos propósitos requiere de fuertes inversiones de dinero del orden de entre mil 500 y 2 mil millones de pesos, es decir, entre el ciento cincuenta y doscientos por ciento del presupuesto que tiene el ayuntamiento de Acapulco para este año.

Por el tamaño de la inversión que rebasa las posibilidades del gobierno municipal, se requiere de la participación de la inversión privada como ha sucedido en otras ciudades de la república mexicana, entre ellas, Aguascalientes, Cancún, Saltillo, en donde los resultados han sido favorables para los habitantes de estos lugares.

Recordemos, por otra parte, que las redes de agua potable y alcantarillado de la ciudad de Acapulco tienen, al menos, una antigüedad promedio de más de cincuenta años, lo cual provoca la perdida del 70 por ciento del agua producida, debido a las constantes rupturas de la tubería que ha obligado, en el actual gobierno, a la CAPAMA a cambiar líneas de abastecimiento como el tramo comprendido entre Pie de la Cuesta y la colonia Jardín. Así también, se ha hecho la introducción del servicio de agua potable en algunas de las comunidades de la zona rural del municipio, erogándose un gasto, en los dos años y medio de esta administración, por el orden de los setenta y cinco millones de pesos; sin embargo, estos esfuerzos han sido insuficientes por lo cual se requiere una solución de fondo que garantice a las futuras generaciones de acapulqueños contar con un servicio suficiente y de calidad del vital líquido.

En atención a esta demanda de los habitantes del municipio, en noviembre del 2000, el gobierno de Acapulco le solicitó a la Comisión Nacional del Agua (CNA), recursos del gobierno federal para este fin, en respuesta esta oficina federal incluyó a nuestro municipio en el Promagua, un programa que se propone atender la solución de este problema en las principales ciudades del país. Una de las ventajas importantes de Promagua es que su aportación corresponde al 50 por ciento de los recursos requeridos, los cuales, además, son a fondo perdido por lo que el impacto en las tarifas que se cobren en el futuro no afectarán a la economía de las familias acapulqueñas.

La solicitud que el ayuntamiento de Acapulco hizo al Congreso local para que se apruebe la concesión del mencionado servicio, primero, a una empresa nueva de capital cien por ciento municipal y más tarde, mediante licitación, dar cabida al capital privado bajo la rectoría de la autoridad municipal se considera la mejor opción para resolver el problema de la insuficiencia y las limitaciones con las cuales se atiende ahora la prestación de este servicio y se mejore sustancialmente en el futuro inmediato. En otras palabras, se propone la constitución de una empresa mixta con aportaciones del 49 de capital privado y una aportación similar del gobierno municipal, quedando el 2 por ciento restante para la participación de los trabajadores. Es pertinente agregar que la licitación para encontrar a la empresa que pudiera interesarse por invertir en este proyecto será de carácter internacional, buscándose así la mejor opción que nos ofrece este mundo globalizado.

El gobierno del estado, cabe mencionarlo, ha firmado su adhesión a Promagua y posteriormente, en seguimiento a esta participación, ha enviado al Congreso local una iniciativa para reformar la ley de aguas vigente en la entidad, por la cual otras ciudades, como la capital del estado, también puedan resolver de la mejor forma su problema de abasto futuro de agua potable y del saneamiento de las aguas residuales.

Sería una irresponsabilidad que el gobierno de Zeferino Torreblanca no atendiera la solución de este asunto del agua, cuando se tienen las condiciones propicias para hacerlo –como estar en el primer lugar de la lista para recibir recursos de Promagua–, aunque algunos legisladores y corifeos del partido que gobernó más de siete décadas y no resolvió este problema, hoy, que se puede solucionar esta grave deficiencia estructural, nos quieran confundir diciendo que el gobierno se quiere desentender de esta responsabilidad y que además se pretende subir las tarifas de la prestación de este vital servicio para afectar a los que menos tienen. Allá usted si les quiere creer a quienes ahora forman parte del problema y no de su solución.

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