Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Castrejón Diez

El agua

 Con la sequía que ha azotado al país en los últimos años, el agua y su uso se ha convertido en tema central. El bajo nivel y la contaminación del lago de Chapala, los grandes ríos que se canalizan a las ciudades, los ríos que se contaminan por enviar, sin tratamiento, las aguas negras a su cauce, como sucede en el trayecto michoacano del Río Lerma, los ríos de la frontera y los tratados internacionales de pronto se han convertido en temas centrales para nuestro país.

Por estas razones el concepto de agua, su legislación y su tratamiento internacional debe ser motivo de análisis cuidadoso. En un principio, en las sociedades primitivas hasta la Edad Media se consideraba que el agua era un don de Dios y por lo tanto gratis para el que la usaba. Después vino una época en que se consideraba que el agua era propiedad privada, esto es que si nacía en un lugar era propiedad del dueño del terreno. En lo internacional si un río nacía en un país, se consideraba propiedad nacional.

Después de la revolución industrial el concepto evolucionó y se consideró que si bien el agua era un don de la naturaleza, debía considerarse, ante todo, como un bien social. También hubo nuevos criterios en lo internacional si un río nacía en un país, se consideraba propiedad nacional.

Después de la revolución industrial el concepto evolucionó y se consideró que si bien el agua era un don de la naturaleza, debía considerarse, ante todo como un bien social. También hubo nuevos criterios en lo internacional, un río que cruza varios territorios  no podía considerarse como patrimonio de una nación, aún cuando naciera en su territorio sino que todas las naciones que cruzaba el río tenían derechos sobre sus  aguas. Así nacieron los conceptos de derechos de aguas arriba y de aguas abajo. Por afectar a distintas naciones, los derechos del uso del agua de los ríos fuero motivo de tratados internacionales y posteriormente conceptos de leyes internacionales de agua.

Claramente vivimos en esta tercera etapa. Los conflictos entre México y Estados Unidos no son nuevos y su importancia ha sido de primera magnitud. En época reciente las aguas del Río Colorado que correspondían a México crearon tensión entre las dos naciones porque no llegaban completas y cuando se exigió el volumen que correspondía comenzaron a enviar aguas fósiles bombeadas del subsuelo de California. El agua que mandaban naturalmente tenía un alto contenido de sal, por ello comenzó un proceso de deterioro de la agricultura en el Valle de Mexicali por la salinización del suelo. Esto fue motivo de una larga negociación y de un litigio internacional. Estados Unidos tuvo que ceder y México recuperó el agua que se le debía. En este caso se hicieron valer los derechos de agua abajo.

El conflicto actual entre los dos países es por el uso de las aguas del Río Bravo. El hacer presas para retener esta agua requirió de un convenio entre los dos países, el cálculo de cuanta agua que correspondería a cada país se hizo con un complicado cálculo  del agua que contribuía los afluentes del río en cada territorio. En tiempos normales no hubiera sido difícil cumplir con los compromisos, pero un largo periodo de sequía en los dos lados de la frontera agudizó el problema especialmente a lo largo de los mil kilómetros. De la frontera con Texas y México no cumplió con su aportación de dos ciclos de cinco años.

El año pasado el volumen de agua se hizo cubrió el ciclo de 1992 a 1997 y debemos agua del siguiente  ciclo, de decir de 98 a la fecha. El gobierno mexicano decidió pagar, porque negarse  nos crearía problemas en el agua que nos corresponde del Río Colorado, no se puede aplicar la regla en su lugar y no en otro. Hay que pensar que pensar que grandes ciudades como los Ángeles y San Diego siguen creciendo y su demanda de agua  aumenta, si nosotros no cumplimos con  nuestro compromiso en el río Bravo podrían no respetar los derechos de México sobre esas otras aguas.

Hay diversas reacciones, una por intereses, otras por un nacionalismo que quiere resurgir y otras porque sienten que el cambio no se ha dado y esta es una falla del nuevo gobierno. En este caso se debe poner atención a los intereses de toda la frontera porque tenemos agricultura y ganadería desarrollada y también tenemos ciudades con fuertes crecimiento. Todo esto significa que tenemos que asegurar nuestros recursos de agua y para ello cumplir con nuestros compromisos.

Desde hace muchos años se hizo conciencia de que el factor limitante en el norte sería el agua, por eso muchos pensamos que una fuente de energía, la geortemia era importante como instrumento de cambio con las ciudades californianas. De hecho se está vendiendo hacia ellos el excedente de electricidad de Agua Prieta. Este sitio no se ha desarrollado lo suficiente para tenerlo como un instrumento de cambio. Energía por agua puede ser la base para asegurar un futuro con crecimiento en la frontera.

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