Suficientemente segura, la cárcel de Chilpancingo, dice el director

* Considera incidentes menores la fuga del asesino de Flores Baños y la del secuestrador Pedro Sánchez * Desestima la posibilidad de que Barragán o sus cómplices se fuguen

De la corresponsalía, Chilpancingo * La cárcel donde a partir de este viernes el presunto secuestrador Pedro Barragán González va a permanecer encerrado, no es tan segura como parece ya que en ella se han registrado fugas, riñas y una masacre perpetrada por custodios y policías del estado contra reos que intentaron huir. Pero para el director general del Cereso, José Luis Trujillo Sotelo, el penal de esta ciudad ofrece las suficientes garantías de seguridad para evitar que Pedro Barragán González y su banda se fuguen. Indicó que los hechos sucedidos en la cárcel de Chilpancingo, “son incidentes menores”, y consideró que no habrá ningún problema con la llegada de Barragán González y y sus cómplices.

Ubicado al sur de la ciudad y con una población de 630 presos (330 del fuero común y 300 del fuero federal), el Cereso ha sido escenario de varios hechos de sangre, uno de ellos el del 24 de diciembre de 1990 cuando agentes de la Policía del estado acribillaron a tiros a 11 reos que a bordo de una camioneta lograron derribar la puerta principal para intentar huir. También ha habido riñas entre reos con saldo de heridos a puñaladas, como la registrada a principios de este año. Una de las fugas más notables fue la de Jaime León Sarmiento, uno de los  asesinos materiales del catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Norberto Flores Baños.

Contando con la complicidad del director del penal, Nicanor Vargas Vergara, León Sarmiento se salió de la cárcel en una camioneta, supuestamente para ir a visitar a su madre que se encontraba enferma. Otra fuga importante fue la del secuestrador Pedro Sánchez, quien se las ingenió para salirse adentro de un ropero que él mismo hizo en el taller de carpintería del penal. Aquí también, el reo recibió el apoyo de las autoridades carcelarias para fugarse. Trujillo Sotelo recordó que en este penal hay más de diez individuos, algunos de ellos parientes de Pedro Barragán, que enfrentan procesos judiciales por el delito de secuestro en agravio de Oscar Manuel Ibáñez Reyes, hijo del empresario gasolinero asesinado Javier Ibáñez Sandoval.

“Ellos (los que ya les tardó su proceso o están ya sentenciados), saben perfectamente que si incurren en alguna irregularidad su situación se les complica porque no podrían ser beneficiados con algún programa preliberacional”, señaló. Además, añadió, desde este jueves por la noche se reforzó el sistema de seguridad en el penal para garantizar que no “vaya presentarse un problema”. Indicó que el traslado de Pedro Barragán a un penal de alta seguridad como el de La Palma, podría llevarse a cabo siempre y cuando la parte agraviada así lo solicite al juez de la causa.