Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Su muerte facilitará el reconocimiento oficial de sus crímenes: Rogelio Ortega

Rogelio Ortega Martínez, académico de la UAG, opinó que aunque pareciera un acto cobarde el asesinato del general Mario Arturo Acosta Chaparro, “con eso creo que hace justicia a una gran cantidad de personas, fundamentalmente guerrerenses, quienes nos sentimos muy agraviados de su paso por la vida” por el terror que generó en el estado.
Consideró que la muerte de Acosta Chaparro desinhibirá a las autoridades para que reconozcan los delitos que cometió como militar y también animará a las víctimas a presentar sus testimonios de lo que vivieron en los años de la guerra sucia.
Ortega Martínez señaló que Acosta Chaparro fue un personaje que sembró dolor, agravios, injusticias y puso “el sello de su vida a la etapa más negra” que padecieron los luchadores sociales en el estado de Guerrero en el periodo conocido como guerra sucia, “del cual es responsable como autor intelectual y material, responsable de tortura, asesinatos, desapariciones forzadas, encarcelamientos, persecución, llenó de luto a miles de hogares”
“Lo más grave es que agravió a una gran cantidad de hogares con algo que es terrible, porque no tienen un lugar a dónde llevar un rezo, una flor, una oración o un recuerdo a un ser querido que se pierde en la vida, ¿dónde están sus tumbas?, si es que los mataron ¿qué fue lo que padecieron en las cárceles clandestinas?”, expresó.
Recordó que él fue uno de los que padeció en carne propia el interrogatorio de Acosta Chaparro y el encarcelamiento en cárceles clandestinas durante la década de los 70.
El ex director del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA) propuso a la Comisión de la Verdad que así como se hacen homenajes post mortem a los héroes y próceres, también se hagan juicios públicos contra los sanguinarios que se ensañaron contra los luchadores sociales en la década de los 70, y dijo que será un acto de “justicia simbólica pero necesaria”.
“Que se juzgue a Acosta Chaparro, que se nos convoque, que se haga un juicio público y un veredicto público; no importa que esté muerto, pero que se aplique justicia, sería muy significativo y una forma de resarcir parte del gran daño que ellos ocasionaron con su política tenebrosa en contra de los luchadores sociales”, dijo.
Consideró que el asesinato de Acosta Chaparro no afectará el trabajo de la Comisión de la Verdad, porque hay mucha información que documenta los abusos cometidos durante la guerra sucia, “y con lo que hay es suficiente para poder hacer una sanción ejemplar contra quien fue el responsable de la represión en el estado de Guerrero”.
Apenas el martes el Congreso local tomó protesta a los integrantes de la Comisión de la Verdad que investigará las desapariciones forzadas de personas durante la guerra sucia de los años 60 y 70. Los integrantes de la Comisión son Pilar Noriega, Hilda Navarrete, Enrique González Ruiz, Nicomedes Fuentes y Arquímedes Morales. (Daniel Velázquez).

468 ad